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Vol. 19. Núm. 6.
Páginas 30-33 (Junio 2005)
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Los costes como herramienta en la toma de decisiones (III)
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CARLOS MARÍNa
a Responsable de contenidos de Planificación Jurídica-Centro de Documentación.
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Continuamos en este número con el tercer capítulo del módulo 2 de este Curso Básico de Gestión Financiera*, elaborado por el equipo de expertos de Planificación Jurídica-Centro de Documentación. Esta entrega gira en torno al cálculo del umbral de rentabilidad y la utilidad financiera de este concepto.

Cálculo del umbral de rentabilidad

Para calcular el punto muerto, es preciso identificar los costes fijos, costes variables y el margen de contribución, a través de una cuenta analítica, basada en un sistema de Direct cost.

Una vez confeccionada la cuenta de resultados analítica, se debe proceder a calcular el umbral de rentabilidad, a través de la siguiente fórmula:

Esta cifra nos dará la cifra total de ventas necesaria para la cobertura de los costes fijos.

También se puede deducir el umbral de rentabilidad por productos, mediante la asignación de un criterio de reparto de los costes fijos (en función del margen de contribución, ventas actuales, etc.).

Hay autores que lo realizan por unidades vendidas. No obstante, dado el gran volumen de referencias que tiene la oficina de farmacia, creemos que no es operativo este proceder en la oficina de farmacia.

Análisis de la rentabilidad a través de ratios

Dentro de este apartado, procederemos a exponer cómo analizar la rentabilidad financiera de la oficina de farmacia.

En términos económicos, la rentabilidad financiera se define como el beneficio neto de impuestos que obtiene la oficina de farmacia, en relación con los fondos propios aportados.

 

No obstante, como el lector conoce bien, el farmacéutico está sujeto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, y ello implica que el rendimiento de su negocio tributa conjuntamente con el resto de fuentes de renta que obtenga (pisos, dividendos de acciones...), resultando bastante difícil de separar cuál es la parte del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que recae sobre la actividad empresarial.

Por ello, para evaluar el beneficio neto, propongo un esquema de trabajo, el cual pretende delimitar el verdadero coste fiscal relacionado con la oficina de farmacia.

La metodología a seguir es la siguiente:

 

* Tomar la cuota a pagar por IRPF.

* Sumar las retenciones y pagos fraccionados, para obtener el coste fiscal total generado.

* Delimitar las deducciones por inversiones, relacionadas con la actividad empresarial, y adicionarlas.

* Una vez obtenido este resultado, proceder a asignarlo, en proporción a los rendimientos generados por cada fuente de renta (rendimientos de trabajo, rendimientos de capital inmoniliario, rendimientos de capital mobiliario, rendimientos de actividades empresariales y ganancias patrimoniales).

 

   

* Posteriormente, restar las deducciones, para llegar al coste fiscal real.

* Por último, del beneficio obtenido, debe sustraerse el coste fiscal real.

 

 

 

 

Otra alternativa para calcular el beneficio neto, más sencilla pero tambien más simplista, es averiguar el tipo medio de gravamen a que está sometido el farmacéutico y aplicarlo sobre el beneficio. Por ejemplo, si el Sr. López ha sido gravado por un tipo de gravamen del 25%, ello implica que su beneficio neto es el siguiente:

 

 

 

Una vez establecidas las pautas para conocer el beneficio neto, volvamos a la interpretación de la ratio de rentabilidad financiera.

Para que la inversión resulte adecuada, lo ideal es que la ratio mencionada presentara un rendimiento superior a la colocación del dinero sin riesgo, es decir la Deuda Pública. No obstante, como la farmacia es un negocio familiar en el que puede contratarse al cónyuge e hijos asignándoles un sueldo, podría adicionarse éste al beneficio, para hallar un resultado más realista.

Además, hemos de valorar la incidencia de aspectos cualitativos, como ser propietarios de nuestro negocio, ejercer la profesión elegida, etc., que pueden pesar más que la inversión de nuestros recursos en los mercados financieros.

No obstante, el hecho de tomar a estos últimos como referencia, o bien compararnos con la media del sector, es una buena orientación para evaluar cuál es el resultado de nuestra gestión.

Por ello, es recomendable acudir a los Colegios profesionales, asociaciones de farmacéuticos empresarios, cámaras de comercio, para solicitar datos sobre estudios realizados, que nos sirvan de base comparativa.

 

Descomposición de la rentabilidad financiera

Por otro lado, profundizando más en nuestro análisis, es útil descomponer la ratio de rentabilidad en varios subratios. La idea inicial consiste en multiplicar ventas/ventas, activo/activo, resultado explotación/resultado explotación por la rentabilidad financiera y restructurar la composición de estas relaciones; obteniendo al final las siguientes equivalencias:

El fundamento de esta descomposición estriba en detectar dónde está el origen del problema, en los casos de pérdida de rentabilidad, y en determinar los puntos fuertes y débiles del negocio. Además, este análisis nos puede servir para emitir un juicio encaminado a incidir en la rentabilidad futura de la oficina de farmacia. Nos hemos de olvidar que, a veces, puede resultar interesante perder un poco de rentabilidad actual para conseguir mejorar la futura.

Ratios de rentabilidad financiera

Subratio de rotación

Nos dice las ventas que estamos consiguiendo en realción a nuestra inversión en activo.

No obstante, hemos de matizar que es más realista comparar ventas con activo funcional.

Si la rentabilidad financiera desciende, por la caída de la ratio de rotación, ello puede implicar:

 

* Se ha vendido menos que en el ejercicio anterior, con la misma inversión en activo. En esta situación el farmacéutico deberá evaluar las causas del descenso, y diseñar una estrategia comercial (mejora en atención al cliente, merchandising...).

* Se ha vendido más o menos igual, pero se ha invertido mucho en activo. En este contexto, el titular de la oficina de farmacia deberá reflexionar sobre si su política de inversiones es adecuada, puesto que con más recursos está consiguiendo la misma cifra de ventas. No obstante, no hay que perder de vista que si se trata de una buena inversión enfocada a un intento de mejora del servicio o consumidor, pueden tener un efecto positivo en el futuro. De todas maneras, dado que la oficina de farmacia no se caracteriza por necesitar una maquinaria de alta tecnología, se debe ser especialmente cauto a la hora de ralizar las valoraciones.

Si se produce la situación contraria (es decir, un aumento de la rotación), puede ser originada por varias causas:

 

* Un aumento de las ventas, en relación con la misma inversión. Este hecho puede implicar que se está siguiendo una estrategia comercial adecuada de forma cómoda, lo que supone que se está actuando eficientemente. No obstante, se ha de estar atento a las mejoras que introduzca la competencia, para que ello no nos perjudique en el futuro.

* Un descenso del activo. Como sucedía en el análisis anterior, este dato puede tener una lectura positiva y otra negativa. En principio, puede ser indicativo de que se está actuando bien, puesto que se consiguen las mismas ventas optimizando al máximo los recursos. De todas maneras, se ha de estar a la expectativa y mirar si nuestra gestión, realmente, nos asegurará una buena política a largo plazo.

 

Subratio de margen

Si éste desciende, puede ser debido a un aumento importante de los gastos generales, con lo que es conveniente proceder a su revisión. Por el contrario, si se incrementa supondrá que éstos han descendido y, por tanto, analizaremos que esta reducción sea acertada.

Es de destacar que la oficina de farmacia no tiene apenas libertad para la fijación de los precios. Por este motivo, su única variable para incidir sobre el margen es el nivel de gastos.

Una vez llegada a este punto, hemos de matizar que el producto de la rotación por el margen nos da la rentabilidad económica o rendimiento.

 

 

 

Esta ratio nos permite evaluar la productividad y evolución del Activo de la farmacia. Cabe destacar, que al igual que la rotación, se puede calcular con el activo funcional en vez de con el activo total.

 

Subratio de apalancamiento financiero

El apalancamiento financiero nos mide el efecto positivo o negativo del endeudamiento sobre la oficina de farmacia.

En principio, un aumento del mismo lleva asociado una subida de los gastos financieros, y por tanto, una reducción del beneficio neto, si todo lo demás permanece invariable. No obstante, si los fondos propios disminuyen en mayor proporción, la rentabilidad de la oficina de farmacia se comportará favorablemente, puesto que comparativamente con menos recursos se estará obteniendo un porcentaje de beneficio mejor. Por el contrario, si ello no es así, al ser neutralizado el beneficio generado por los gastos financieros, el endeudamiento será negativo para la oficina de farmacia.

Como conclusión, podemos decir que si el apalancamiento es positivo, las deuda será conveniente y si es negativo implicará que es perjudicial para la oficina de farmacia. Además, este análisis puede ser complementado por el estudio de los efectos de los gastos financieros en la oficina de farmacia y por el análisis de cash-flow, que mostraremos a continuación.

Ratios de gastos financieros

Las ratios de gastos financieros nos permiten conocer si la farmacia puede soportar el endeudamiento, puesto que a igualdad de deudas siempre reaccionará mejor una farmacia con mayor beneficio y facturación.

La primera de ellas compara los gastos financieros con las ventas.

 

 

A nivel estándar, se suele decir que una ratio superior a 0,05 es excesiva y una de 0,05-0,04, preocupante.

La segunda relaciona el beneficio de la actividad ordinaria con los gastos financieros.

 

Esta ratio ha de ser lo más alta posible y superior a uno, para no tener pérdidas, puesto que puede darse el caso de farmacias que tengan un buen resultado de explotación y que éste se vea mermado por los gastos financieros.

Ratio de devolución de préstamos

Este cociente va relacionado con el anterior, puesto que cuando más recursos genere la farmacia, más facilidad tendrá para devolver los préstamos.

Se define como sigue:

 

 

 

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