Buscar en
Farmacia Profesional
Toda la web
Inicio Farmacia Profesional Boletín Atención Farmacéutica Comunitaria
Información de la revista
Vol. 18. Núm. 9.
Páginas 35-37 (Octubre 2004)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 18. Núm. 9.
Páginas 35-37 (Octubre 2004)
Acceso a texto completo
Boletín Atención Farmacéutica Comunitaria
Visitas
8639
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo

Embarazo, análisis y medicamentos.

Embarazo, análisis y medicamentos. Dr. Antonio Iñesta.

Todo empieza porque la mujer está agotada, podría ser estrés, pero parece que visita continuamente los servicios, sus pechos se sienten como electrocutados y ciertas bebidas empiezan a saber a metal. Es hora de visitar una farmacia y hacerse la prueba del embarazo. Seguramente dará positiva y habrá que visitar al médico para confirmar el embarazo.

Confirmado el embarazo, el médico pedirá un análisis de sangre para comprobación de hepatitis B, anemia, sífilis, anticuerpos que muestran si es inmune o no a la rubéola y a la varicela (enfermedades que pueden causar defectos de nacimiento si la madre las contrae por primera vez durante el embarazo) y grupo sanguíneo, incluido el factor Rh.

A las mujeres que no tienen el factor Rh se les denomina Rh negativas y toda madre Rh negativa no sensibilizada necesitará realizar una profilaxis en la 28 semana de gestación y en las primeras 72 horas después del parto. También después de un aborto y cualquier otro procedimiento intrauterino.

También se le puede pedir una prueba para VIH y talasemia, si pertenece a un grupo de alto riesgo. Además se suele determinar la presencia en orina de bacterias, glucosa y proteínas. También es posible que el médico pida que se realice una prueba de fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que puede afectar de forma grave la respiración y la digestión. Se le darán consejos sobre qué comer, qué no comer, la cesación del hábito tabáquico y del consumo de alcohol y el ejercicio en la última parte del embarazo.

Entre las semanas 16 y 18 posteriores a la última menstruación se realiza un análisis de sangre llamado «análisis triple» o «triple cribado», para identificar aquellos embarazos con un riesgo mayor al normal de desarrollar ciertos defectos congénitos graves como la espina bífida (espina dorsal abierta) y el síndrome de Down (un trastorno cromosómico). En algunos laboratorios se han comenzado a medir las concentraciones de otra sustancia presente en la sangre de la madre, llamada inhibina A. La incorporación de inhibina parece aumentar la exactitud del análisis a la hora de detectar embarazos con riesgo de síndrome de Down. El análisis se conoce como cuádruple (cuádruple cribado) cuando mide las cuatro sustancias presentes en la sangre de la madre (alfafetoproteína, gonadotropina coriónica humana, estriol libre e inhibina A). En general, se obtienen los resultados en menos de una semana. El laboratorio calcula el riesgo individual de una mujer de dar a luz un bebé con defectos congénitos en función de las concentraciones de las tres o cuatro sustancias presentes en la sangre, además de la edad, su peso, su raza y si tiene diabetes tipo 1.

Si el análisis triple indica que la mujer corre un riesgo mayor de que se produzca el síndrome de Down, el médico ofrecerá la posibilidad de realizar una amniocentesis. En ésta, se somete a las células fetales contenidas en el líquido amniótico a otras pruebas para determinar la presencia del síndrome de Down y otras anomalías cromosómicas. La amniocentesis tiene una precisión de más del 99% para diagnosticar o, con mucha más frecuencia descartar, la existencia del síndrome de Down.

La mayor parte de las mujeres tienen un embarazo y un parto perfectamente normal sin necesidad de tratamientos, intervenciones de urgencia o cesáreas. Sin embargo, algunas mujeres embarazadas se ponen enfermas, o llegan al embarazo con enfermedades crónicas que requieren tratamiento. A pesar de algunas áreas de incertidumbre, los médicos deben considerar los recursos terapéuticos que tienen para tomar decisiones clínicas. De hecho, el uso de medicamentos en el embarazo es común, y el número de prescripciones tiende a elevarse con la edad de la madre.

Un teratógeno es cualquier sustancia con potencial de causar defectos de nacimiento. Muchas condiciones presentan también más de un riesgo de salud si se dejan sin tratar y la supresión de toda la medicación durante el embarazo no es la respuesta.

Por ahora, existe una carencia significativa de información adecuada sobre los medicamentos que se deben utilizar a veces en embarazo, tales como antibióticos, antihipertensivos y fármacos para tratar condiciones psiquiátricas y trastornos epilépticos. El miedo a tomar medicamentos en el embarazo es comprensible, pero hay veces en que subtratar o no tratar una condición puede ser peligroso, incluso para la vida.

Por ejemplo, una infección parasitaria como la toxoplasmosis, que puede proceder de las heces de gatos o de comer carne infectada o del suelo, puede infectar al bebé nonato y causar problemas en el cerebro, los ojos, el corazón, y otros órganos. La infección requiere tratamiento antibiótico.

Para las mujeres embarazadas infectadas con VIH, se recomienda zidovudina. La investigación ha demostrado que el medicamento disminuyó en dos tercios (de un 25,5 a un 8,3%) el riesgo de una madre VIH-positiva de pasar la infección a su bebé, y ni las madres ni los bebés tenían efectos secundarios significativos con excepción de anemia leve. La leche materna es una vía de transmisión del VIH al recién nacido, por tanto, éste deberá recibir una formula alternativa a la leche materna y además deberá tomar zidovudina en jarabe durante seis semanas después del nacimiento.

La diabetes incontrolada aumenta el riesgo de aborto y de parto de niño muerto. Un asma incontrolada puede disminuir el oxígeno en la sangre fetal, posiblemente deteriorando el crecimiento y la supervivencia fetales. Y la presión arterial alta incontrolada aumenta los riesgos de problemas placentarios y de retraso del crecimiento fetal.

El riesgo de efectos nocivos sobre un feto es más grande en las primeras semanas del embarazo, cuando los órganos importantes se están desarrollando. La planificación preembarazo aumenta la probabilidad de tener un bebé sano. Sin embargo, una parte importante de todos los embarazos es imprevista, lo que significa que el potencial para la exposición accidental a medicación es alto.

Ninguna área se podría considerar bien estudiada en el embarazo. La hipertensión es uno de los problemas principales que las mujeres traen al embarazo o que se desarrollan durante el mismo, sin embargo, el número de mujeres embarazadas que han sido incluidas en ensayos clínicos para hipertensión es solamente de varios cientos. Esto limita las opciones de tratamiento, y en general, se prescribirá un medicamento antihipertensivo antiguo, que en su larga historia de uso no haya dado problemas graves de seguridad. Puede haber otros medicamentos más eficaces y mejor tolerados, pero no se utilizarán por falta de información sobre su seguridad.

Además de las dudas sobre seguridad, casi no hay información disponible sobre cuál es la mejor dosis de un medicamento específico para una mujer embarazada. Los cambios en la fisiología del cuerpo durante el embarazo implican la necesidad potencial de que las dosis sean aumentadas o disminuidas.

Las mujeres embarazadas aumentan el volumen de la sangre lo que fuerza al corazón y a los riñones a trabajar más duramente. Los medicamentos pueden ser eliminados a través de los riñones de una mujer embarazada a una velocidad superior a la normal. En un esfuerzo por proteger al bebé, algunos médicos pueden errar por exceso de precaución prescribiendo a mujeres embarazadas una dosis más baja de medicamento que a las no embarazadas. Pero debido a los cambios fisiológicos que ocurren en el embarazo, también puede haber ocasiones en que las mujeres embarazadas necesiten una dosis más alta.

La etapa del embarazo también influye sobre las decisiones clínicas. Por ejemplo, los inhibidores de la ECA (categoría C primer trimestre, categoría D segundo y tercer trimestre) están asociados con defectos renales relacionados con hipotensión fetal y perfusión renal disminuida del bebé en el segundo y tercer trimestre del embarazo.

Dependiendo de los riesgos, los médicos pueden adaptar el tratamiento a una mujer embarazada optando por un medicamento similar que sea más seguro o prescribiendo el medicamento solamente durante cierta parte del embarazo. Por ejemplo, si una mujer deprimida está tomando litio, puede dejar de tomar brevemente la medicación durante el período de formación del corazón del bebé, ya que el uso del litio en el embarazo conlleva un pequeño riesgo de defectos en el corazón fetal (riesgo del 8% de anomalía cardiovascular grave y riesgo del 2,7% de anomalía de Ebstein).

Aunque muchos medicamentos de mostrador (OTC) se pueden utilizar durante el embarazo bajo supervisión del médico, de algunos se sabe que son inseguros. Según lo indicado en la información del producto, las mujeres que están embarazadas, que pueden quedar embarazadas o que están dando de mamar deben consultar a un médico antes de tomar medicación OTC. El ácido acetilsalicílico (categoría C en dosis baja < 150 mg/día; categoría D en dosis estándar) es un medicamento OTC que se debe evitar en los últimos tres meses del embarazo, a menos que sea ordenado específicamente por un médico, porque puede causar problemas en el feto o complicaciones durante el parto. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos OTC, por ejemplo ibuprofeno (categoría B; categoría D si se usa en el tercer trimestre) también llevan la misma advertencia sobre su uso durante el tercer trimestre.

Los expertos destacan que no sabemos suficiente sobre los efectos de las plantas medicinales y de los suplementos dietéticos sobre un feto en crecimiento como para determinar si su uso durante el embarazo es seguro. No se debe asumir que un producto es seguro durante el embarazo porque sea vendido sin receta y etiquetado como natural.

BIBLIOGRAFÍA

Pregúntale a NOAH sobre el embarazo [consultado el 12/07/04]. Disponible en: http://www.noah-health.org/

spanish/pregnancy/sppregnancy.html

Cómo mantenerse sana durante su embarazo [consultado el 12/07/04]. Disponible en: http://www.nacersano.org/

centro/9246.asp

Actualización de las recomendaciones de Gesida/Plan Nacional sobre el sida respecto al tratamiento antirretroviral en pacientes adultos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (enero 2004). Tratamiento antirretroviral en el embarazo y prevención de la transmisión materno-fetal [consultado el 12/07/04]. Disponible en: http://www.gesidaseimc.com/

Pregnancy classification [cited 2004 Jul 12]. Available from: http://www.templejc.edu/ems/drugs/Pregnancy.htm

Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos