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Vol. 16. Núm. 3.
Páginas 83-85 (Marzo 2002)
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Prótesis dentales. Limpiar y fijar
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Pilar Centelles Mas
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La mayoría de los pensionistas españoles llevan prótesis dentales. En este artículo la autora pretende dar unas pinceladas muy generales sobre la importancia del cuidado de los dientes artificiales y sobre los consejos que el farmacéutico de oficina de farmacia puede dar a las personas mayores que los utilizan.
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Una prótesis es un elemento artificial que sirve para reemplazar una parte del cuerpo que ha sido dañada o perdida. Las muelas y dientes se caen. Las causas pueden ser diversas: caries, periodontitis, golpes, caídas, etc. También existen casos en los que las piezas dentales no se pierden, pero pierden su funcionalidad: dientes rotos o pérdida del color original del esmalte (efectos secundarios de algunos medicamentos como la tetraciclina). En todas estas circunstancias, la solución --por necesidad o estética (como en el último ejemplo)-- pasa por la colocación de una prótesis, ya sea en forma de funda o implante.

La decisión sobre la colocación de la prótesis la tomarán el médico especialista y el paciente, según las circunstancias particulares de cada persona. Los farmacéuticos posteriormente pueden aconsejar cómo cuidar la prótesis, cómo realizar la higiene diaria y cómo resolver pequeños problemas que pueden aparecer durante el período de adaptación a la nueva dentadura.

REPOSICIÓN

Pero, ¿por qué es tan importante reponer las piezas dentarias que caen? La boca es un aparato que se mueve y los dientes realizan un trabajo de fuerza, puesto que su función de masticación requiere un buen apoyo. Todas las piezas dentarias descansan en las encías. Además, unas se apoyan en otras y también engranan con las de la mandíbula opuesta. Cuando se pierde una de estas piezas y no se rellena ese sitio vacío, las otras se mueven: pierden apoyo y no engranan, lo que conlleva más desestabilización y finalmente la posibilidad de perder más facilmente esas otras piezas. Por lo tanto, cuando un paciente pierde un diente o muela hay que aconsejarle que visite al dentista o periodontista sin dilación.

Por otra parte, la boca no está aislada del resto del organismo y un desajuste en la boca puede traer consecuencias. Por ejemplo, un diente mal puesto o con un mal engranaje pueden producir dolor de oído. De ahí la insistencia de los periodontistas y dentistas en colocar dentaduras postizas: la finalidad es mejorar la salud del paciente.

Otra razón por la que hay que cuidar la dentadura es la alimentación. La mayoría de prótesis las llevan personas mayores y los farmacéuticos saben lo que cuesta que coman como es debido, por circunstancias sociales o familiares, de edad, etc. Si existen problemas con la prótesis dental, se puede asegurar que la alimentación será deficiente y, como profesionales sanitarios, los farmacéuticos deben minimizar este riesgo.

TIPOS

Las prótesis dentales son dientes artificiales. Se utilizan distintos materiales en su fabricación: resinas, porcelanas, metales, fibra de carbono o fibra de vidrio. Pueden ser:

­ Dentaduras fijas. Son prótesis formadas por dientes artificiales unidos entre sí y unidas a la vez a una funda en el extremo, que se fija sobre un diente natural. Actualmente los dientes artificiales intermedios no quedan unidos a la encía, sólo se apoyan sobre ella (para facilitar la higiene y eliminación de la temida placa bacteriana). Las fundas también se utilizan para proteger una pieza frágil o cambiar la forma de un diente que se ha roto. La forma de los dientes debe ser la correcta para una perfecta oclusión de la boca. Los implantes también son prótesis fijas. Este tipo de prótesis no puede ser retirada de la boca del paciente.

­ Dentaduras removibles. Se utilizan en los casos que no quedan dientes naturales (con paladares de plástico) o quedan muy pocos (dentaduras con esqueleto de metal, que se fijan a los dientes que quedan mediante ganchos). Si son prótesis completas deben adaptarse muy bien a los tejidos y conseguir una perfecta oclusión; en caso contrario, al masticar, los dientes pueden moverse y despegarse de la encía, uno de los principales problemas de este tipo de prótesis. Estas prótesis se pueden quitar y poner a voluntad del paciente.

PRIMEROS CONSEJOS

Lo primero que el farmacéutico debe explicar es que la adaptación de la dentadura nueva requiere un tiempo. El paciente no debe desanimarse. Los primeros días es aconsejable comer alimentos semilíquidos (purés, zumos, cremas de verduras). También se pueden agregar alimentos que requieran una masticación mínima: manzana al horno, tortilla, pescado, patata, etc. El paciente debe masticar lentamente y cortar los alimentos en pedazos pequeños. Al masticar por los dos lados de la boca y por los dientes posteriores se logra equilibrar la presión en la prótesis e impedir desplazamientos incómodos.

Hay que aconsejar la visita al dentista si la dentadura hace daño. Para que el dentista vea el problema es aconsejable ponérsela unas horas antes de la visita. Es importante aclarar al paciente que nunca debe intentar arreglar una dentadura por su cuenta, sólo el dentista sabe cómo hacerlo.

Finalmente, la higiene de la boca es principal. Una dentadura que no se cuida acaba produciendo problemas de halitosis por acumulación de placa bacteriana, sarro y restos de alimentos.

HIGIENE

Es obvio que la higiene de las prótesis fijas va unida a la higiene de las piezas naturales. El cepillado después de cada comida, junto con el uso adecuado de sedas dentales y cepillos interdentales, es básico. Además existen colutorios para completar la higiene bucal.

En el caso de prótesis removibles la higiene es distinta. El cepillado de la dentadura se aconseja por la mañana y por la noche. Para ello el paciente debe sacarse la prótesis de la boca. En la farmacia se pueden encontrar cepillos y comprimidos limpiadores específicos para la higiene de prótesis dentales:

­ Cepillos. Los cepillos específicos para prótesis tienen el mango más corto y grueso y el cabezal más ancho para facilitar su uso. La dentadura debe cepillarse dos veces al día y siempre antes de sumergirla en la solución limpiadora. Así, se elimina los restos de alimentos, placa y también restos de cremas o polvos adhesivos.

­ Comprimidos limpiadores. Se utilizan una vez al día, con 15-20 minutos que esté la dentadura sumergida ya es suficiente. Son comprimidos efervescentes, para disolver en agua. Para utilizarlos se colocará la dentadura ya cepillada en un vaso con la solución, donde se podrá dejar toda la noche. Estos comprimidos destruyen los gérmenes causantes de la placa bacteriana, eliminan los residuos insolubles en agua y las manchas y blanquean los dientes. Al sacar la dentadura de la solución, se debe cepillar y enjuagarla con agua, secarla y ya se puede colocar en la boca de nuevo.

FIJACIÓN DE LAS PRÓTESIS

Una de las principales preocupaciones del paciente que utiliza prótesis removible es su fijación. La falta de estabilidad de estas dentaduras postizas produce inseguridad a muchos de sus usuarios. Generalmente una prótesis bien ajustada se fija a la encía perfectamente y no se mueve, pero en algunos casos se necesita un fijador. Para eso en las farmacias se dispone de una serie de adhesivos dentales en forma de polvo, crema, pasta, gel o líquidos, según prefiera el paciente.

Uso de adhesivos

Existen unas circunstancias especiales en las que el uso de adhesivos que sujeten la dentadura se hace obligatorio: músicos de instrumentos de viento (al soplar para tocar el instrumento se favorece la desinserción de la prótesis superior); pacientes con discinesias, porque el continuo movimiento de la lengua, labios o mandíbula comprometen la estabilidad y apoyo de la prótesis, sobre todo la inferior; cresta ósea con resorción extrema o pacientes que hayan sido sometidos a cirugía resectiva de mandíbula (cuando no hay posibilidad de implantes). En estos dos casos el adhesivo sirve de relleno para poder fijar la prótesis y es imprescindible.

En otros casos, las razones para utilizar adhesivos son menos urgentes, pero no por ello menos importantes. Con el tiempo las encías pueden cambiar o retraerse y el adhesivo sirve para adaptar la dentadura a la nueva forma de la encía. Además, la utilización de un fijador presenta algunas ventajas: cuesta menos masticar los alimentos, mantiene limpio el espacio inferior de la prótesis y evita algunos roces de ésta con la encía.

Elección del fijador

Actualmente el farmacéutico cuenta en su oficina de farmacia con una gran variedad de productos para fijar la prótesis, suficiente para poder elegir el mejor según las necesidades del paciente.

Cuando se lanzaron al mercado los primeros adhesivos para prótesis, su composición principal estaba hecha de gomas vegetales (goma de tragacanto, acacia) con poca capacidad de adhesión y muy solubles en agua, así que al entrar en contacto con líquidos, sobre todo calientes como el café o el té, perdían rápidamente su efecto.

Luego se añadieron otros componentes de origen natural: polisacáridos provenientes de frutas (pectinas, gelatinas, carboximetilcelulosa) que mejoraron la adhesión porque aumentaban su viscosidad al entrar en contacto con líquidos. Finalmente se añadieron componentes sintéticos como el polietileno o el polivinilacetato, que se muestran más eficaces en la capacidad de adhesión.

Es importante tener en cuenta la forma galénica a la hora de recomendar un producto u otro al paciente. Por ejemplo, a las personas que producen poca saliva se le deben recomendar geles o líquidos, ya que los adhesivos en forma de pasta o polvo requieren más humedad para una óptima eficacia.

Además, estos preparados pueden contener antisépticos (bórax, hexaclorofeno, alcohol) útiles en caso de pequeñas heridas en las encías; fluidificantes (polietileno, aceite mineral), para casos como el ejemplo anterior; agentes de relleno (silicato de calcio, óxido de magnesio); agentes de sabor como la menta, conservantes como el propilhidroxibenzoato o extractos de plantas como la manzanilla por sus propiedades antiirritantes.

Su utilización es sencilla: basta aplicar una mínima cantidad del producto en la parte de la prótesis (ya limpia y seca) que estará en contacto con la encía o paladar. En el caso de los polvos adhesivos, la prótesis debe estar húmeda. Entonces, se ha de espolvorear y dejar que el polvo absorba la humedad. Después se coloca la dentadura y se sujeta durante unos momentos para que la prótesis quede bien fijada.

La mayoría de adhesivos se mantienen bien de 8 a 12 horas. Otro producto para fijar la dentadura son las almohadillas adhesivas, última novedad aparecida en el mercado y con gran aceptación por parte de los usuarios. La ventaja de este tipo de fijador frente a los anteriores es que protege la encía mejor de las rozaduras de la prótesis.

La boca es una parte de la anatomía muy importante, tanto desde el punto de vista sanitario como estético, por lo que merece un cuidado y una dedicación específica, especialmente cuando existe la obligación de llevar una prótesis dental. 


BIBLIOGRAFÍA

Catálogo de Parafarmacia. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, 2001.

Prótesis dentales. Barcelona: Departamento de formación Dentaid, 2000.

Prótesis dentales. Odontodos [sitio web]. Menéndez, Mouro y Asociados. Consultado el 10-1-2002. Disponible en http:// www.odontodos.net/protesis-dentales. htm.

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