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Vol. 24. Núm. 2.
Páginas 44-47 (Marzo 2010)
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Lubricantes oculares
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Maria-Josep Divinsa
a Farmacéutica.
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La lubricación insuficiente de los ojos es un síntoma que puede asociarse a condiciones ambientales o problemas de salud. Cuando no es posible tratar sus causas es necesario recurrir a productos que palíen los síntomas, como los lubricantes oculares o lágrimas artificiales. En este número revisamos el peso comercial de estos productos en la oficina de farmacia española.

El conocido como «síndrome del ojo seco» es uno de los trastornos oculares más frecuentes hoy día. Esta insuficiente lubricación ocular produce irritación, picor, fuerte sensación de malestar en los ojos y en algunos casos incluso visión borrosa. Son varios los factores que pueden desencadenar la aparición de este síndrome. Conocerlos para poder evitarlos sería lo ideal, pero como esto no siempre es posible, contamos con las llamadas «lágrimas artificiales» o lubricantes oculares, que suponen un importante alivio en la mayoría de los casos. Están disponibles en distintas texturas (líquidos, geles, pomadas y ungüentos). Constituyen, en cualquier caso, una amplia gama de fármacos, especialmente concebidos para minimizar los molestos efectos de la sequedad ocular, y con una comprobada tolerancia.

Sequedad ocular

El ojo precisa del flujo constante de lágrimas para mantener su confort. La lágrima natural está compuesta mayoritariamente por agua (más del 98%) y el resto de su composición lo integran principalmente sales, algunas enzimas y otras proteínas, glicoproteínas, lípidos...

En el organismo las lágrimas cumplen varias funciones: aparte de su obvia acción hidratante y lubricante, mantienen el correcto metabolismo de la superficie ocular y presentan además acción limpiadora y antiinfecciosa.

Las glándulas lagrimales se encuentran localizadas sobre cada ojo, detrás del párpado superior. Estas glándulas secretan el fluido lagrimal, que fluye a través de los conductos lagrimales hasta el espacio comprendido entre el globo ocular y los párpados. Al parpadear, el fluido lagrimal se extiende sobre la superficie del ojo. El exceso de lágrimas fluye por el conducto nasolagrimal y se elimina por la cavidad nasal.

Se conoce como síndrome del ojo seco el trastorno caracterizado por una cantidad insuficiente de lágrima. Este déficit puede ser debido a muchas causas y afecta a una proporción notable de la población. Es más frecuente a edades avanzadas (ya que el flujo de lágrimas normalmente disminuye con la edad), durante el embarazo, la posmenopausia y en mujeres que toman anticonceptivos.

Las estadísticas de ventas corroboran una realidad y es que las mujeres suelen estar más afectadas por la sequedad ocular, puesto que el 70% de los lubricantes prescritos lo son para ellas.

Ciertas actividades realizadas durante períodos prolongados, como leer, escribir o trabajar delante de la pantalla del ordenador contribuyen a deshidratar la película lagrimal. Mientras las desarrollamos, parpadeamos menos de lo aconsejable para mantener una buena lubricación. Una persona parpadea un promedio de ocho veces por minuto, pero este promedio disminuye notablemente (casi a la mitad) cuando realizamos alguna de las actividades mencionadas.

El aire acondicionado, una calefacción demasiado fuerte, el viento, etc. son, a menudo, también factores que favorecen la aparición de esta afección, puesto que eliminan la humedad natural de los ojos dejándolos secos e irritados. Lo mismo ocurre con el aire reciclado de aviones y de otros espacios cerrados.

Las lentes de contacto pueden aumentar de manera importante la evaporación de las lágrimas, causando al ojo seco una incomodidad que es la principal causa de intolerancia a las lentillas.

También los pacientes sometidos a cirugía refractiva suelen ser un colectivo que necesita con frecuencia un aporte extra de lágrimas. En la mayoría de los casos, sin embargo, se trata de un problema pasajero.

Por otro lado, hay una enfermedad inmunológica que se conoce como síndrome de Sjögren, que se caracteriza por la inflamación y sequedad intensa de la boca, ojos y otras membranas mucosas.

Es importante recordar, asimismo, que la toma de algunos medicamentos como ansiolíticos, antidepresivos, anti-histamínicos, etc. puede causar sequedad ocular como efecto secundario.

La evolución en las ventas de lubricantes oculares en estos dos últimos años ha sido claramente positiva

Mercado de lubricantes oculares y prescripción

Aunque los lubricantes oculares se prescriben principalmente para el tratamiento de los trastornos lacrimales (53,1% de las recetas), su uso es mucho más amplio.

Como podemos observar en la figura 1, un 10,3% corresponde a prescripciones para el tratamiento de trastornos de la conjuntiva; un 6,5%, a tratamientos relacionados con la córnea, y otro 5,2% se utiliza como coadyuvante en el glaucoma. Los pacientes que necesitan una mayor lubricación tras una cirugía representan un 4,1% de las recetas, mientras que el 3,2% son para afectados por el síndrome del ojo seco. Vemos que queda aún un importante remanente de un 17,5%, que engloba todas aquellas enfermedades no mencionadas. En un 40% de los casos, el efecto deseado al prescribir el producto es el efecto lubricante y en un 47% adicional se busca hidratar o humectar las mucosas oculares.

Fig. 1. Lubricantes oculares: cuotas de mercado por indicación (prescripciones) Fuente: CEAH.

En casi dos tercios de los casos este tipo de fármacos se prescriben solos. La terapia combinada con otro tipo de fármacos oftálmicos (antiinfecciosos, corticoides, antiinflamatorios...) se prescribe en un 36% de los casos.

Diagnóstico y tratamiento

El objetivo de las diferentes modalidades de tratamiento de la sequedad ocular consiste en reducir los síntomas y molestias asociadas al ojo seco y prevenir posibles lesiones corneales. Hay varias pruebas rápidas con las que los oftalmólogos pueden medir la producción de lágrima y evaluar la gravedad del proceso. Solamente en los casos más graves se recomienda la cirugía, que consiste en cerrar permanentemente los conductos que drenan las lágrimas a la nariz para permitir que siempre haya una buena cantidad de lágrimas en los ojos. Suele realizarse con mayor frecuencia la oclusión de los conductos lacrimales mediante tapones, que pueden ser temporales (se disuelven al poco tiempo) o permanentes (de silicona).

En el resto de casos, que son mayoría, es suficiente con usar algún colirio humectante y seguir una serie de consejos sencillos, como usar humidificadores, descansar cada cierto tiempo cuando estamos ejercitando intensamente la vista o quitarnos las lentillas si notamos el ojo seco, etc.

Cuotas de mercado por laboratorios

El mercado de los lubricantes oculares lo forman únicamente cinco laboratorios con un total de 21 marcas. Si repasamos las ventas de todos ellos, constataremos que el laboratorio con una cuota de mercado mayor fue Allergan, con un 54,0%, que corresponde a 23,78 millones de euros. Le sigue Alcon Cusí, con un 17,4% del total del mercado (7,66 millones de euros), y Angelini, con un 13,0% (5,75 millones de euros). A continuación y con cifras muy similares están Thea (8,3%; 3,65 millones de euros) y Novartis (7,3%; 3,23 millones de euros) (fig. 2). Cabe recordar que las cifras manejadas en este artículo reflejan únicamente las ventas intermediadas por la distribución farmacéutica mayorista.

Fig. 2. Lubricantes oculares: cuotas de mercado por laboratorio (valores) Fuente: CEAH.

Por marcas

La tabla I nos muestra a estos cinco laboratorios con sus respectivas marcas. Allergan cuenta con 6 marcas: Viscofresh, Cellufresh, Liquifilm Lágrimas, Celluvisc, Liquifresh y Lacrilube, siendo líder indiscutible del grupo la primera de ellas.

Alcon Cusí cuenta con 7 marcas: Acuolens, TearsHumectante, ColircusíHumectante, Dacrolux, Eloisin, Lacryvisc y Lubrifilm. Tres marcas son de Angelini (Artific, Lipolac y Lubristil). Novartis cuenta también con tres: HypoTears, Oculotect y Viscotears. Y finalmente Thea cuenta con dos: Hidrathea y Siccafluid.

La evolución en las ventas de este tipo de productos en 2008 y 2009 ha sido claramente positiva. En 2007 ascendieron a un total de 34,64 millones de euros, resultado de las 11,66 millones de unidades vendidas. Al año siguiente alcanzaron los 40,30 millones de euros (lo que representa un aumento del 16%) y las unidades vendidas fueron 13,39 millones (un 15% de evolución positiva). Durante el último año, el mercado siguió creciendo, aunque a un ritmo menor: las ventas fueron de 44,07 millones de euros (+9%) y 14,48 millones de unidades (+8%). El PVL medio en este último período fue de 3,04 euros (fig. 3).

Fig. 3. Lubricantes oculares: evolución de las ventas (2007-2009) Fuente: CEAH.

La marca más vendida, como ya se ha comentado, fue Viscofresh, con 6.429.000 unidades y 21,46 millones de euros de facturación (48,7%).

El segundo lugar fue para Acuolens, con 1.846.000 unidades y 6,48 millones de euros (14,7%), seguido de Artific, con 1.175.000 unidades y 3,77 millones de euros (8,6%). Oculotect, con un número algo superior de unidades (1.415.000), consiguió un montante de 3,02 millones de euros (6,8%).

Todavía por encima del 5% de cuota de mercado encontramos a Siccafluid, con 1.041.000 unidades, 2,94 millones de euros y un 6,7%.

En sexta posición figura LiquifilmLágrimas, con 937.000 unidades y 1,87 millones de euros (4,3%), seguido de Lipolac, con 840.000 unidades y 1,83 millones de euros (4,2%).

En las posiciones octava a décima aparecen Hidrathea (707.000 euros; 1,6%), Colircusíhumectante (508.000 euros; 1,2%) y Lubrifilm (216.000 euros; 0,5%) (fig. 4).

Fig. 4. Lubricantes oculares: cuotas de mercado de las marcas destacadas (valores) Fuente: CEAH.

Hay varias pruebas rápidas con las que los oftalmólogos pueden medir la producción de lágrima y evaluar la gravedad del proceso

Atención al paciente

El ojo seco es un problema cuyas molestias se acaban haciendo muchas veces suficientemente intensas como para que quien lo sufre se decida a visitar a su oftalmólogo, que en un buen porcentaje de los casos determinará las posibles causas de la sequedad o la falta de lubricación y será quien fije las pautas de su tratamiento.

Consulta médica

Por tanto, en general, es el oftalmólogo el que realiza la prescripción inicial de uno u otro fármaco, en función de las especificidades de cada paciente y, cómo no, también de su criterio y experiencia previa con los distintos productos.

Pero a menudo, en etapas más precoces de la enfermedad o en casos más leves, los pacientes consultan antes en su oficina de farmacia sobre su problema. Y como realmente pocas personas se libran de padecerla alguna vez en su vida, aunque sea de manera ocasional, las consultas sobre sequedad ocular son también muy corrientes en nuestras boticas.

En muchos casos, si la sintomatología no es muy intensa y el origen del problema parece claro, podemos considerar que no es necesario derivar al paciente hacia la consulta médica.

Consulta farmacéutica

El farmacéutico, además de aconsejar el uso de algún producto en concreto, debería extender su atención y analizar los hábitos y condiciones de vida del paciente. Un aspecto a tener muy presente es el posible origen iatrogénico de la sequedad ocular, por lo que es conveniente revisar los medicamentos que pueda estar tomando el paciente, por si en alguno de ellos pudiera encontrarse la raíz parcial o total del problema.

En nuestro consejo no debe faltar, aunque no siempre sea fácil llevarla a la práctica, la sensibilización sobre la importancia de evitar la exposición ocular directa a las corrientes de aire y, sobre todo, al aire acondicionado muy intenso. También hay que recordar al paciente que, en la medida de lo posible, le conviene utilizar humidificadores o colocar recipientes con agua sobre los radiadores de la calefacción en caso de que el ambiente que le rodee sea excesivamente seco.

La ingesta abundante de agua u otros líquidos debe ser otra recomendación básica, así como la necesidad de descanso ocular, sobre todo si se pasan muchas horas delante de una pantalla de ordenador, ante el televisor, o fijando la vista de cerca, etc. Y finalmente, aunque parezca una perogrullada, un consejo esencial: recordar parpadear conscientemente con frecuencia cuando se realizan estas actividades.

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