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Vol. 36. Núm. 6.
Páginas 38-41 (Noviembre - Diciembre 2019)
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Cómo reconocer la sobredosis de cafeína
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Christian “CJ” Carreon, Y. Bridget Parsh
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La cafeína es el estimulante más consumido del mundo y puede ofrecer varios beneficios si se toma con moderación. Sin embargo, consumir cafeína en cantidades extremadamente altas puede provocar sobredosis. En este artículo examinamos cómo las enfermeras pueden reconocer los signos y síntomas de la sobredosis de cafeína e instruir a los pacientes sobre cómo prevenir este problema común.

Palabras clave:
sobredosis de cafeína
café
bebidas energéticas
cafeína líquida
cafeína pura en polvo
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LA CAFEÍNA PUEDE UTILIZARSE para mejorar el estado de alerta cognitivo, reducir el cansancio y aumentar la resistencia física1. Consumida con moderación, la cafeína o 1,3,7-trimetilxantina, puede ofrecer una variedad de beneficios. Por ejemplo, el consumo moderado de cafeína (de 4 a 5 tazas de café o menos al día) se relaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes de tipo 2 y enfermedad de Parkinson en adultos sanos2. Es conocido su uso para la apnea del prematuro en recién nacidos, diferentes cefaleas, y puede utilizarse como diurético suave3,4. La cafeína también ha demostrado que mejora la función pulmonar en personas con enfermedades pulmonares crónicas e incluso puede funcionar para reducir el riesgo de fibrilación auricular4,5.

Sin embargo, consumir cafeína en cantidades extremadamente altas puede provocar sobredosis. En este artículo examinamos cómo las enfermeras pueden reconocer los signos y síntomas de la sobredosis de cafeína e instruir a los pacientes en cómo prevenirla.

Peligros ocultos

Mientras que el café, el té, las bebidas energéticas y otras bebidas son los principales recursos para los consumidores de cafeína, esta también puede tomarse en comprimidos e incluso esnifarse para recibir una “inyección de energía” más rápida6 (v. el cuadro ¿Cuánta cafeína consumes?). Además, los formatos de cafeína altamente concentrada líquida y en polvo se venden directamente a los consumidores como suplementos dietéticos y se venden a granel, pero hay un elevado riesgo de que se utilice de manera incorrecta en dosis excesivas y potencialmente peligrosas. Una cucharadita de cafeína pura en polvo equivale a 20-28 tazas de café, y estos productos se han asociado con al menos dos muertes de personas que estaban sanas7. En 2018, la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense publicó una guía que aclaraba que estos productos se consideran ilegales si se venden a granel directamente a los consumidores8. La popularidad creciente y la mayor potencia de la cafeína predisponen a los consumidores a riesgos para la seguridad y la salud muy graves, o incluso mortales9.

La sobredosis de cafeína y la abstinencia posterior pueden provocar un desgaste físico y psicológico significativo, aunque el consumo de cafeína sigue siendo muy común10. Una encuesta mostró que más del 80% de estudiantes deportistas declararon que consumían bebidas energéticas, y el 64% notificaron que utilizaban suplementos dietéticos para mejorar su rendimiento deportivo1.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5.ª edición, reconoce cuatro diagnósticos relacionados con la cafeína: intoxicación por cafeína, abstinencia de cafeína, otras condiciones inducidas por la cafeína como ansiedad y trastornos del sueño, y trastorno relacionado con la cafeína no especificado11. El consumo moderado de cafeína no se asocia con efectos neuroendocrinos o cardiovasculares graves, sino más bien con efectos transitorios y leves como un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial12.

Debido a su menor tamaño y tener menos tolerancia a la cafeína debido a que no la toman habitualmente, los niños y adolescentes pueden ser más susceptibles a los efectos de la cafeína13. Los signos y síntomas de la posible ingestión por niños incluyen náuseas y rigidez muscular. Aunque la FDA no haya establecido directrices para niños y adolescentes, la American Academy of Pediatrics desaconseja el consumo de cafeína y otros estimulantes1. Debe evitarse completamente el consumo de cafeína por parte de niños9.

Manifestaciones clínicas

La cafeína es un potente antagonista de los receptores de adenosina del sistema nervioso central y periférico, con lo cual provoca la liberación de neurotransmisores excitatorios14. Los receptores de adenosina bloqueados y el aumento de actividad del sistema nervioso simpático puede generar un mayor estado de alerta asociado a broncoespasmo, mayor contracción muscular y mayor frecuencia cardíaca4.

¿Cuánta cafeína consumes?21–24

Producto  Ración  Cantidad de cafeína (mg) 
Café filtrado  240ml  95 
Té filtrado, Reino Unido  240ml  60 
Té filtrado, Estados Unidos  240ml  40 
Comprimidos de cafeína  1 comprimido  200 
Refrescos de cítricos  360ml  55 
Cola  360ml  44 
Cafeína líquida concentrada  120ml  2.000 
Chocolate negro  1 oz  20 
Bebida energética  240ml  27-164 
Expreso  30ml  47-64 
Cafeína pura en polvo  1 cdta.  3.200 

Con concentraciones séricas más elevadas (superiores a 25μg/ml) pueden darse otros cambios neurovasculares12. La cafeína puede bloquear la enzima monoaminooxidasa, que provoca un aumento de los niveles de epinefrina, dopamina y glutamato en el organismo. Estos neurotransmisores estimulan cambios neuroendocrinos directos e indirectos, entre ellos vasoconstricción generalizada, una mayor frecuencia cardíaca, hipopotasemia y mayor excreción de sodio y agua9,12. A niveles elevados, la cafeína se une a los receptores de rianodina, lo que aumenta los niveles séricos de calcio4. La mayor disponibilidad de calcio y los bajos niveles de potasio sérico pueden provocar arritmias cardíacas con niveles tóxicos de cafeína4,12.

La toxicidad moderada puede provocar agitación, temblores, ansiedad, cambios de humor y molestias gastrointestinales (como vómitos)1. Las dosis muy altas de cafeína ingerida (más de 6mg/kg) pueden reducir el rendimiento físico y cognitivo e inducir malestar gastrointestinal grave15. Los niveles sanguíneos de cafeína extremadamente altos (hasta 150 mg/kg) pueden provocar cambios, entre ellos hipopotasemia, arritmias ventriculares, hipotensión, rabdomiólisis y muerte1. Las concentraciones de cafeína en sangre de alrededor de 150mg/kg de peso corporal pueden ser mortales. Esto equivale a aproximadamente 50 comprimidos de cafeína o una cucharada de cafeína en polvo1.

Los pacientes también pueden presentar signos y síntomas como convulsiones recurrentes, hipertonicidad, taquicardia, insuficiencia renal, psicosis o hiperglucemia con acidosis1. Puede producirse la muerte por sobredosis de cafeína debido a arritmias cardíacas o como consecuencia de complicaciones renales asociadas a rabdomiólisis1. Un análisis de orina con tira reactiva y el nivel de creatina-cinasa pueden ayudar en el diagnóstico de rabdomiólisis. También hay que prever un hemograma completo para descartar infección, electrolitos séricos para comprobar si hay hipopotasemia, y un examen de toxicidad para descartar la ingestión de otras sustancias. Las concentraciones séricas de cafeína no influyen en el manejo, pero los niveles de teofilina (un metabolito de la cafeína) pueden ayudar a confirmar la toxicidad por cafeína16.

Tratamiento

Como no hay antídotos o agentes de reversión para la cafeína, el tratamiento depende de los signos y síntomas17. Un tratamiento clásico para la sobredosis de cafeína sigue las tres “B”: bolos, benzodiacepinas y betabloqueantes. Los cristaloides en bolo se utilizan para pérdidas gastrointestinales significativas, diuresis e hipotensión. Las benzodiacepinas se utilizan para tratar las convulsiones y para reducir la liberación de catecolamina que contribuye a los síntomas cardíacos. Los betabloqueantes se utilizan para reducir el agonista β sin oposición de la liberación de catecolamina18. Hay que evaluar frecuentemente el estado respiratorio, cardiovascular y neurológico del paciente.

Aunque la cafeína puede actuar como un broncodilatador, en un estudio se observó que los pacientes de 12 a 18 años notificaron cefaleas, dificultades respiratorias y frecuencia miccional19. Las arritmias cardíacas pueden dar lugar a complicaciones, de modo que los pacientes deben hacerse pruebas cardíacas continuamente. Hay que administrar oxígeno suplementario según la prescripción. Los pacientes que tengan convulsiones, inestabilidad hemodinámica o estado mental alterado pueden requerir intubación endotraqueal16.

Hay que evaluar con frecuencia la puntuación en la escala de coma de Glasgow y el estado mental del paciente. Si la ingestión es reciente, por ejemplo, de la hora anterior, se puede utilizar carbón vegetal activado de manera anticipada.

Los pacientes pueden estar ansiosos, estresados o enfadados. Hay que informarles de que el tratamiento para la sobredosis de cafeína varía según los signos y síntomas que presente17 Las benzodiacepinas pueden administrarse para la ansiedad o las convulsiones16. Hay que evaluar frecuentemente las constantes vitales y los niveles sanguíneos de glucosa para comprobar la estabilidad cardíaca y tratar otros factores que pueden contribuir a la descompensación clínica16.

Consideraciones de enfermería

Las enfermeras deben ser conscientes de la popularidad creciente de los productos con alto contenido de cafeína y de los signos y síntomas no específicos que pueden presentar los pacientes7. También es importante reconocer a las poblaciones de alto riesgo propensas a toxicidad por cafeína, sobre todo los deportistas9. Los adolescentes y adultos jóvenes también son vulnerables porque puede que conozcan los beneficios de estos productos, pero no los riesgos7. Los pacientes de salud conductual, sobre todo los que tienen trastornos de conducta no diagnosticados o escasamente controlados, como depresión o trastornos bipolar, son otra población de alto riesgo propensa a sobredosis de cafeína9. Los pacientes con sobredosis de cafeína intencionada deben recibir atención psiquiátrica16.

Los pacientes y sus familiares deben ser informados de los riesgos de los productos altamente concentrados y del consumo de cantidades excesivas de cafeína7. Debe instruirse a los padres, sobre todo a los de hijos deportistas, y a los entrenadores para que desaconsejen el uso de bebidas energéticas antes o después de las actividades deportivas, a pesar de la creencia popular de que mejoran el rendimiento20. La mezcla de bebidas energéticas con alcohol, una práctica muy habitual actualmente, también debe desaconsejarse20, ya que la cafeína puede enmascarar el alcohol y causar la muerte8.

Enseñar a pacientes adultos y adolescentes los peligros de la ingestión de cafeína puede ser difícil porque la cafeína es una “droga” aceptada socialmente. Hay que evaluar el conocimiento que tiene el paciente sobre los efectos de todas las drogas legales, incluida la cafeína, para resolver las dudas. Los entrenadores, los padres y los estudiantes deben comprender las posibles consecuencias graves de la sobredosis de cafeína.

La cafeína no es una sustancia benigna, especialmente combinada con otras sustancias como ciertos medicamentos y el alcohol. Las enfermeras deben identificar rápidamente los signos y síntomas asociados al abuso y a la sobredosis de cafeína y educar a los pacientes en cómo prevenirlos. ■

En la Escuela de Enfermería de la Universidad Estatal en Sacramento (California), Christian “CJ” Carreon es mentor académico y Bridget Parsh es profesora.

Los autores han declarado no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionado con este artículo.

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