El mercado de los productos repelentes de insectos y antipruriginosos tiene un repunte clásicamente estival, determinado por el mayor número de horas de permanencia al aire libre y de exposición corporal a agentes externos que marca el buen tiempo. La farmacia dispone de productos adecuados para hacer frente a estos problemas y puede adaptar su dispensación a las necesidades y preferencias de cada usuario.
Las picaduras de insectos son muy frecuentes durante el período estival y los repelentes son el arma principal del que disponemos para intentar evitarlas. Aunque las picaduras comportan, en la mayoría de los casos, únicamente molestias leves, hay que tener en cuenta que en personas alérgicas pueden llegar a acarrear importantes complicaciones. En viajes internacionales a países donde los insectos son transmisores de enfermedades, los repelentes se hacen imprescindibles
Se conoce como prurito aquella sensación desagradable que induce al individuo a rascarse. La intensidad del prurito puede ser muy variable, desde una sensación leve y soportable, hasta un prurito tan intenso que altere profundamente el equilibrio físico y psicológico del paciente. El picor es un síntoma, no una enfermedad. Gran número de cuadros patológicos pueden producir picor, por tanto, conocer su causa es decisivo para poder tratarlo de forma eficaz.
Repelentes de insectos
Los repelentes de insectos son sustancias químicas que ofrecen protección frente a las picaduras de insectos. Aplicadas sobre la superficie del cuerpo, estas sustancias estimulan ciertos receptores de los insectos y los ahuyentan sin matarlos. Aseguran una protección de 5 a 8 horas después de su aplicación y se encuentran en las farmacias bajo distintas formas farmacéuticas (líquidos, cremas, aerosoles, sprays, barras, etc.).
La mayoría de repelentes están formulados con un solo principio activo, no obstante, podemos encontrar también algunos que combinan varios a la vez. La Environmental Protection Agency (EPA) clasifica los repelentes en dos grupos:
Repelentes sintéticos convencionales
En este grupo se encuadran:
• Dietiltoluamida (DEET), de gran eficacia para la mayoría de especies de insectos y arácnidos. La protección que ofrece es proporcional a la concentración, pero en aquellos productos muy concentrados puede tener un cierto grado de toxicidad. Se trata del repelente más utilizado a nivel mundial.
• Icaridina (hidroxietil isobutil piperidín carboxilato). Es un derivado de la pimienta, con agradables propiedades organelépticas y no agresivo para la piel.
Repelentes biopesticidas
En este grupo se enmarcan:
• Aceites esenciales, entre los que se encuentran la esencia de citronella y el citriodiol (destilado de Eucaliptus citriodora). Producen una sensación desagradable sobre las terminaciones nerviosas de los insectos y los ahuyentan. No afectan al equilibrio ecológico, son bien tolerados y su olor es agradable.
La eficacia de ambos es limitada pero algo mayor en el segundo que en el primero.
• Permetrinas (o piretrinas). Además de su efecto insecticida que les hace ampliamente utilizados como pediculicidas, son también un buen repelente de otros insectos. No obstante, se aconseja que su uso como repelente se limite a impregnar mosquiteras, cortinas y ropa de cama en aquellas zonas con alta densidad de mosquitos. Pueden correrse algunos riesgos, especialmente cuando se asocia con otros repelentes.
• IR3535 (etil butilacetilaminopropionato) es similar estructuralmente al aminoácido alanina y presenta un perfil toxicológico notablemente seguro. Su efecto dura unas 7 horas.
Antipruriginosos
El rascado persistente, además de molesto, provoca enrojecimiento e incluso aparición de lesiones cutáneas. De hecho, rascarse puede irritar tanto la piel que se produce más picor, se crea un círculo vicioso y el cuadro se va agravando pudiendo llegar a cronificarse.
Entre las afecciones cutáneas más frecuentes que pueden producir prurito encontramos las picaduras de insectos, la urticaria, los eccemas, diversas dermatitis, así como también ciertas infestaciones por parásitos.
A menudo, el contacto de la piel con ciertos tejidos o sustancias irritantes, como cosméticos, disolventes, etc. puede causar prurito intenso generalizado. También una piel excesivamente seca, sobre todo en personas mayores, puede ser causa de picor.
Algunas enfermedades sistémicas pueden causar también picor, como ciertas hepatopatías, linfomas, leucemias, alteraciones del tiroides, diabetes o ciertos carcinomas. En algunas personas los causantes del prurito pueden ser ciertos medicamentos como algunos barbitúricos, antimaláricos, estrógenos, testosterona y vitaminas del complejo B. A esta amplia relación de posibles factores desencadenantes cabe añadir, además, algunas alergias y problemas de salud de origen psíquico, como pueden ser la ansiedad y la tensión emocional intensa.
Puesto que el prurito es un síntoma, el abordaje terapéutico dependerá lógicamente de la causa que lo produce. El prurito causado de forma evidente por picaduras de insectos o contacto con plantas urticantes puede resolverse habitualmente desde la farmacia con antipruriginosos tópicos o pomadas calmantes. En casos más complicados, en los que el prurito es muy intenso o generalizado o se desconoce su causa, debe remitirse al paciente al médico, que evaluará los síntomas, estudiará la historia médica y prescribirá el tratamiento adecuado.
En casos de prurito generalizado, el médico suele prescribir antihistamínicos orales, mientras que en afecciones localizadas suele recurrir a la vía tópica. También, con cierta frecuencia, suelen prescribirse corticoides tópicos, ya que reducen la inflamación y ayudan a controlar el picor. Están indicados en ciertos tipos de prurito muy localizado y durante periodos cortos, por los riesgos que conlleva su uso crónico en superficies extensas. La acción de todos estos tratamientos es puramente sintomática.
Mercado de los repelentes de insectos
En el período anual cerrado en diciembre de 2011 las ventas totales de repelentes de insectos en farmacias ascendieron a 1.194.000 unidades por un importe aproximado de 10,60 millones de euros. (Las cifras manejadas en este artículo hacen referencia únicamente a las ventas intermediadas por la distribución farmacéutica mayorista.)
Cuotas de mercado por laboratorios
El laboratorio que más facturó fué Milo con 239.000 unidades (20,0%) y 3,57 millones de euros (33,7%). Chefaro, con un porcentaje algo mayor en unidades (266.000, 22,3%), consiguió 1,70 millones de euros (16,1%).
A continuación se situó Cinfa, 159.000 unidades (13,3%) y 1,20 millones de euros (11,3%), seguida de OTC Ibérica (Grupo Ferrer) con 86.000 unidades (7,2%) y 1,05 millones de euros (9,9%).
En quinta posición se colocó Dermopharmacie & Parfums, con 132.000 unidades (11,0%) vendidas y una facturación de 891.000 euros (8,4%). En sexta posición se situó Esteve, con 94.000 euros (7,9%) y 558.000 euros (5,3%). Sanofi Aventis (531.000 euros, 5,0%) y Johnson Wax (434.000 euros, 4,1%) figuran en la séptima y octava, respectivamente (fig. 1).
Fig. 1. Repelentes de insectos: cuotas de mercado por laboratorios (valores) Fuente: CEAH.
Los porcentajes en valor de las diferentes presentaciones de repelentes de insectos son las siguientes: las pulseras, tras sólo unos años en el mercado, probablemente por su efecto repelente de larga duración, son el subgrupo con un porcentaje mayor, 35,8% (3,80 millones de euros), seguidas por los sprays y aerosoles con un 32,3% (3,43 millones de euros). Los líquidos y lociones supusieron el 18,8% de las ventas, con 2,00 millones de euros de facturación. El 13,0% restante, 1,38 millones de euros, fue para el resto de formas minoritarias (fig. 2).
Fig. 2. Repelentes de insectos: mercado por formas farmacéuticas (valores) Fuente: CEAH.
Cuotas de mercado por marcas
La primera posición del ranking la consiguió Para'Kito (Milo), gracias, fundamentamente, a sus pulseras. De esta marca se vendieron 239.000 unidades (20,0%) por un importe de 3,57 millones de euros (33,7%). Relec de Chefaro se posicionó a continuación, con un producto y 4 presentaciones (vaporizador, loción infantil y extrafuerte y bálsamo), en total 266.000 unidades (22,3%) y 1,70 millones de euros (16,1%).
En tercer lugar encontramos la marca Goibi (Cinfa), loción, toallitas y spray, con 159.000 unidades (13,3%) y 1,20 millones de euros (11,3%). Le siguió Mosi Guard (OTC Ibérica), también con múltiples presentaciones: spray, aerosol, crema y barra, que en conjunto facturaron 1,05 millones de euros (9,9%).
El quinto lugar fue para Halley (Dermopharmacie & Parfums, spray y loción) con 891.000 euros (8,4%). Ya por debajo del 5% están: Cusitrin (Sanofi-Aventis, 482.000 euros, 4,5%), Autan (Johnson Wax, 434.000 euros, 4,1%) y StickPick (Esteve, 326.000 euros, 3,1%) (fig. 3).
Fig. 3. Repelentes de insectos: cuotas de mercado por marcas (unidades y valores) Fuente: CEAH.
Mercado de antipruriginosos
Las ventas totales de antipruriginosos fueron de 2.202.000 unidades, con una facturación de 13,64 millones de euros.
Cuotas de mercado por laboratorios
En el mercado de los antipruriginosos Esteve fue el laboratorio con mayores ventas: 598.000 unidades (27,1%), que le supusieron 4,07 millones de euros (29,8%). Le siguió Novartis Consumer Healthcare con 458.000 unidades (20,8%) y 3,05 millones de euros (22,4%). La tercera posición la consiguió Lácer, con 318.000 unidades (14,4%) y 1,89 millones de euros (13,9%). MSD fue el cuarto clasificado, con 282.000 unidades (12,8%) y 1,83 millones de euros (13,4%). Combe figura seguidamente en este ranking, con 214.000 unidades (9,7%) y 1,15 millones de euros (8,4%). Teofarma alcanzó un montante de 621.000 euros (4,6%) y Cinfa de 261.000 euros (1,9%). Y finalmente Chefaro registró unas ventas de 206.000 euros (1,5%) e Isdin, de 139.000 euros (1,0%) (fig. 4).
Fig. 4. Antipruriginosos: cuotas de mercado por laboratorios (valores) Fuente: CEAH.
Los antipruriginosos también se comercializan bajo distintas formas farmacéuticas. Las dos mayoritarias son las líquidas, que representan el 36,4% del total, y las cremas, con el 32,9%. Los geles suponen el 15,1% del total, mientras que los polvos se hacen con el 14,4%. Finalmente los sticks obtienen solamente el 1,1% (fig. 5).
Fig. 5. Anipruriginosos: mercado por formas farmacéuticas (unidades) Fuente: CEAH.
Cuotas de mercado por marcas
Con casi un 30% de las ventas (29,8%) encontramos AfterBite de Esteve. Se vendieron alrededor de 598.000 unidades (27,1%) y se facturaron 4,07 millones de euros. Fenistil de Novartis C.H. fue el segundo, con 458.000 unidades (20,8%) y 3,05 millones de euros (22,4%). En tercer lugar se situó Talquistina (Lácer), con 318.000 unidades (14,4%) y 1,89 millones de euros (13,9%). El cuarto lugar fue para Polaramine crema (Merck SD) con 282.000 unidades (12,8%) y 1,83 millones de euros (13,4%). A continuación se encuentran Dermovagisil (Combe Europa, 1,15 millones de euros, 8,4%), Fenergan crema (Teofarma, 621.000 euros, 4,6%), Neosayomol crema (Cinfa, 261.000 euros, 1,9%) y Goipic (también de Cinfa, 206.000 euros, 1,5%) (tabla I).
Atención desde la farmacia
Especialmente en las épocas más calurosas, el farmacéutico recibe con frecuencia en su oficina de farmacia consultas de pacientes que han sufrido alguna picadura. En nuestro medio viven y se reproducen un importante número de especies de mosquitos y otros insectos como pulgas, piojos y algunos arácnidos.
Como medidas preventivas aconsejaremos llevar ropa adecuada (la ropa clara es menos atractiva para los insectos), cubrirse la mayor zona del cuerpo posible y utilizar un repelente adecuado. Si nuestro cliente ha sufrido ya la picadura, normalmente bastará con recomendarle alguna de las especialidades farmacéuticas disponibles por vía tópica de alivio sintomático. Cuando las molestias son importantes, impidiendo entre otras cosas el descanso nocturno, deberemos considerar la posibilidad de recomendar algún antihistamínico por vía oral y, si las molestias no ceden, remitir al médico.
Si observamos que se presentan reacciones excesivamente intensas como edemas en lengua o labios, o bien dificultades respiratorias, remitiremos al paciente al hospital más próximo de manera inmediata. Es importante recordar siempre que, aunque de manera muy poco frecuente, la picadura de cualquier insecto es causa potencial de shock anafiláctico. En cuanto al problema del prurito más generalizado y que tiene otras causas, aunque los casos de cierta importancia deberían derivarse siempre al especialista, los farmacéuticos podemos ayudar con nuestro consejo. Simples medidas como desaconsejar el uso de ciertos tejidos o de jabones demasiado agresivos o recomendar el uso de cremas y lociones adecuadas pueden ser la solución a muchos problemas. También conviene explicar, por ejemplo, que se deben evitar los ambientes calientes o muy húmedos, asi como los excesivamente secos, que los baños han de ser cortos y con el agua no demasiado caliente... En resumen, todo aquello que pueda hacer la piel menos susceptible a la irritación.