El mundo ha cambiado. De repente. Nuestro mundo, tal y como lo conocíamos, probablemente ya no vuelva a ser el mismo. Al menos durante mucho tiempo.
En menos de cuarenta días la aparición de una pandemia por coronavirus, Covid-19, ha provocado primero la negación, luego la falsa idea de que se trataba de una enfermedad banal, “es como una gripe” decían al principio muchos pseudo-expertos y por último el estupor y el miedo ante un peligro inminente y desconocido, haciendo que todo un país se paralice mediante un RD de declaración del estado de alarma desde el 14 de marzo de 2020.
Los hospitales están siendo ocupados por pacientes contagiados por Covid-19, saturando las camas de UCI y después también las de Reanimación haciendo que, en la práctica, solo podamos intervenir urgencias o pacientes no demorables que no precisen cama en UCI/Rea.
El resto tienen que ser derivados a algunos hospitales privados donde, en ocasiones, disponen de un importante porcentaje de camas de UCI/Rea libres.
A fecha de hoy, 10 de abril de 2020, tenemos 10.583 pacientes fallecidos y más de 150.000 contagiados. Con toda seguridad serán muchos más, dado que no se hacen tests a la población general y se contabilizan como fallecidos por coronavirus sólo aquellos pacientes que han dado positivo.
La pandemia pasará, pero ¿cómo afectará a nuestra actividad personal, profesional y social?
¿Cómo afectará a nuestras relaciones personales y sociales? Darse la mano, dar un abrazo, hablar en un corrillo de varias personas en un bar tomando un aperitivo, viajar en transporte público, pasar la mano por una barandilla o el pasamanos de una escalera. Gestos habituales que, a partir de ahora, tendrán que cambiar y acostumbrarnos a mantener la distancia de seguridad de metro y medio.
¿Cómo afectará a nuestras relaciones profesionales? Imaginad un congreso con trescientas o cuatrocientas personas a la hora del coffee-break, o en el auditorio sentados a metro y medio y con mascarilla. O un taller con cadáver con cuatro o cinco neurocirujanos/as a su alrededor. O, simplemente, en las sesiones clínicas del Servicio, ¿serán con mascarilla y a metro y medio cada uno?
¿Cómo y cuando volveremos a operar? ¿Poco a poco, comenzando por los casos más urgentes? ¿Y la lista de espera quirúrgica, podremos afrontar la avalancha de nuevos pacientes actualmente esperando a que se solucione la pandemia?
¿Y la cirugía endoscópica endonasal? ¿Habrá que hacerla con un EPI como recomienda la SBNS? ¿Cuánto tiempo pasará hasta que podamos volver a la normalidad?
Todas estas preguntas carecen de respuesta a fecha de hoy porque desconocemos cuánto tiempo ha de pasar hasta que deje de haber nuevos contagios y ningún muerto. En Wuhan, donde comenzó todo, ha costado dos meses y medio, dicen las autoridades chinas. ¿Podemos dar por buena esa cifra y pensar que aquí sucederá igual?
Como Sociedad tenemos que actuar de forma coordinada y con protocolos consensuados a nivel nacional. Sólo así podremos trabajar con seguridad y ofrecer a nuestros pacientes la atención que precisan.
