Abordaje terapéutico
La Atención Farmacéutica (AF) en tabaquismo se dirige a ayudar a los fumadores y puede desarrollarse a través de cualquiera de los procesos que la integran: dispensación informada, indicación farmacéutica, seguimiento farmacoterapéutico, educación sanitaria e incluso farmacovigilancia. Los autores de este artículo describen la estrategia a seguir en los distintos casos.
A la farmacia acude un gran número de fumadores a los que el farmacéutico tiene oportunidad de dirigirse cuando: solicitan automedicación para un problema respiratorio, se les mide la presión arterial, solicitan productos relacionados con la higiene oral, etc. Cualquiera de estas circunstancias puede ser un buen momento para intervenir, si se atiende a los beneficios que el fumador puede tener al dejar su hábito. Para ello, los mensajes deben ser personalizados en función de las características del individuo, para lo que puede ser útil la tabla I.
Para intervenir correctamente es importante saber que un individuo no deja de fumar de la noche a la mañana sino que va pasando por una serie de fases sucesivas:
Fase de precontemplación (fumador consonante). Está de acuerdo con lo que está haciendo y no se plantea ningún cambio. En esta etapa se hallan del 30 al 35% de los fumadores.
Fase de contemplación (fumador disonante). Son personas que fuman pero son conscientes de que les perjudica. Desearían dejarlo, pero no pueden. En ella están en torno al 50% de los fumadores.
Fase de preparación. Son fumadores disonantes que se plantean seriamente abandonar en breve el tabaco.
Fase de acción. En ella se materializa el abandono del tabaco, es decir, se produce un cambio de comportamiento.
Fase de mantenimiento. El fumador permanece abstinente. Esta fase dura un año a partir de la fecha de abandono del hábito, momento hasta el cual no puede considerarse que es un ex-fumador.
En función de la fase en que se encuentre la persona en cuestión, la actuación del farmacéutico deberá variar, tal como se expresa en el algoritmo de la figura 1.
Fig. 1. Actuación del farmacéutico en función de la situación del cliente
En la mayoría de los casos podrá realizarse indicación farmacéutica, ya que la nicotina, en parches, chicles o comprimidos para chupar, puede dispensarse sin receta. En otros será necesario remitir al paciente al médico y en caso de que le prescriba algún medicamento, se efectuará la correspondiente dispensación informada. A continuación se analizan las distintas opciones de tratamiento.
Bupropión
En la dispensación de bupropión (fig. 3) hay varios datos clave que es preciso tener en consideración:
Es muy importante conocer unos datos del paciente que nos permitan descartar la existencia de algún factor de riesgo que predisponga a las convulsiones.
Nunca debemos dejar de recordar al paciente que el abandono del tabaco no debe producirse al inicio del tratamiento sino a lo largo de la segunda semana de haberlo empezado. También hay que insistir en la importancia de separar las 2 tomas un mínimo de ocho horas y realizar la última no demasiado avanzada la tarde, para evitar el posible insomnio.
En la tabla III se recogen las principales características de los 2 tratamientos (TSN y bupropión) que pueden resultar de utilidad para consultar rápidamente en la farmacia en caso de dudas.
Terapia sustitutiva con nicotina
El éxito de la terapia sustitutiva con nicotina (TSN) depende en buena medida de que se seleccione la forma farmacéutica, dosis y pauta más adecuada. Para ello se establecen 3 categorías de fumadores (tabla II), teniendo en cuenta el número de cigarrillos diarios, la puntuación obtenida en el test de Fagerström y los niveles de monóxido de carbono presentes en el aire espirado.
Una vez seleccionada la presentación y la pauta más adecuada para cada fumador en particular, se aplicará el algoritmo de dispensación correspondiente (fig. 2).
Fig. 2. Algoritmo de dispensación de la TSN
Fig. 3. Algoritmo de dispensación de bupropión
Los parches permiten mantener unos niveles plasmáticos constantes pero inferiores a los habituales del fumador. Para evitar el craving (deseo intenso de satisfacer una conducta adictiva) o cualquier otro síntoma agudo del síndrome de abstinencia, puede ser necesario utilizar, además, las formas de liberación rápida: chicles o comprimidos. Por este motivo, cada vez es más frecuente dispensar chicles o comprimidos a personas que utilizan parches, para su empleo conjunto.
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Bibliografía de consulta a texto completo en www.doymafarma.com
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