Formación e información
Desde siempre el farmacéutico ha sentido la necesidad de formarse y de actualizar sus conocimientos en farmacología, terapéutica, métodos diagnósticos, etc. Más aún si cabe desde la creación y el inicio de la implantación de la Atención Farmacéutica. Ya no bastaba con conocer los nuevos medicamentos y su mecanismo de acción, sino que era imprescindible ir más allá y aprender a monitorizar al paciente dejando constancia escrita de nuestras intervenciones. Cursos de formación, jornadas, talleres y conferencias eran la única manera de conseguir esta actualización profesional.
Mi experiencia personal en esta materia ha sido agotadora, ya que he realizado muchos de estos cursos durante casi 25 años de ejercicio profesional. En un momento determinado el esfuerzo llegó a sobrepasarme: de 9 a 13.30 h trabajaba en la farmacia; de 14 a 16 h acudía al Colegio de Farmacéuticos a formarme; a las 16.30 volvía a la farmacia hasta las 20 h y a veces, aún aprovechaba de 21 a 23 h para realizar algún otro curso de reciclaje. Todo ello, a costa de ver relegada mi vida familiar, personal y, en cierto modo, también la profesional, porque al final de las clases no había tiempo de intercambiar opiniones con los compañeros del curso.
Hoy dedico, si cabe, más tiempo a formarme que hace algunos años, pero las nuevas tecnologías me han permitido decidir cuándo, dónde y de qué manera hacerlo. Desde la farmacia o desde casa; a través de cursos o conferencias. Las posibilidades son muchas y muy variadas. Y desde hace ya algún tiempo he descubierto las ventajas del correo electrónico y los foros de opinión farmacéutica.
A través del correo electrónico estoy permanentemente en contacto con farmacéuticos de toda España y esta interacción me ha permitido descubrir aspectos relacionados con determinadas enfermedades y tratamientos que no aparecen en los manuales. He conocido, mediante ejemplos reales, distintas soluciones a un mismo problema y, lo que es más positivo, he tenido la oportunidad de hablar y relacionarme con los compañeros.
Quiero agradecer a las personas que están detrás de estos foros su trabajo y animaros a todos a intervenir en ellos.
Por último, no quisiera poner punto final a estas líneas sin antes felicitar a los organizadores del Congreso de Oficinas de Farmacia de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), celebrado recientemente en Tenerife, por su magnífico trabajo en pro de la farmacia como empresa, faceta sin cuyo desarrollo quedaría «coja» nuestra labor profesional.