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Vol. 41. Núm. 10.
Páginas 654-662 (Diciembre 2018)
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Vol. 41. Núm. 10.
Páginas 654-662 (Diciembre 2018)
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Prevalencia de las resistencias de Helicobacter pylori tras el fracaso de una primera línea de tratamiento. Revisión sistemática
Prevalence of Helicobacter pylori resistance after failure of first-line therapy. A systematic review
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Neus Muñoza,b,
Autor para correspondencia
neus85@gmail.com

Autor para correspondencia.
, Jordi Sánchez-Delgadob,c, Mireia Baylinaa,b, Sheila López-Góngoraa,b, Xavier Calvetb,c
a Departamento de Medicina Interna, Corporació Sanitària Universitària Parc Taulí, Sabadell, Barcelona, España
b Departamento de Medicina, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, España
c Departamento de Gastroenterología y Hepatología, Corporació Sanitària Universitària Parc Taulí, Sabadell, Barcelona, España
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Tabla 1. Artículos de la revisión. Métodos de determinación de resistencias
Tabla 2. Artículos incluidos en la revisión. Tratamientos de primera línea recibidos y prevalencia de resistencias secundarias
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Resumen

No hay datos sistemáticos sobre cuáles son las tasas de resistencia a antibióticos tras el fracaso de un primer tratamiento erradicador. El objetivo del estudio es determinar la prevalencia de las resistencias secundarias a los antibióticos mediante una revisión sistemática de estudios que evaluaban las resistencias secundarias de Helicobacter pylori. Se identificaron 31 estudios (2.787 pacientes). Se determinaron resistencias en 1.764 pacientes. El 99,1% de los pacientes recibieron claritromicina como tratamiento de primera línea, y un 58,7% desarrollaron resistencias. El 24,3% de los pacientes recibieron metronidazol, desarrollando resistencias el 89,7%. La resistencia secundaria a amoxicilina fue excepcional. Las resistencias secundarias tras un primer tratamiento son muy elevadas. Estos hallazgos dan soporte a la recomendación de no repetir claritromicina o metronidazol tras el fracaso de un primer tratamiento erradicador.

Palabras clave:
Helicobacter pylori
Segunda línea
Resistencias
Abstract

There are no systematic data on the rates of antibiotic resistance after the failure of a first eradication treatment. The objective of this study was to determine the prevalence of secondary resistance to antibiotics by conducting a systematic review of studies evaluating the secondary resistance of Helicobacter pylori. We identified 31 studies (2,787 patients). Resistance was determined in 1,764 patients. A percentage of 99.1 of patients received clarithromycin as first-line treatment and 58.7% developed resistance. A percentage of 24.3 received metronidazole and 89.7% developed resistance. Secondary resistance to amoxicillin was extremely rare. Secondary resistance after first-line treatment was very common. These findings support the recommendation not to repeat clarithromycin or metronidazole after the failure of a first eradication treatment.

Keywords:
Helicobacter pylori
Second-line
Resistances
Texto completo
Introducción

Helicobacter pylori es una de las infecciones humanas más frecuentes. Se estima que aproximadamente el 50% de la población mundial está infectada de forma crónica por H. pylori. La infección se asocia con enfermedades gastrointestinales significativas, como la úlcera péptica, la gastritis crónica, la dispepsia funcional, el linfoma del tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica y el cáncer gástrico1,2. Desde el descubrimiento de la infección por H. pylori en 19823, se han descrito múltiples opciones terapéuticas. Hasta hace poco, el tratamiento estándar ha sido la terapia triple que incluía 2 antibióticos (claritromicina, y amoxicilina o metronidazol) y un inhibidor de la bomba de protones4. Sin embargo, la eficacia de este tratamiento ha disminuido, principalmente debido a la resistencia a claritromicina y metronidazol. En este sentido, la tasa de resistencia a la claritromicina ha aumentado a más del 20% en muchos países5. Debido a los malos resultados de la triple terapia, las directrices actuales han cambiado sus recomendaciones a terapias cuádruples más largas y complejas6–9. Aunque los nuevos tratamientos logran mejores tasas de curación que la triple terapia, el tratamiento de primera línea para H. pylori todavía fracasa en aproximadamente el 10-20% de los pacientes4.

En la mayoría de los consensos se afirma que la resistencia de H. pylori a los antibióticos es muy elevada tras el fracaso de un primer tratamiento erradicador4,9. Sin embargo, este dato se basa en pocos estudios, que combinan la evaluación de resistencias primarias y secundarias8,10–12. En nuestro conocimiento, no se ha realizado ninguna revisión sistemática en la que se analice la tasa de resistencias secundarias tras el fracaso de una primera línea de tratamiento erradicador (inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina y claritromicina). Conocer exactamente estas tasas de resistencia puede ser extremadamente útil para diseñar tratamientos de segunda y tercera línea.

En una revisión sistemática realizada recientemente por nuestro grupo, se evaluó la efectividad de las terapias de segunda línea para la erradicación de H. pylori13. El estudio mostró que pocos tratamientos logran tasas de curación de más del 90%. Además, ningún tratamiento individual alcanzó resultados excelentes de manera consistente. Una parte de los estudios incluidos en la revisión sistemática citada reportan las resistencias a los antibióticos tras el fracaso del tratamiento inicial y permiten estimar las tasas de resistencias secundarias para los antibióticos más comúnmente utilizados.

El objetivo de este estudio es, por lo tanto, realizar una evaluación sistemática para determinar la prevalencia de resistencias a los antibióticos tras el fracaso del tratamiento de primera línea de la infección por H. pylori.

Material y métodos

El estudio se realizó de acuerdo con las normas de las declaraciones PRISMA14 y MOOSE15 para revisiones sistemáticas y metaanálisis. La lista de verificación de MOOSE se muestra en el anexo 1 y el diagrama de flujo de PRISMA en la figura 1.

Figura 1.

Flujo de información a través de las diferentes fases de la selección de los estudios.

(0,3MB).
Estrategia de búsqueda

Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura limitada a artículos publicados en texto completo en PubMed y el ISI Web of Knowledge de 1996 a junio de 2015. Las referencias en los artículos seleccionados, las revisiones sistemáticas y las bases de datos personales de los autores también se revisaron. Las estrategias de búsqueda fueron ((second line OR rescue OR failure) AND pylori)) en PubMed, y Title=(pylori) y Title=(second line or rescue) en el ISI Web of Knowledge.

Criterios de inclusión

Se incluyeron artículos publicados de texto completo que cumplían los siguientes criterios: a) ensayos clínicos aleatorizados o casi aleatorizados o estudios observacionales; b) que evaluaran el tratamiento de rescate después de un primer fracaso del tratamiento para H. pylori, y c) estudios que realizaban determinación de resistencias. Solo se incluyeron artículos publicados en español, italiano, francés e inglés.

Criterios de exclusión

Los criterios de exclusión fueron: artículos en idiomas asiáticos, publicaciones duplicadas, cartas al editor, opiniones de expertos y reseñas.

Extracción de datos

Los datos fueron extraídos de forma independiente por 2 de los autores (NM y XC). La decisión de incluir o excluir los estudios la tomaron los 2 autores por separado. Las disconformidades se resolvieron por consenso. El acuerdo entre los 2 autores que seleccionaron los artículos relevantes fue superior al 90%. La extracción de datos se estandarizó utilizando una tabla de extracción de datos y se realizó de forma independiente para cada estudio por los 2 autores. Los datos se revisaron en caso de desacuerdo y, de ser necesario, se consensuaron. Las variables compiladas para el presente estudio fueron: año de publicación, país donde se realizó el estudio, número de pacientes, número de cultivos y método para determinar resistencias y tasas de resistencia según el tratamiento previo administrado y las de resistencia a los antibióticos tras el fracaso de primera línea.

Riesgo de sesgo

Dos revisores (NM y JSD) evaluaron de forma independiente el riesgo de sesgo de acuerdo con las recomendaciones actuales de la Colaboración Cochrane para ensayos clínicos aleatorizados y las sugerencias de la Guía de Métodos para la Efectividad y las Revisiones comparativas de efectividad para estudios observacionales16. Las discrepancias en la interpretación se resolvieron con un tercer revisor (XC).

Resultados

Se obtuvieron más de 2.000 artículos con la búsqueda original. Después de la revisión de los resúmenes, se evaluaron 172 artículos en texto completo para determinar su elegibilidad. Los estudios duplicados fueron excluidos. Tras una evaluación cuidadosa, se seleccionaron 31 artículos17–47 (2.787 pacientes) que realizaban determinaciones de sensibilidad y analizaban tasas de resistencia.

Estudios excluidos

Ciento cuarenta y un estudios fueron finalmente excluidos, por las siguientes razones: 1) estudios que incluyeron pacientes pediátricos; 2) artículos que informaron solo resultados para pacientes en tratamiento de primera, tercera o cuarta línea; 3) artículos en idiomas asiáticos; 4) cartas al editor o editoriales o revisiones del tratamiento de H. pylori; 5) artículos en los que los datos proporcionados no permitieron la evaluación de la elegibilidad del estudio o la extracción de datos, y 6) artículos sobre tratamientos de segunda línea sin datos sobre resistencias o sin datos sobre el tratamiento de primera línea (anexo 2).

Estudios incluidos

Treinta y un artículos que describían la tasa de resistencia tras el fracaso de un primer tratamiento erradicador (2.787pacientes) se incluyeron en la revisión sistemática.

Calidad de los estudios

La evaluación del riesgo de sesgo se proporciona en la figura 2. De los 31 artículos, 18 fueron ensayos controlados aleatorizados, 12 fueron observacionales y uno fue retrospectivo.

Figura 2.

Tabla de riesgo de sesgos. NC: estudios no controlados; RCT: ensayos clínicos aleatorizados controlados.

(0,53MB).
Tasas de resistencia a antibióticos utilizados en primera línea

En total, se analizaron en nuestra revisión 2.787 pacientes; de estos, se determinaron las resistencias antes del segundo tratamiento en 1.764 (63,3%). Se muestran detalles adicionales en el método para determinar las resistencias y MIC evaluadas en la tabla 1.

Tabla 1.

Artículos de la revisión. Métodos de determinación de resistencias

Año  Autor  Método  MIC AMO  MIC CLAR  MIC MET  MIC LEV  MIC TET  MIC RIFAB 
2006  Borody et al.17  E-test  >>  0,002 
2003  Chi et al.20  E-test  >>>  > 
2012  Chuah et al.23  E-test  >    >> 
2012  Chuah et al.22  E-test    >>>> 
2003  Furuta et al.25  Agar  >0,5  >       
2011  Furuta et al.24  Molecular    >16       
2002  Georgopoulos et al.26  Agar    >>  > 
1999  Gomollon et al.27  E-test  >>>32       
2011  Hori et al.28  Agar         
2003  Isomoto et al.29  E-test    >>     
2009  Kuo et al.18  E-test  >0,5    >>> 
2012  Kudo et al.39  Agar  0,5  ≥1       
2013  Kuo et al.19  E-test  >0,5    >>> 
2014  Liang et al.21  E-test    > 1  > 8    > 4   
2011  Liou et al.30  E-test  0,5  >   
2005  Matsumoto et al.31  E-test  >>>>   
2003  Murakami et al.33  E-test  >0,5  >>16       
2006  Murakami et al.34  E-test  >0,5  >>16       
2006  Murakami et al.35  E-test    >>16       
2008  Murakami et al.32  E-test  >0,5  >>16       
2007  Nishizawa et al.36  Agar  >0,5  >>     
2004  Shimoyama et al.37  Agar  >0,5  >>16       
2007  Shirai et al.38  Agar  0,5  >     
2014  Tai et al.43  E-test  >0,5      >> 
2005  Togawa et al.40  Agar             
2009  Ueki et al.41  Agar  0,5       
2003  Watanabe et al.42  E-test           
2002  Wong et al.44  E-test             
2003  Wong et al.45  E-test  >>>     
2006  Wu et al.47  E-test    >>  > 
2011  Wu et al.46  E-test  >0,5    >  > 

AMO:amoxicilina; CLAR: claritromicina; LEV: levofloxacino; MET: metronidazol; MIC: concentración mínima inhibitoria; RIFAB: rifabutina.

Se analizó la prevalencia de las resistencias secundarias a los diferentes antibióticos:

  • a)

    Amoxicilina: se analizaron 1.729 pacientes. Solo 10 (0,36%) desarrollaron resistencia secundaria.

  • b)

    Claritromicina: se obtuvieron 1.747 cultivos para resistencias, de los cuales 1.026 (58,72%) presentaron resistencias a esta.

  • c)

    Metronidazol: de 68 pacientes evaluados, 61 (89,7%) presentaron resistencia secundaria al fármaco.

  • d)

    Finalmente, de 35 pacientes que recibieron conjuntamente claritromicina y metronidazol como primera línea de tratamiento, 18 (40,9%) fueron resistentes a ambos antibióticos (tabla 2).

    Tabla 2.

    Artículos incluidos en la revisión. Tratamientos de primera línea recibidos y prevalencia de resistencias secundarias

    Autor  Año  País  Primera línea  n R  n R
    AMO (%) 
    n R
    CLAR
    (%) 
    n R
    MET
    (%) 
    n R
    MET y CLAR
    (%) 
    n R
    QUIN
    (%) 
    n R
    TET
    (%) 
    Borody et al.17  2006  Australia  IBPCA  52  52  11 (21,1)  8 (15,3)  28 (53,8)     
    Chi et al.20  2003  Taiwán  IBPCA  100  74    35 (47,2)  44 (59,4)  13 (17,5)     
    Chuah et al.22  2012  Taiwán  IBPCA  128  32        9 (28,1) 
    Chuah et al.23  2012  Taiwán  IBPCA  101  34    9 (26,4)    11 (32,3) 
    Furuta et al.25  2003  Japón  IBPCA  17  17  12 (70,5)         
    Furuta et al.24  2011  Japón  IBPCA  74  59    49 (83)  12 (20,3)       
    Georgopoulos et al.26  2002  Grecia  IBPCA  95  67    18 (26,8)  19 (28,3)  10 (14,9)     
    Gomollon et al.27  1999  España  IBPCA  21  19  3 (15,7)  3 (15,7)  3 (15,7)     
    Hori et al.28  2011  Japón  IBPCA  82  12    11 (91,6)       
    Isomoto et al.29  2003  Japón  IBPCA  123  72    45 (62,5)  20 (27,7)       
    Kudo et al.39  2012  Japón  IBPCA  52  47  45 (95,7)  2 (4,2)       
    Kuo et al.18  2009  Taiwán  IBPCA  166  99  6 (6)    56 (56,5)    21 (21) 
    Kuo et al.19  2013  Taiwán  IBPCA  150  46  2 (4,3)  21 (45,6)  27 (58,6)    13 (28,2) 
    Liang et al.21  2014  Taiwán  IBPCA  61  17  6 (35,2)  3 (17,6)    4 (23,5) 
    Liou et al.30  2011  Taiwán  IBPCA  142  52  1 (1,9)  33 (63,4)  8 (15,3)    8 (15,3)   
    Matsumoto et al.31  2005  Japón  IBPCA  60  35  21 (60)  3 (8,5)    5 (14,28)   
    Murakami et al.33  2003  Japón  IBPCA  92  90  56 (62,2)  22 (24,4)       
    Murakami et al.34  2006  Japón  IBPCA  61  57  48 (84,21)  3 (5,2)       
    Murakami et al.35  2006  Japón  IBPCA  88  88      21 (23,8)       
    Murakami et al.32  2008  Japón  IBPCA  169  162  128 (79)  14 (8,6)       
    Nishizawa et al.36  2007  Japón  IBPCA  107  107  96 (89,7)  4 (3,7)       
    Shimoyama et al.37  2004  Japón  IBPCA  70  62  52 (83,8)       
    Shirai et al.38  2007  Japón  IBPCA  132  86  74 (86)  5 (5,8)       
    Tai et al.43  2014  Taiwán  IBPCA  158  44  1 (2,2)        14 (31,8)   
    Togawa et al.40  2005  Japón  IBPCA  23  23    12 (52,1)         
    Ueki et al.41  2009  Japón  IBPCA  104  95  85 (89,4)  5 (5,2)       
    Watanabe et al.42  2003  Taiwán  IBPCA  33  27    12 (44,4)      1 (3,7)   
                           
    Wong et al.44  2002  China  IPBCM  26  22    15 (91,6)  5 (22,7)  9 (40,9)     
    Wong et al.44  2002  China  IBPCA  11  10    6 (60)  4 (40)  4 (40)     
    Wong et al.44  2002  China  RANCM    3 (75)  2 (50)  2 (50)     
    Wong et al.44  2002  China  IBPAM       
    Wong et al.45  2003  China  IBPCA  34  28  21 (75)  9 (32,1)  8 (28,5)     
    Wong et al.45  2003  China  IBPAM  23  16    3 (18,7)  16 (100)  3 (18,7)     
    Wong et al.45  2003  China  IBPCM  11    7 (77,7)  8 (88,8)  7 (77,7)     
    Wu et al.47  2006  Taiwán  IBPCA  93  44    30 (68,1)  22 (50)     
    Wu et al.46  2011  Taiwán  IBPCA  120  55    29 (52,7)      1 (1,8) 

    AMO:amoxicilina; CLAR: claritromicina; IBPAM: inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina y metronidazol; IBPCA: inhibidor de la bomba de protones, claritromicina y amoxicilina; IBPCM: inhibidor de la bomba de protones, claritromicina y metronidazol; MET: metronidazol; QUIN: quinolonas; R: resistentes; RANCM: ranitidina, claritromicina y metronidazol; TET: tetraciclinas.

Tasas de resistencia a antibióticos que no se utilizaron en primera línea

En nuestra revisión se analizaron también la prevalencia de otros antibióticos no utilizados en el tratamiento de primera línea. Se obtuvo un 4,9% de resistencias a quinolonas y un 0,05% a tetraciclinas. De los pacientes que no recibieron metronidazol (2.719), 405 (14,9%) eran resistentes.

Discusión

La OMS ha catalogado H. pylori como una de las infecciones donde la resistencia a los antibióticos es alta y puede representar un problema de salud pública48. Los resultados de nuestra revisión muestran una elevada prevalencia de resistencias secundarias a claritromicina (>50%), valores que coinciden con otros estudios publicados49–52. Las tasas de resistencia secundaria al metronidazol son incluso más elevadas (89,7%). Por el contrario, las resistencias secundarias a amoxicilina son excepcionales. Es interesante destacar que hasta el 40,9% presentan resistencia doble a metronidazol y claritromicina tras el fracaso del tratamiento. Estas cifras coinciden con los datos de estudios previos donde las resistencias secundarias oscilaron entre el 46,9 y 83,3% para claritromicina, el 16,7 y 43,8% para metronidazol y el 16,7 y 50% para quinolonas53.

Se analizaron también la prevalencia de resistencias a otros antibióticos que no fueron administrados como primera línea. Es interesante resaltar que se obtuvieron tasas de resistencia bajas (4,9%) a quinolonas y excepcionales a tetraciclinas (0,05%). En el caso de las quinolonas, esta baja tasa de resistencia podría reflejar tanto una selección de cepas sensibles al antibiótico como una baja prevalencia de base. En el caso de metronidazol la tasa «basal» de resistencia fue del 14,9%, mucho menor que el 89% observado tras el fracaso del tratamiento.

Según nuestro conocimiento, este es el primer estudio que evalúa de manera sistemática la tasas de resistencias secundarias a antibióticos. Llaman la atención los escasos datos disponibles en países occidentales, una de las limitaciones del estudio. Por otro lado, el reducido número de estudios detectados no permite realizar ningún análisis de subgrupos.

Nuestro estudio confirma que es recomendable evitar la readministración de claritromicina tras un primer fracaso de tratamiento erradicador. Por otro lado, los datos sobre metronidazol son más discutibles. Aunque distintos estudios y revisiones evidencian que el tratamiento con metronidazol a dosis altas y durante 10 días o más podría revertir las resistencias in vitro54, un reciente estudio observacional multicéntrico muestra que la repetición del antibiótico se asocia a tasas de curación muy bajas en el contexto del fracaso de un tratamiento con metronidazol previo55.

De los artículos incluidos en nuestra revisión sistemática, un tercio no presentan una adecuada ocultación de la asignación y cegamiento de los investigadores (fig. 2), por lo tanto, el riesgo de sesgo es mayor y los resultados de la revisión sistemática, así como la calidad de los mismos, podrían verse afectados. También hay que destacar que la mayoría de los estudios incluidos se han desarrollado con población asiática, y tan solo 3 en población mediterránea, por lo que la aplicabilidad en la práctica clínica en nuestro medio es menor.

En conclusión, nuestro estudio apunta a que las resistencias secundarias tras un tratamiento inicial a metronidazol y claritromicina son muy elevadas. Por el contrario, las resistencias a amoxicilina son extremadamente raras, incluso después de un fracaso del tratamiento.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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