Presentamos el caso de una mujer de 35 años, profesional de la salud, que acudió al servicio de dermatología tras la aparición de lesiones hemorrágicas levemente dolorosas en los pulpejos de los dedos de ambas manos tras 4 días de la administración de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) (figs. 1 y 2). No presentaba clínica sistémica, signos de infección, lesiones en otra localización ni otra dermatosis de base. Negó la ingesta de fármacos y la realización de procedimientos diagnósticos invasivos en los últimos 2 meses. Como único antecedente destacaba una diabetes mellitus bien controlada, con la cual comenzó hacía 4 años. Tampoco presentaba historia personal o familiar de coagulopatía o enfermedades autoinmunes. Se realizó una prueba de reacción en cadena de la polimerasa de SARS-CoV-2 que fue negativa, junto a una analítica con glucemia, perfil lipídico, coagulación, proteína C reactiva, velocidad de sedimentación globular y hemograma que fueron todos normales. Los autoanticuerpos, las crioglobulinas y los anticuerpos antifosfolípido fueron negativos. Tras descartar las principales entidades asociadas al desarrollo de este tipo de lesiones se atribuyó la aparición de las mismas a la administración de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el SARS-CoV-2, pudiendo deberse a una reacción de hipersensibilidad retardada y/o a una alteración transitoria de la coagulación en el contexto del proceso de inmunización.
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