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Vol. 17. Núm. 8.
Páginas 70-77 (Septiembre 2003)
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Hidratantes y reafirmantes corporales. Acción integral
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LEIRE AZCONA BARBEDa
a Farmacéutica comunitaria de Bizkaia. Máster en Cosmética y Dermofarmacia.
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Fig. 1. La piel: sección transversal
Fig. 2. Tipos de piel en función del contenido en agua y lípidos
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En la sociedad actual, cada vez es más importante el cuidado del cuerpo, lo que ha propiciado el desarrollo de cosméticos corporales muy especializados y dirigidos a ambos sexos. En este artículo se estudia el mecanismo de acción de los principios activos hidratantes y reafirmantes con el fin de mejorar la competencia asesora del farmacéutico comunitario en este ámbito.
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La piel recubre toda la superficie del cuerpo humano, protegiéndolo de las agresiones externas y regulando el intercambio de moléculas entre el medio exterior y los tejidos subyacentes. Además, la piel contribuye a controlar la temperatura corporal.

Por su estructura, cabe definir la piel como una proteína-gel, cuya parte interna, la dermis, está muy hidratada, alcanzando el 70% de contenido acuoso, y cuya parte externa, la epidermis, se encuentra menos hidratada, ya que la cantidad de agua desciende hasta un 10-13% en la capa córnea.

El agua es un elemento esencial en el organismo humano y uno de los componentes principales de la piel. Debido a su naturaleza química, la molécula de agua se comporta como un dipolo. Por esta razón, en la piel se encuentran las moléculas de agua en tres estados diferentes: libre, ligada y asociada.

LA DERMIS

Las moléculas hidrosolubles, entre ellas el agua y los electrolitos, alcanzan la dermis al atravesar los capilares sanguíneos. En escasa medida, el agua entra en el interior de las células (se denomina agua intracelular). En mayor proporción, el agua se une al colágeno, a la elastina y principalmente a los glucosaminoglicanos, formando así un reservorio de agua que supone del 20 al 40% del agua corporal. Estas estructuras favorecen la turgencia y la elasticidad de la piel. Una pequeña fracción del agua ligada a estas moléculas queda embebida y puede atravesar las diversas capas.

LA EPIDERMIS

En las capas epidérmicas más internas (fig. 1), el agua se encuentra principalmente como agua intracelular. En cambio, en el estrato córneo el agua se distribuye en láminas entre las bicapas de lípidos, siguiendo el modelo Bricks and Mortar (ladrillos y mortero, en inglés) de Elias. Una pequeña proporción de esta agua se transfiere mediante un mecanismo de difusión-solubilidad a través de los lípidos, alcanzando las capas más superficiales de la piel (fig. 1) y evaporándose finalmente.

Fig. 1. La piel: sección transversal

Existen varios factores que regulan la pérdida de agua a través de la piel. En primer lugar, la membrana del corneocito, formando una envoltura hidrófoba al unirse su proteína involucrina covalentemente con los lípidos, impide el paso de agua. En segundo lugar, los lípidos, que organizados en bicapas paralelas dificultan la pérdida de agua. Por último, la epidermis presenta una baja permeabilidad si se compara con otras membranas del cuerpo humano.

Gracias a estos factores, sólo una pequeña proporción de agua no queda retenida, alcanzando las capas más superficiales del estrato córneo (EC) y perdiéndose por evaporación. La pérdida de agua transepidérmica (TEWL o trans epidermal water loss en inglés) depende en gran medida del contenido lipídico de la epidermis. Por tanto, se podría afirmar que el estrato córneo ejerce una acción barrera de tipo físico porque depende de propiedades osmóticas, ligadas a la humedad relativa y al grosor e integridad del estrato.

HIDRATACIÓN/DESHIDRATACIÓN

Se considera una piel deshidratada aquella que no alcanza un 10% de contenido hídrico en el estrato córneo. Por esta razón, esta piel refleja aspereza y falta de extensibilidad.

Con la edad, no sólo desciende la capacidad de retención de agua en el estrato córneo sino que también disminuye el contenido acuoso en la capa dérmica. Así, el tratamiento dermocosmético de una piel madura debe contemplar, entre otros, activos hidratantes.

Hay que distinguir entre una piel deshidratada y una piel seca, aunque en ciertas ocasiones confluyan. Una piel seca es aquella cuyo contenido lipídico en el estrato córneo ha disminuido mucho. Por esta razón, se desintegra la estructura de cristal líquido entre lípidos y agua, de tal manera que el estrato córneo manifiesta sequedad. En ciertos casos pueden converger deslipidización y deshidratación en una misma piel, reflejando un aspecto áspero, seco, rugoso y con tirantez. En otras ocasiones, es posible observar pieles grasas, es decir, con alto contenido en lípidos y con falta de agua, por lo tanto, deshidratadas.

En la figura 2 se diferencian los tipos de piel según su contenido en agua y en lípidos.

Fig. 2. Tipos de piel en función del contenido en agua y lípidos

COSMÉTICOS HIDRATANTES

La hidratación es la base fundamental de todo tratamiento cosmético. En el mercado actual, muchos cosméticos atribuyen propiedades hidratantes a sus funciones: un 21,8% en faciales, un 19% en los corporales, un 11,2 % en las cremas antiedad y un 10,2% en limpiadores y desmaquillantes1.

En los tratamientos corporales, las emulsiones son la forma cosmética más idónea ya que aportan agua y lípidos, además de formar una ligera capa más o menos oclusiva sobre la piel. Hoy día, la forma cosmética más aceptada es la emulsión fluida, llamada comúnmente leche corporal, porque presenta una buena extensibilidad y así favorece su aplicación en la superficie corporal.

Las emulsiones más formuladas en hidratantes corporales son las de fase externa acuosa (O/W), por sus mejores características sensoriales. Las emulsiones de fase externa oleosa (W/O) forman una película sobre el estrato córneo que retrasa la pérdida de agua transepidérmica. Están indicadas en pieles muy secas. También se han desarrollado cosméticos corporales en gel, muy refrescantes a la vez que cómodos por su rápida absorción.

ACTIVOS HIDRATANTES

Para restablecer el contenido hídrico de la piel, el cosmético hidratante actuará por dos vías: aumentando la hidratación del estrato córneo mediante la aplicación de sustancias humectantes e hidratantes y evitando la pérdida de agua mediante la aplicación de sustancias oclusivas y lubricantes.

En este artículo, se comentarán los principios activos hidratantes más utilizados en los cosméticos corporales. Según su modo de acción pueden agruparse en:

Humectantes

Estas sustancias son capaces de retener agua, debido a su naturaleza higroscópica. La unión entre estos activos y las moléculas de agua se produce mediante puentes de hidrógeno. La presencia de estos humectantes en el estrato córneo tiende a generar un gradiente de vapor de agua hacia las capas más superficiales, de manera que consiguen su plastificación. Sorprendentemente, se ha comprobado que estas sustancias no modifican el valor de TEWL. En este grupo cabe citar:

 

­ Glicerina. Es el activo clásico de este grupo. Esta sustancia es capaz de mantener la estructura de cristal líquido en condiciones de muy baja humedad relativa2.

­ Propilenglicol, sorbitol, polietilenglicoles de bajo peso molecular (PEG 400). Todos presentan un mecanismo de acción similar al de la glicerina.

­ Derivados de la acetamida. Además de humectar la epidermis, poseen propiedades antiirritantes.

­ Éteres de glucosa. Son derivados de metilglucosa que actúan no sólo como hidratantes sino también como emolientes. El inconveniente de estas sustancias humectantes es que en ambientes extremadamente secos, con muy baja humedad relativa, captan el agua de las capas más profundas de la piel y la ceden a la atmósfera, sin alterar la TEWL.

­ Betaína. Esta sustancia permite el transporte de agua, de manera que las moléculas de agua no quedan inmovilizadas como en el glicerol. Además de su capacidad humectante, la betaína aporta al cosmético un tacto final aterciopelado muy agradable.

­ Saccharides isomerate. Es un principio activo con capacidad hidratante de efecto prolongado, ya que se adhiere a la queratina manteniéndose así en la piel durante más tiempo. Su actividad hidratante no depende de la humedad relativa ambiental.

 

Sustancias con efecto oclusivo

Son principios activos grasos que confieren suavidad a la piel. Por su carácter oclusivo, evitan la pérdida del agua transepidérmica. De esta manera, aumentan el grado de humedad en el estrato córneo hasta que son eliminadas. Actúan rellenando los intersticios entre las capas del estrato córneo, favoreciendo así su flexibilidad y suavidad. Forman parte de este grupo los hidrocarburos minerales, ésteres y alcoholes grasos, aceites vegetales y minerales, lanolina, ceras, siliconas, etc. De todas estas sustancias, solamente la vaselina es capaz de descender la TEWL a cero. Además, como la vaselina es emoliente y protectora, se considera el activo oclusivo más indicado para pieles secas.

La cera de abejas y la lanolina son, junto a la vaselina, activos con un alto poder de oclusividad, hecho que les confiere una alta comedogenicidad. La dimeticona, al contrario de lo que se piensa, no tiene propiedades oclusivas; por lo tanto no es comedogénica.

La concentración de estas sustancias dependerá del efecto oclusivo-protector que se pretenda conseguir con el cosmético.

Otros autores consideran que una piel hidratada es aquella que además de tener un contenido hídrico adecuado, tiene su estructura lipídica cementante intacta y el resto de los componentes inalterados. Por lo tanto, la piel presenta una barrera epidérmica en buen estado. Siguiendo esta premisa, además de los activos cosméticos anteriormente mencionados en los cosméticos hidratantes, se añadirán:

 

Restauradores del estrato córneo

En este apartado figuran:  

Lípidos

Se utilizan moléculas lipídicas análogas a los lípidos constitutivos de la piel. Estas sustancias rellenan las rugosidades de la capa córnea, favoreciendo la cohesión celular. Así, la piel aparece con un aspecto más uniforme y de tacto más suave. Principalmente, se utilizan fosfolípidos, triglicéridos, escualeno, ácidos grasos y sus ésteres. Incluyen:  

­ Ceramidas. Son acilamidas de la esfingosina. De los diversos tipos, destacamos la ceramida tipo I que tiene un papel esencial en la cohesión del estrato córneo. Las ceramidas actúan como lípidos cementantes según el modelo de Elias, colocándose en bicapas lamelares de manera que llenan los espacios entre corneocitos. Actualmente, se utilizan las ceramidas de origen vegetal, que se obtienen del trigo, el arroz y la soja.

­ Fosfatidilcolina saturada (HFC). Está formada principalmente por ácidos grasos saturados, especialmente el ácido esteárico y el ácido palmítico. Este activo tiene una estructura similar a la de las ceramidas, por lo tanto puede formar una estructura lamelar semejante a las ceramidas.

­ La vitamina F tiene una función muy importante como control de la pérdida de agua a través del estrato córneo. En concreto, es al ácido linoléico, componente de la vitamina F, al que se le atribuye la regulación de la descamación por sustituir a la ceramida I.

­ Los ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, destacan por su acción de barrera protectora.

­ Los liposomas son estructuras vesiculares de fosfolípidos, por tanto son hidratantes en sí mismos. Al aplicarse sobre la piel, se integran en el estrato córneo, liberando el activo a la epidermis para su posterior absorción. Generalmente se utilizan como vehículo de sustancias inestables.

 

Análogos del Factor Hidratante Natural (FHN)

Se utilizan homólogos sintéticos a los componentes del llamado factor hidratante natural. Son moléculas higroscópicas, que ayudan a mantener el estrato epidérmico hidratado. La ausencia del FHN podría provocar una pérdida hídrica importante en el cemento lamelar y que la estructura de gel líquido se convierta en polvo. Los componentes del FHN son: ácido pirrolidincarboxílico, urea, ácido láctico/lactato sódico, azúcares, alantoína, etc.

 

Sales lácticas

Son idóneas para el tratamiento de las pieles secas y descamadas. Estos derivados del ácido láctico mejoran la plasticidad y extensibilidad del estrato córneo gracias a su alto poder higroscópico.

 

Urea

La urea tiene elevado poder osmótico, con lo cual es muy buen hidratante.

 

Biopolímeros

Son sustancias de alto peso molecular, que no penetran en la epidermis. Se quedan en las capas más superficiales del estrato córneo, favoreciendo su plasticidad. Además, mejoran la hidratación de la piel, ya que retienen agua y mantienen la función barrera.

Serán descritos más adelante.

 

Otros

En este apartado cabe citar los siguientes activos:

 

­ Vitamina E. Tiene propiedades hidratantes y antioxidantes, ya que impide la peroxidación de los lípidos celulares. Protege a la piel de la elastosis al prevenir la formación de enlaces cruzados en las proteínas. Se utiliza pura, liposomada y en aceites que la contengan, como el aceite de germen de trigo.

­ Vitamina A o retinol. Esta sustancia promueve la diferenciación, maduración y descamación de los queratinocitos. Ambas vitaminas favorecen la integridad corneal.

 

En la tabla I se resumen todos los activos hidratantes anteriormente descritos.

LA FLACIDEZ

Es una disfunción de la piel, que se presenta principalmente en las zonas del cuerpo más expuestas a la luz solar. Esta alteración cutánea puede desarrollarse tanto por el envejecimiento intrínseco de la piel como por el provocado por la radiación solar. En ocasiones de adelgazamientos bruscos también se puede observar flacidez cutánea.

Las fibras de colágeno y de elastina forman una estructura de red en la dermis, donde se sostiene la epidermis.

Los cambios morfológicos que se manifiestan en la flacidez son consecuencia de las profundas alteraciones fisiológicas de la piel. A continuación, se destacan las modificaciones más importantes:  

­ Disminuye la cantidad de fibras de colágeno soluble y se engrosa el colágeno insoluble. Además, se presentan fallos en los fibroblastos de manera que decrece la síntesis de colágeno.

­ Descienden los mucopolisacáridos ácidos. Por tanto, disminuye el agua retenida en la dermis.

­ Disminuyen las fibras de elastina. La elasticidad en la piel depende del número de uniones laterales con estructura helicoidal de las fibras de elastina. Para que se formen estas uniones tan peculiares se necesitan mucopolisacáridos dentro y fuera de las cadenas.

 

El triple fallo dérmico -- fibras de colágeno, mucopolisacáridos y fibras de elastina-- provoca una pérdida importante de conexiones entre dermis y epidermis, y que la dermis quede parcialmente vacía al disminuir la sustancia fundamental.

Estos cambios morfológicos y fisiológicos se manifiestan en la flacidez: el tejido cutáneo cuelga como un saco vacío, o como si sobrara. Por tanto, la flacidez supone un problema estético, pero con un buen tratamiento cosmético, es posible aportar turgencia a la piel.

 

ACTIVOS REAFIRMANTES

Los cosméticos reafirmantes no sólo hidratan sino que aportan activos que favorezcan la turgencia y reestructuración del de la piel. Suelen ser productos de mayor remanencia que los cosméticos hidratantes y presentarse en forma de emulsión tanto O/W como W/O; también en forma de gel, aunque en menor proporción.

Las formulaciones de los cosméticos reafirmantes suelen estar compuestas principalmente por activos que regeneran el tejido conjuntivo y activos tensores, además de los activos hidratantes anteriormente mencionados. A continuación se detallan los mecanismos de acción de los principales activos reafirmantes:  

­ Colágeno. Es una proteína fibrosa de alto peso molecular, que posee propiedades humectantes. Se compone de un alto porcentaje de glicina, prolina e hidroxiprolina. Al aplicar colágeno en la piel se induce la formación de nuevas fibras, por estimulación de los fibroblastos.

­ Elastina. Esta proteína está formada por una red de cadenas polipeptídicas entrelazadas, que le aportan una gran elasticidad. La aplicación tópica de elastina induce la formación de fibras elásticas jóvenes.

­ Ácido hialurónico. Es el componente principal de los glucosaminoglicanos o mucopolisacáridos. Actualmente se utilizan los hidrolizados de este ácido. Su mecanismo de acción consiste en absorber agua, como una esponja, y cederla paulatinamente al estrato córneo. Mantiene la matriz extracelular íntegra e hidratada.

­ Chitosán. Es un derivado soluble de la quitina que presenta una capacidad hidratante similar a la del ácido hialurónico. Tiene propiedades filmógenas.

­ Galactomanano. Este activo se extrae de la Cassia angustifolia. Como su estructura es muy similar a la del ácido hialurónico, presenta propiedades muy semejantes: mantiene el contenido hídrico del estrato córneo y tiene emoliencia sin ser oclusivo.

­ Silicio. El extracto de Hedera helix es rico en este oligoelemento. Actúa como puente entre los glucosaminoglicanos y las fibras proteicas. Además, se cree que estimula los fibroblastos, favoreciendo así la proteosíntesis.

­ Extracto de Echinacea angustifolia. Tiene actividad antihialuronidasa, por lo que impide la despolimerización de las moléculas de glucosaminoglicanos.

­ Mimosa tenuiflora o Tepezcouite. Contiene taninos, bioflavonoides y oligoelementos. Estos activos le confieren la capacidad de aumentar las mitosis celulares y de proteger al ácido hialurónico, al inhibir la hialuronidasa.

­ Extracto de germen de trigo. Es rico en vitamina E y presenta propiedades tensoras, mejorando el aspecto de la piel flácida. Como ya se ha comentado anteriormente, la vitamina E previene la elastosis en la piel.

­ Insaponificables de aceite de aguacate y manteca de karité. Contienen esteroles y terpenos. Tienen propiedades hidratantes y emolientes. Estimulan los fibroblastos y favorecen la síntesis de colágeno.

­ Centella asiatica. Contiene taninos, flavonoides, saponinas triterpénicas y aceites. Estimula los fibroblastos, favoreciendo la formación de colágeno. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes, ya que estimula el retículo endotelial.

­ Vitamina A o retinol. Favorece la diferenciación, maduración y descamación de los queratinocitos, de manera que mantiene la estructura de la matriz extracelular en buen estado.

 

En la tabla II se resumen los activos reafirmantes, anteriormente descritos.

 

CONCLUSIÓN

Mantener o mejorar el aspecto estético de nuestro cuerpo es importante para nuestro bienestar físico y psíquico y puede beneficiar nuestra autoestima de cara a la interacción social. Para este fin, los productos de tratamiento corporal más utilizados son los hidratantes y los reafirmantes.

Los cosméticos hidratantes indicados para uso corporal están formulados con activos humectantes, moléculas con capacidad oclusiva, lípidos y componentes de estrato córneo. Los cosméticos reafirmantes se caracterizan por incluir en su formulación elastina y colágeno, además de extractos vegetales con diversas funciones: regeneradora, tensora y estimulante de la proteosíntesis.

Para poder atender con profesionalidad las consultas sobre dermocosmética que llegan a la oficina de farmacia, el farmacéutico debe estar atento a las nuevas investigaciones y desarrollos que la ciencia y la industria van realizando en este terreno, y seleccionar los productos por su eficacia y seguridad documentadas, y sus propiedades específicas en relación con las características de la piel de cada cliente.

 

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

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