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Vol. 33. Núm. 1.
Páginas 55-56 (Enero - Febrero 2016)
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Examinar con más detalle la pediculosis capitis
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Susan Simmons*
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EL PIOJO DE LA CABEZA (Pediculus humanus capitis) es un pequeño insecto parásito sin alas que se alimenta de sangre humana1,2. Es una de las tres variedades de piojo que son parásitas del ser humano2. La infestación de la cabeza por piojos, conocida como pediculosis capitis, es común en todo el mundo y puede provocar estrés psicológico en niños y adultos, así como pérdidas de días de colegio para los niños1. Este artículo ofrece una visión general de la pediculosis capitis y de cómo se propaga, las opciones de tratamiento y las medidas de prevención.

Un vistazo al piojo de la cabeza

Un piojo de la cabeza es un insecto de color gris blanquecino de unos 3 a 5 mm de longitud. (V. el cuadro Vi cuadro Vsta maximizada de un piojo de la cabeza.) La hembra, con una longevidad de 30 días, es ligeramente más larga que el macho y al día pone de 7 a 10 huevos, denominados liendres2. Estas tienen menos de 1 mm de longitud1. Eclosionan a los 8 días y liberan las ninfas, que alcanzan la madurez en otros 8 días. Después de la eclosión, las liendres se vuelven más blancas y son más visibles. Los piojos adultos se alimentan del cuero cabelludo y áreas adyacentes de la cara y el cuello. No saltan ni vuelan, ni utilizan animales como vectores, y pueden sobrevivir hasta 55 horas sin un huésped2.

Los piojos se propagan principalmente mediante contacto directo con la cabeza de una persona con pediculosis capitis. El grado en que el contacto indirecto con objetos personales de un individuo infestado contribuye a la propagación del piojo es controvertido y requiere más estudios2. Cualquier persona puede contraer pediculosis capitis, pero los niños con edades comprendidas entre 3 y 11 años son, por regla general, los más afectados1.

La mayoría de infestaciones por piojos son asintomáticas, pero el prurito del cuero cabelludo, el cuello y las orejas puede producirse como una reacción alérgica a la saliva que el piojo inyecta mientras se alimenta. Puede producirse agrandamiento de los ganglios linfáticos cervicales y de la nuca, así como episodios febriles por infección estafilocócica secundaria2.

Diagnosticar la pediculosis capitis

Después de encontrar un piojo en el pelo o en el cuero cabelludo, se puede diagnosticar una infestación de piojos en la cabeza. Peinar el cabello mojado o seco con una lendrera de púas finas ayuda a visualizarlos. Para humedecer el cabello seco o incluso mojado antes de peinarlo, se utiliza un lubricante, en general un acondicionador del cabello. En primer lugar, se cepilla o se peina el pelo para desenredarlo. El peine se coloca cerca de la coronilla de la cabeza y debe tocar suavemente el cuero cabelludo. Acto seguido hay que llevarlo firmemente hacia abajo y examinar sistemáticamente si tiene piojos después de cada pasada. Esto debe repetirse al menos una vez2.

Puede utilizarse una lámpara de Wood, que usa luz ultravioleta, para observar de cerca la piel y el cabello. Cambia el color de las liendres a un azul pálido. Si se encuentran muchas liendres en un espacio del cuero cabelludo de 6,5 mm indica infestación activa2.

Opciones de tratamiento

Los piojos de la cabeza pueden tratarse con piretroides, champús pediculicidas de venta libre que contienen piretrina o permetrina3. Si estos tratamientos no funcionan, otras opciones incluyen malatión, alcohol bencílico, spinosad e ivermectina tópica2. Muchos pediculicidas son neurotóxicos, por lo que hay que enseñar a los pacientes (o a sus padres) a comprobar las limitaciones de edad que aparecen en las etiquetas del producto y a seguir las instrucciones cuidadosamente. Las mujeres embarazadas o lactantes deben consultar a su médico antes de aplicar cualquier tratamiento3.

Para asegurar el éxito, debe repetirse el tratamiento a los 7-10 días, como se indica, porque los patrones de resistencia han llevado a la reducción de la actividad ovicida de los piretoides3. Explique a los pacientes que utilizar acondicionadores del cabello antes del tratamiento con un pediculicida puede reducir su eficacia al evitar que se adhieran al tallo del pelo y al cuero cabelludo2. Instrúyalos para que se pongan en contacto con su médico si desarrollan episodios febriles relacionados con la infección estafilocócica secundaria o si un producto de venta libre es incapaz de eliminar la infestación2. Puesto que la resistencia a los insecticidas puede variar según la ubicación geográfica, quizá sea necesario tratamiento bajo prescripción.

El tratamiento también incluye descontaminación de la ropa, ropa de cama, toallas, peluches y todos los artículos personales que deben lavarse en agua caliente y jabonosa, por lo menos, a 54°C o secarse a alta temperatura durante un mínimo de 20 minutos. Los peines y cepillos deben sumergirse en alcohol durante 1 hora3.

Los elementos no lavables, como las almohadas, pueden cerrarse en una bolsa hermética durante un mínimo de 2 semanas. Los muebles deben cubrirse con un material no transpirable, como una lona de pintor de plástico al menos durante 2 semanas. Si hay niños pequeños o animales en la casa y hay peligro de asfixia por el plástico, coloque un paño sobre el plástico que lo cubra firmemente o pase la aspiradora con frecuencia y a fondo3.

Medidas de prevención

Puede ser difícil prevenir la pediculosis capitis en el colegio o en la guardería, donde es inevitable el contacto entre los niños. La American Academy of Pediatrics ha determinado que no se debe sacar a los niños de clase si se identifica la pediculosis capitis porque probablemente la infestación ya ha estado presente durante un mes o más en el momento del diagnóstico. Se puede continuar encontrando liendres incluso durante 2 semanas más. Hay que educar a los niños a evitar el contacto directo con otros niños4.

En los últimos años se han comercializado productos de venta libre para prevenir la infestación de piojos, pero actualmente se carece de investigación sobre su seguridad y eficacia.

Un problema fastidioso

La educación al paciente es clave en la prevención de la pediculosis capitis. Recuerde a los pacientes que deben tomar medidas para prevenir la propagación de estos molestos parásitos —y hay opciones de tratamiento eficaces si estas medidas no funcionan. ■

La autora declara no tener ningún conflicto de intereses económicos ni de otro tipo relacionados con este artículo.

BIBLIOGRAFÍA
[1]
Guenther LCC. Pediculosis and pthiriasis (lice infestation). Medscape. 2015. http://emedicine.medscape.com/article/225013-overview.
[2]
Goldstein AO, Goldstein BG. Pediculosis capitis. UpToDate. 2015. http://www.uptodate.com.
[4]
B. Frankowski, J. Bocchini.
Clinical report—head lice.
Am Acad Pediatrics, 126 (2010), pp. 382-403

Susan Simmons es enfermera especialista en el College Park Family Care Center en Overland Park, Kan.

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