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Características de las unidades de ictus y equipos de ictus en España en el año 2018. Proyecto Pre2Ictus
Characteristics of stroke units and stroke teams in Spain in 2018. Pre2Ictus project
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M. Alonso de Leciñanaa,
Autor para correspondencia
malecinanacases@salud.madrid.org

Autor para correspondencia.
, A. Moralesb, M. Martínez-Zabaletac, Ó. Ayo-Martínd, L. Lizáne,f, M. Castellanosg, en representación de los investigadores del Proyecto Ictus, GEECV-SEN
a Servicio de Neurología, Centro de Ictus, Hospital Universitario La Paz, IdiPAZ, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, España
b Servicio de Neurología, Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia, España
c Servicio de Neurología, Hospital Universitario de Donostia, San Sebastián, España
d Servicio de Neurología, Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Albacete, España
e Outcomes’10 SLU, Castellón, España
f Departamento de Medicina, Universitat Jaume I, Castellón, España
g Servicio de Neurología, Hospital Universitario e Instituto de Investigación Biomédica, La Coruña, España
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Recibido 18 Febrero 2020. Aceptado 12 Junio 2020
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Resumen
Introducción

El objetivo del trabajo es describir las características de las unidades y equipos de ictus en España.

Método

Estudio transversal basado en un cuestionario ad hoc, diseñado por 5 expertos y dirigido a los neurólogos responsables de las unidades de ictus (UI) y los equipos de ictus (EI) con al menos un año de funcionamiento.

Resultados

Participaron 43 UI (61% del total) y 14 EI. La media (±DE) de neurólogos adscritos a las UI/EI fue de 4±3. El 98% de las UI frente al 38% de los EI cuentan con neurólogo de guardia 24h los 365 días. Disponen de enfermería especializada un 98% de las UI frente al 79% de los EI, de médico rehabilitador un 81% frente al 71% y de trabajador social un 86% frente al 71%. La mayoría de las UI (80%) tienen 4-6 camas con monitorización continua no invasiva. El número medio de camas no monitorizadas de las UI es de 14±8 y de 12±7 en los EI. La estancia media de los pacientes en las camas monitorizadas de las UI es de 3±1 días. Todas las UI y el 86% de los EI pueden realizar trombólisis intravenosa; el 81% de las UI y el 21% de los EI pueden realizar trombectomía mecánica y el resto de los centros tiene posibilidad de derivación. El 44% de las UI dispone de un sistema de teleictus, que da servicio a 4±3 centros. La actividad se recoge sistemáticamente en el 77% de las UI y en el 50% de los EI, pero su cumplimentación es <75% en un 25% de los casos.

Conclusiones

La mayoría de las UI y de los EI cumple las recomendaciones actuales. Para seguir mejorando la atención del paciente, resulta necesario optimizar el registro sistemático de su actividad.

Palabras clave:
Ictus
Organización
Dotación
Recursos
Calidad asistencial
Telemedicina
Abstract
Introduction

The aim of this work is to describe the characteristics of stroke units and stroke teams in Spain.

Method

We performed a cross-sectional study based on an ad hoc questionnaire designed by 5 experts and addressed to neurologists leading stroke units/teams that had been operational for ≥ 1 year.

Results

The survey was completed by 43 stroke units (61% of units in Spain) and 14 stroke teams. The mean (SD) number of neurologists assigned to each unit/team is 4±3. 98% of stroke units (and 38% of stroke teams) have a neurologist on-call available 24hours, 365 days. 98% of stroke units (79% of stroke teams) have specialised nurse, 95% of units (71% of stroke teams) auxiliary personnel, 86% of units (71% of stroke teams) social worker, 81% of stroke units (71% of stroke teams) have a rehabilitation physician and 81% of stroke units (86% of stroke teams) a physiotherapist. Most stroke units (80%) have 4-6 beds with continuous non-invasive monitoring. The mean number of unmonitored beds is 14 (8) for stroke units and 12 (7) for stroke teams. The mean duration of non-invasive monitoring is 3 (1) days. All stroke units and 86% of stroke teams have intravenous thrombolysis available, and 81% of stroke units and 21% of stroke teams are able to perform mechanical thrombectomy, whereas the remaining centres have referral pathways in place. Telestroke systems are available at 44% of stroke units, providing support to a mean of 4 (3) centres. Activity is recorded in clinical registries by 77% of stroke units and 50% of stroke teams, but less than 75% of data is completed in 25% of cases.

Conclusions

Most stroke units/teams comply with the current recommendations. The systematic use of clinical registries should be improved to further improve patient care.

Keywords:
Stroke
Service organisation
Equipment
Resources
Care quality
Telemedicine
Texto completo
Introducción

En España, el ictus representa la segunda causa de muerte; es la primera entre las mujeres y la tercera entre los varones1. El ictus es, además, la primera causa de discapacidad en la edad adulta y la segunda de demencia, por lo que impacta gravemente en la vida de los pacientes y sus familias, y origina una importante carga sanitaria y social2,3. Según los datos del estudio Iberictus, la incidencia anual de ictus en nuestro país es de 187 por 100.000 habitantes4, aunque otros estudios, basados en datos del Instituto Nacional de Estadística, la sitúan en 252 por 100.000 habitantes5.

Los avances de las últimas décadas en el diagnóstico y tratamiento del ictus han permitido mejorar la atención de estos pacientes. En España, la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud6 y, específicamente, los planes regionales en las comunidades autónomas, establecen sistemas organizativos adaptados para implementar estos avances en la práctica clínica, basándose en las recomendaciones de las sociedades científicas2,7-9. Así, estos planes contemplan la implantación de unidades de ictus (UI) como el recurso asistencial de mayor eficacia y eficiencia en el tratamiento de los pacientes con ictus por ser el que favorece a un mayor número de pacientes, reduce la mortalidad, la dependencia y la necesidad de institucionalización8,10-13, y la creación de equipos de ictus (EI) en hospitales con menor nivel de complejidad14. Asimismo, el desarrollo del código ictus ha permitido aumentar el número de pacientes que se benefician de tratamientos específicos y reducir las demoras, lo que redunda en una mejor evolución y, por tanto, en una reducción significativa del impacto global de esta enfermedad15,16.

Sin embargo, existen grandes diferencias en el grado de implementación de los planes de atención del ictus entre las distintas comunidades autónomas y, a pesar de ser un recurso asistencial de eficacia y eficiencia demostradas, la implantación de UI ha sido lenta y desigual en nuestro país16,17. Dado que es en estas unidades donde se realizan los estudios diagnósticos y se inician las medidas en prevención secundaria, resulta de interés conocer sus características y sus pautas de actuación. Así pues, el presente trabajo tiene como objetivo conocer las características de las UI y EI en España, los medios de los que disponen, los profesionales implicados y sus protocolos de funcionamiento.

Material y métodos

Para dar respuesta al objetivo planteado, se llevó a cabo una encuesta estructurada diseñada por un comité científico formado por 5miembros del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN). La encuesta se envió a través de la secretaría de la SEN, junto con una carta de invitación a participar explicativa del objetivo del estudio, a todos los neurólogos miembros del GEECV-SEN con actividad profesional principal en UI o EI de los diferentes hospitales españoles. Para evitar posibles duplicidades en la información se indicó a los neurólogos participantes que solo enviasen una encuesta cumplimentada por cada UI o EI. El proyecto fue presentado en el seno de la red de investigación colaborativa Proyecto Ictus del GEECV-SEN.

El cuestionario incluía 17 preguntas relativas a 1) localización y características de la UI/EI (n=3); 2) dotación, recursos asistenciales y tratamientos disponibles (n=9); 3) indicadores de calidad asistencial (n=5). Este cuestionario forma parte de una encuesta más amplia en la que también se incluye un grupo de preguntas relacionadas con el grado de conocimiento y aplicación de las recomendaciones sobre factores de riesgo en prevención secundaria del ictus, cuyos resultados serán objeto de un análisis independiente posterior.

Fue requisito indispensable que la UI o el EI participante tuviera como mínimo un año de funcionamiento para considerar su datos fiables. La participación y cumplimentación de la encuesta fueron totalmente voluntarias y las encuestas respondidas se recibieron de forma anonimizada, tanto por lo que respecta al nombre del neurólogo participante como al del hospital en relación con el cual se respondía el cuestionario. La clasificación del recurso asistencial como UI o EI se determinó de acuerdo con las respuestas de los encuestados.

Para el análisis descriptivo de la muestra, se calcularon las frecuencias relativas y absolutas en el caso de las variables cualitativas y los estadísticos de centralidad y dispersión (media±DE o mediana, mínimo y máximo) para las variables cuantitativas. Todos los resultados obtenidos se calcularon respecto a las respuestas válidas otorgadas a cada una de las preguntas; se informa en cada caso del número de datos (N) sobre los que se realizaron los cálculos.

Resultados

La encuesta se llevó a cabo entre los meses de enero y junio de 2018. Se obtuvieron 57 respuestas, 43 de UI y 14 de EI de las 17 comunidades autónomas, según se indica en la tabla 1.

Tabla 1.

Distribución de las unidades de ictus y equipos de ictus participantes en la encuesta por comunidades autónomas

Comunidad autónoma  UI (N)  % de participación respecto al total de UI en cada comunidad autónomaa  EI (N)  % de participación por CC. AA.respecto al total de respuestas 
Andalucía  4  4/6 (67)  2  6 (11) 
Aragón  2  2/2 (100)  -  2 (3) 
Asturias  1  1/2 (50)  1  2 (3) 
Baleares  1  1/2 (50)  1  2 (3) 
Canarias  1  1/3 (33)  -  1 (2) 
Cantabria  1  1/1 (100)  -  1 (2) 
Castilla y León  3  3/5 (60)  -  3 (5) 
Castilla-La Mancha  2  2/2 (100)  2  4 (7) 
Cataluña  6  6/13 (46)  4  10 (18) 
Comunidad Valenciana  2  2/6 (33)  3  5 (9) 
Extremadura  2  2/2 (100)  -  2 (3) 
Galicia  3  3/3 (100)  -  3 (5) 
La Rioja  1  1/1 (100)  -  1 (2) 
Madrid  7  7/12 (58)  1  8 (14) 
Murcia  1  1/2 (50)  -  1 (2) 
Navarra  1  1/2 (50)  -  1 (2) 
País Vasco  5  5/6 (83)  -  5 (9) 

CC. AA.: comunidades autónomas; EI: equipo de ictus; UI: unidad de ictus.

a

Datos de participación por CC. AA. sobre el número de UI que cumplen los criterios del estudio, según el censo de UI del GEECV-SEN en el momento de realizar la encuesta.

La encuesta indica que la mayoría de las UI se encuentran en hospitales de mayor tamaño (desde 501 a más de 1.000 camas), mientras que los EI son el recurso asistencial disponible para el cuidado del paciente con ictus en los hospitales más pequeños (tabla 2).

Tabla 2.

Unidades de ictus y equipos de ictus según el tamaño del hospital participante

  Equipos de ictus  Equipos de ictus 
Número de camas  N (%)  N (%) 
Menos de 200  2 (5)  3 (21) 
200-500  5 (12)  6 (43) 
501-1.000  23 (53)  5 (36) 
Más de 1.000  13 (30)  0 (0) 
Total  43 (100)  14 (100) 

El tiempo medio de funcionamiento en el momento de contestar la encuesta era de 11±6 años (rango: 2-26) en el caso de las UI y de 11±6 años (rango: 2-28) en el de los EI.

Dotación, recursos asistenciales y tratamientos disponibles

La mayoría de las UI (80%) tienen 4-6 camas con monitorización continua no invasiva, con una mediana de 5. Una UI manifiesta tener solo 2 camas con monitorización, en un caso se dispone de 7, en 2 casos de 8 y un hospital refiere disponer de 10. De los EI, 5 (36%) manifestaron disponer de camas monitorizadas para el cuidado de los pacientes (de 2 a 5 camas). El número medio de camas no monitorizadas asignado a las UI es de 14±8 y de 12±7 en el caso de los EI.

Respecto a los recursos humanos asignados, la media de neurólogos adscritos a las UI y EI es de 4±3 en ambos casos. El 98% de las UI cuentan con neurólogo de guardia 24 h durante los 7 días de la semana, pero solo el 38% de los EI cuenta con esta figura. Un 98% de las UI frente al 79% de los EI cuentan con personal de enfermería especializado. El número medio de enfermeros especializados adscrito a la UI es de 4±4 y en los EI de 3±2. La mayoría de las UI (95%) cuentan con personal auxiliar adscrito a la unidad con una media de 4±3 auxiliares, mientras que en el caso de los EI el 71% cuenta con dicho personal, con una media de 4±2. Respecto a los recursos humanos para rehabilitación, el 81% de las UI refieren disponer de médico rehabilitador y fisioterapeuta asignado a la unidad y el 86% de trabajador social. En cambio, en el caso de los EI, estos porcentajes pasan a ser 71, 86 y 71%, respectivamente.

Con referencia a los tratamientos, todas las UI y 12 (86%) de los EI refieren contar con la posibilidad de realizar trombólisis intravenosa para el tratamiento de los pacientes con ictus isquémico. Uno de los 2 EI en cuyo centro no se realiza trombólisis intravenosa refiere tener establecido un circuito de derivación a otro hospital para su aplicación. La disponibilidad de trombectomía mecánica se reduce al 81% de las UI, y al 21% de los EI, pero todos los centros que no disponen de trombectomía tienen un sistema establecido de derivación a otros centros para el procedimiento.

De las UI que respondieron a la encuesta, 19 (44%) disponen de un sistema de teleictus para la asistencia remota a centros sin neurólogo de guardia que están bajo su área de influencia. Estas unidades se encontraban en las siguientes comunidades autónomas: Andalucía (n=1), Aragón (n=2), Baleares (n=1), Castilla y León (n=1), Cataluña (n=3), Comunidad Valenciana (n=1), Extremadura (n=2), Galicia (n=2), La Rioja (n=1) y Madrid (n=2). La media de centros a los que asisten con este sistema es de 4±3 (rango: 1-12). En cuanto a los EI que respondieron, únicamente 3 de ellos (21%) reciben asistencia remota con un sistema de teleictus desde un hospital con UI de referencia.

El cuestionario recogía una pregunta específica sobre el manejo de los pacientes con ataque isquémico transitorio (AIT). De los centros participantes 18 (42%) UI y 5 (36%) EI cuentan con una clínica o consulta de alta resolución para la atención a estos pacientes tras su evaluación inicial en urgencias. Las diferentes pautas de manejo del AIT se recogen en la tabla 3.

Tabla 3.

Manejo del paciente que acude a urgencias con ataque isquémico transitorio en las unidades de ictus y equipos de ictus

  Unidad de ictus  Equipo de ictus 
Respuesta  N (%)  N (%) 
Todos o la gran mayoría mediante ingreso hospitalario  24 (56)  10 (71) 
Todos o la gran mayoría en clínica de AIT  7 (16)  0 (0) 
En clínica de AIT o mediante ingreso hospitalario según riesgo estratificado mediante escalas (ABCD 2, 3, 3-I; otras)  11 (26)  4 (29) 
Estudio ambulatorio en consultas externas de neurología  1 (2)  0 (0) 
Solo se hace el estudio urgente y no se realiza más seguimiento  0 (0)  0 (0) 
Total  43 (100)  14 (100) 

AIT: ataque isquémico transitorio.

En 33 (77%) de las UI se dispone de un registro clínico para la recogida sistemática de la actividad generada y las características y evolución clínica de los pacientes atendidos, pero solo 7 (50%) de los EI disponen de este registro. En el caso de las UI que disponen de registro, el grado de cumplimentación es superior al 90% en la mayoría de los centros (73%), es del 75-90% en el 18% de los casos y del 25-50% en el resto. En cambio, solo 2 de los EI (28%) refieren un grado de cumplimentación de los registros >90%, que es del 75-90% en 3 casos, del 50-75% en uno y de 25-50% en otro.

Indicadores de calidad asistencial

Como indicadores de calidad asistencial se incluyeron en el cuestionario preguntas sobre estancia media, mortalidad, infecciones hospitalarias y destino al alta.

La estancia media de los pacientes en las camas monitorizadas en las UI es de 3±1 días (rango: 1-4). De las UI, 2 (5%) no aportaron este dato.

Los datos de estancia media global (desde el ingreso hasta el alta), la tasa de infecciones intrahospitalarias y la mortalidad intrahospitalaria referidas por los encuestados se recogen en la tabla 4. La tasa de respuesta a estas preguntas fue variable. No respondieron sobre estancia media 5 (12%) de las UI y uno (7%) de los EI. Sobre la tasa de infecciones, no respondieron 16 UI (37%) y 6 EI (43%) y no dieron datos de mortalidad 13 UI (30%) y 6 EI (43%).

Tabla 4.

Estancia media desde ingreso en urgencias hasta el alta hospitalaria, tasa de infecciones y mortalidad intrahospitalaria

  Unidad de ictus  Equipo de ictus 
Estancia media (días)a  7±1  6±2 
Tasa de infecciones intrahospitalarias (%)b  12±7  14±10 
Mortalidad intrahospitalaria (%)c  7±4  7±4 

Los datos se expresan en media±DE.

a

Datos de 38 unidades de ictus y 13 equipos de ictus.

b

Datos de 27 unidades de ictus y 8 equipos de ictus.

c

Datos de 30 unidades de ictus y 8 equipos de ictus.

En la tabla 5 se recoge el destino de los pacientes al alta hospitalaria. En este caso 10 UI (23%) y 5 EI (36%) no aportaron la información solicitada.

Tabla 5.

Destino tras el alta hospitalaria (% de pacientes sobre el total de no fallecidos)

  Unidad de ictus  Equipo de ictus 
Domicilio sin rehabilitación  39±15,5  38±21 
Domicilio con rehabilitación ambulatoria  29±17  30,5±16,5 
Rehabilitación hospitalaria  16,5±12  11±9 
Centro sociosanitario/residencia/centro de cuidados mínimos  15±9  19±13 

Los datos se expresan en media±DE. Datos de 33 unidades de ictus y de 9 equipos de ictus.

Discusión

El presente trabajo ofrece una aproximación sobre las características organizativas y asistenciales de las UI y EI en España.

En el momento en el que se realizó la encuesta, según datos del GEECV-SEN, en España existían 75 UI, de las cuales 70 llevaban más de un año en funcionamiento. En el proyecto participaron un total de 43 UI, lo que representa un 61% del total. Todas las comunidades autónomas (a excepción de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) estuvieron representadas con al menos una UI y, por tanto, la muestra se puede considerar representativa de todo el territorio nacional, aunque la tasa de respuesta fue menor que la media en el caso de algunas comunidades autónomas. No disponemos de datos sobre el número de EI organizados que existen en nuestro país para estimar la representatividad de la muestra en cuanto a sus características.

Aunque no todas la UI han respondido a la encuesta, los datos obtenidos ponen de manifiesto una gran desigualdad en cuanto a la distribución geográfica de las UI. La dotación es mayor en las comunidades autónomas con mayor producto interior bruto per cápita, como Madrid, Cataluña o el País Vasco18, mientras que, otras con menor producto interior bruto, pero muy extensas, como las 2Castillas o Andalucía, disponen de un menor número de UI, sin alcanzar el número mínimo de una por provincia. Esto supone que un porcentaje muy importante de los españoles, especialmente los que residen en estas comunidades autónomas menos dotadas, se encuentra a gran distancia de una UI, lo que implica mayor retraso y dificultad para el acceso a este recurso asistencial de eficacia y eficiencia demostradas8,10-13. Esta inequidad ya se puso de manifiesto en encuestas previas del GEECV16,17 y, aunque la situación ha mejorado, según los datos actuales seguimos estando lejos de los estándares recomendados en la Estrategia Nacional de Ictus6 y en las guías internacionales9. El cambio producido con respecto a las encuestas de 2010 y 201216,17 pone de manifiesto la tarea cada vez más activa que se está llevando a cabo desde los gobiernos de las comunidades autónomas, en colaboración con neurólogos expertos, para elaborar e implementar planes estratégicos regionales dirigidos a organizar y optimizar la atención a los pacientes con ictus con el fin de alcanzar los objetivos recomendados. Los datos presentados en esta encuesta pretenden contribuir a demostrar que dicha actividad debe continuar para crear más UI y establecer circuitos asistenciales que acerquen los últimos avances en el tratamiento del ictus a todos los pacientes.

Los datos de la encuesta muestran que la dotación de las UI en cuanto a recursos técnicos y a personal sigue, en general, las recomendaciones establecidas19-21. Sin embargo, algunas de las UI participantes no cumplen con estos requisitos puesto que, según indican, una no dispone de neurólogo de guardia las 24h todos los días, otra de personal de enfermería especializado y 8 no disponen de rehabilitador o fisioterapeuta en el equipo. La eficacia de las UI de ictus radica no solo en el hecho de disponer de tratamientos complejos y de monitorización en camas agrupadas en un área geográficamente delimitada del hospital, sino también en la aplicación de protocolos de diagnóstico, tratamiento específico y detección y manejo precoz de complicaciones de forma continuada por un equipo multiprofesional y multidisciplinar de personal experto. La ausencia de elementos determinantes de este equipo, como la enfermería especializada, de atención continuada 24h todos los días o de especialistas en rehabilitación, puede redundar en la reducción de esa eficacia. Por ello, todos los responsables de UI deben procurar cumplir con los patrones recomendados.

A pesar de la recomendación de que todos los pacientes con ictus sean atendidos en UI y que los distintos sistemas de organización asistencial deben dirigirse a este fin, los EI se han descrito como una alternativa a las UI en aquellos centros más pequeños que no tienen dotación suficiente, que atienden a áreas de menor población y que, de hecho, reciben pacientes con esta enfermedad6. La encuesta parece corroborar esta realidad, pues muestra como las UI en España se encuentran fundamentalmente en hospitales más grandes y los EI en los más pequeños. Los EI constituyen el equipo básico de atención para una primera valoración y abordaje terapéutico del paciente en hospitales que no cuentan con UI. Dicho manejo inicial debe estar protocolizado y coordinado por personal entrenado para favorecer la buena evolución de los pacientes. Por definición, la dotación de medios tanto humanos como materiales y los recursos técnicos en los EI es menor que en las UI6,14,15, y así se pone de manifiesto también con los resultados de la encuesta. Por otra parte, el diseño de la encuesta no permite analizar el tiempo efectivo de trabajo del personal asignado a las UI o a los EI, por lo que los datos ofrecidos podrían dar una idea sobrestimada de la dotación de estos recursos. En los protocolos de manejo de los EI debe estar contemplado el traslado del paciente que así lo requiera o que precise de tratamientos más complejos a centros con UI. Por lo tanto, deben contar con circuitos de derivación bien establecidos22 y con sistemas de monitorización por telemedicina desde centros con mayor complejidad, cuando no disponen de neurólogos expertos con atención continuada 24h todos los días6,10,15,16,23. La mayoría de los EI que contestaron la encuesta refieren tener establecidos circuitos de derivación, sin embargo, dado que participaron pocos EI, no es posible saber si esta es la realidad en todos los EI de España.

La utilización de la telemedicina es una de las recomendaciones contempladas en la estrategia nacional y en los distintos planes regionales de atención del ictus para hacer llegar la atención especializada a los centros que no disponen presencialmente de ella las 24h todos los días15. Su implementación permite aumentar el acceso a tratamientos específicos y, por tanto, contribuye a la equidad en la atención23 y es especialmente conveniente en aquellas áreas sanitarias con características que dificultan la rápida llegada del paciente al hospital con UI. En España este recurso asistencial se está extendiendo de modo significativo. Esto se pone de manifiesto con los datos de esta encuesta, según los cuales, 19 UI refieren disponer de sistema de teleictus para dar apoyo a otros centros, lo cual supone un incremento muy significativo con respecto a la encuesta del año 2012 en la que solo 5 centros con UI manifestaron disponer de un sistema de teleictus17. Por otro lado, según datos no publicados del GEECV correspondientes al año 2018, el sistema de teleictus estaba implantado en 25 centros de ictus de 12 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Navarra, La Rioja, Comunidad Valenciana), lo que contribuye a demostrar que la telemedicina es, cada vez más, una realidad en la atención al ictus en España. Según estos mismos datos, el número de hospitales que reciben apoyo desde cada centro de ictus oscila entre 1 y 7, con un total de 65 hospitales con soporte de teleictus, lo que se corresponde de manera aproximada con los datos obtenidos en esta encuesta.

La encuesta exploraba las distintas formas de abordaje de los pacientes con AIT. En la mayoría de las UI y EI participantes, los pacientes con AIT ingresan y, en un porcentaje no despreciable de los casos, que casi alcanza la mitad en los hospitales con UI, son manejados en consultas de alta resolución. Las guías recomiendan la evaluación urgente de estos pacientes, especialmente de aquellos con más riesgo de recurrencia a corto plazo, con el fin de hacer un diagnóstico etiológico y de aplicar el tratamiento adecuado en prevención secundaria lo antes posible. Una alternativa al ingreso hospitalario es el estudio ambulatorio urgente en clínicas de alta resolución en las que se puede llevar a cabo todo el protocolo de diagnóstico y tratamiento sin demora y sin necesidad de hospitalización, de manera eficaz y eficiente24-27. Esta forma de abordaje del AIT en España parece estar implementada en especial en UI, posiblemente porque los EI no disponen de los recursos necesarios para asegurar esta atención urgente. Sin embargo, la clínica de AIT puede ser una estrategia útil en los EI para asegurar la atención especializada a los pacientes con AIT28.

Otro de los objetivos de la encuesta era mostrar indicadores de resultados, en cuanto a estancias medias, mortalidad, tasa de infecciones y destino al alta. Aunque las cifras recogidas muestran unas cifras bajas de mortalidad y de infecciones hospitalarias respecto a lo recogido en la literatura4,29, estas pueden estar infraestimadas puesto que, de las UI y EI que respondieron a la encuesta, un porcentaje muy elevado, especialmente en el caso de los EI, no dieron datos sobre sus resultados. Esto posiblemente guarda relación con el hecho demostrado en la encuesta, de que, en muchos casos, no se recoge sistemáticamente la actividad y sus resultados en un registro clínico, por lo que estos se desconocen. La falta de respuesta sobre indicadores tan sólidos como la mortalidad o el destino al alta y estancia media dificulta el control de calidad de estas unidades asistenciales. La cumplimentación de registros para la monitorización de la calidad asistencial es uno de los requisitos contemplados para asegurar el buen funcionamiento de las UI, pero también de los EI6,10. Este estudio pone de manifiesto la falta de homogeneidad de los registros y de su grado de cumplimentación en nuestro país y la necesidad de mejorar este aspecto. Solo de esta manera se podrán conocer las fortalezas y los puntos débiles para asegurar la calidad de la atención y plantear estrategias de mejora.

Este trabajo tiene algunas limitaciones que se han ido mencionando al discutir los resultados. En primer lugar, solo se dispone de datos de 61% de las UI existentes en España en el momento de realizar la encuesta lo que, si bien es una representación elevada, no incluye el total de las UI del territorio español, por lo que algunos resultados pueden estar sesgados. En relación con los EI, no se dispone de datos sobre el número que está en funcionamiento en España, por lo que es difícil estimar la representatividad de la muestra. Es muy posible que los datos ofrecidos en cuanto a organización y recursos disponibles en los EI estén sobrestimando su realidad en nuestro país, pues posiblemente hayan respondido aquellos mejor organizados y dotados. En segundo lugar, al ser la respuesta anónima, no ha sido posible relacionar las características de las UI ni de los EI con las características sociodemográficas y asistenciales de su área de referencia. Por último, se debe tener en cuenta que, en aquellos centros en los que no existe un registro sistematizado de la actividad, la respuesta a las preguntas sobre indicadores de calidad asistencial puede no ser real. A pesar de las limitaciones, los datos obtenidos en este proyecto ofrecen información útil sobre las características de las UI y EI españoles.

Conclusiones

A lo largo de los años se han ido aumentando los recursos dedicados a la atención de los pacientes con ictus en España. Aunque aún lejos de conseguir el nivel óptimo, se van implementando planes organizativos con redes asistenciales en las comunidades autónomas en las que ha ido aumentando el número de UI y la asistencia a centros remotos mediante sistemas de teleictus. Es necesario seguir trabajando en este sentido y, para ello, es preciso también monitorizar la actividad realizada mediante su registro sistemático, con el objetivo de analizar los resultados y plantear estrategias de mejora tanto locales como regionales.

Financiación

El presente trabajo ha sido financiado por Amgen S.A.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

Los autores agradecen su colaboración a todos los neurólogos pertenecientes al Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología que han participado en el proyecto.

El proyecto cuenta con el aval científico otorgado por la Sociedad Española de Neurología.

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