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Vol. 17. Núm. 5.
Páginas 45-50 (Mayo 2003)
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Boletín Atención Farmacéutica Comunitaria
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Julio Andrésa
a Correo electrónico: julioandres@redfarma.org
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BOAFC N.º 62

En los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) los pacientes sobrevaloran su forma y peso, y ello es causa importante de morbilidad física y psicosocial en las adolescentes y mujeres jóvenes. Son menos frecuentes en los hombres. Los trastornos están divididos en tres categorías diagnósticas: bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y los TCA atípicos.

Ser joven, mujer y seguir una dieta son algunos de los pocos factores de riesgo identificados que han sido relacionados con el desarrollo de trastornos del comportamiento alimentario.

En la actualidad, la bulimia nerviosa tiene mayor incidencia que la anorexia nerviosa: el 75% de las pacientes con patología alimentaria sufre bulimia y el 25% restante, anorexia. Del 1,1 al 4,2% de las mujeres padece bulimia nerviosa en el transcurso de la vida. Los hombres representan del 10 al 15% de los bulímicos.

La anorexia nerviosa se presenta en mujeres jóvenes, generalmente entre los 12 y los 25 años, con una prevalencia del 2 a 5% de esta población. Del 0,5 al 3,7% estimado de las mujeres sufre anorexia nerviosa a lo largo de la vida. Los hombres representan del 5 al 10% de los anoréxicos.

Los trastornos del comportamiento alimentario se pueden tratar, y es posible restaurar un peso sano. Cuanto más pronto se diagnostican y tratan estos trastornos, más probables son los buenos resultados. Debido a su complejidad, los TCA requieren un plan amplio de tratamiento, que implica asistencia médica y supervisión, intervenciones psicosociales, consejo alimentario y, cuando procede, manejo de medicación. A la hora del diagnostico, el clínico debe determinar si la persona está en peligro inmediato y requiere hospitalización. La asistencia efectiva normalmente implica una serie de tratamientos:

­ Atención médica, para tratar los problemas físicos, tales como perdida de peso, períodos menstruales anormales e hinchazón.

­ Asesoramiento alimentario, para desarrollar patrones alimentarios más sanos.

­ Terapia individual y familiar, para resolver conflictos, construir autoestima y mejorar relaciones.

­ Terapia de grupo, para entender y manejar síntomas y sensaciones.

­ Medicación, para disminuir los atracones, la depresión o el pensamiento obsesivo.

­ Hospitalización, para proporcionar seguridad a los pacientes en peligro médico.

­ Grupos de ayuda, para ofrecer ayuda adicional a los pacientes y a las familias durante el tratamiento.

Las personas con TCA no reconocen o admiten a menudo que están enfermas. Consecuentemente, pueden oponerse fuertemente a seguir y permanecer en tratamiento. Los miembros de la familia y otros interesados pueden ser útiles de cara a asegurar que la persona con este trastorno recibe la asistencia y la rehabilitación necesarias. Para algunas personas, el tratamiento puede ser de larga duración.

En la página de la Eating Disorders Association (EDA: http://www.edauk.com), se encuentra información y ayuda en todos los aspectos de los trastornos del comportamiento alimentario. En su publicación The Hidden Cost of Eating Disorders («El coste oculto de los trastornos del comportamiento alimentario»), se indica que los costes directos de tratar un TCA están produciendo un gran impacto. La EDA estima, basándose en la información reunida durante 2001/2002, que los costes directos de tratar un paciente que reciba un tratamiento especializado básico de 12 semanas en un hospital del NHS (sistema británico de salud pública), serían de unas 25.000 libras esterlinas (41.473 euros). En el ámbito privado los costes en las mismas condiciones oscilarían entre 24.500 y 45.500 libras esterlinas (de 40.643 a 75.481 euros). Muchas compañías de seguro médico están rechazando ahora cubrir el tratamiento de los trastornos del comportamiento alimentario, lo que significa que si el NHS no pagara el tratamiento privado en ausencia de instituciones locales especializadas del NHS, solamente los ricos tendrían acceso al tratamiento privado.

La bulimia es un trastorno del comportamiento alimentario que se caracteriza por la ingesta excesiva de alimentos en un corto período de tiempo (lo cual significa ingerir compulsiva y desmesuradamente grandes cantidades de comida en un lapso muy corto de tiempo), seguida de una sensación de pérdida de control sobre dicha ingesta y de conductas compensatorias como autoinducción del vómito, abuso de laxantes y/o diuréticos, o de ejercicio compulsivo para prevenir el aumento de peso.

La palabra bulimia deriva del griego bous (buey) y limos (hambre) y significa tener el apetito de un buey. Los atracones han sido practicados desde hace miles de años. En la antigüedad los individuos dependían de la caza masiva seguida de uno o dos días de comilona. Estos atracones permitían acumular tejido graso para compensar los períodos de carencia de alimentos.

Los síntomas de la bulimia nerviosa incluyen:

­ Episodios recurrentes de atracones, caracterizados por comer una cantidad excesiva de alimentos dentro de un período pequeño (2 horas), y por una sensación de falta de control o incapacidad para parar de comer durante el episodio.

­ Comportamiento compensatorio para prevenir el aumento del peso, tal como autoinducción del vómito o mal uso de laxantes, diuréticos, enemas, u otras medicaciones (purgantes); ayuno o ejercicio excesivo.

­ Los atracones y los comportamientos compensatorios inadecuados ocurren, en promedio, por lo menos dos veces a la semana durante tres meses.

­ La autoimagen está indebidamente basada en la forma del cuerpo y el peso.

­ No se reúnen los criterios diagnósticos de anorexia nerviosa.

Signos y síntomas escogidos en el sitio www.eating. ucdavis.edu para personalizar la bulimia:

­ La afectada se atracaba en secreto. Se sentía fuera de control.

­ La afectada vomitaba después de atracarse. Sentía vergüenza y culpabilidad.

­ Sus dedos estaban erosionados. Tenía baja autoestima.

­ Su cara estaba hinchada. Se obsesionaba con su cuerpo.

­ Su esmalte dental se debilitaba. Estaba anclada en la negación.

­ Sus electrólitos estaban desequilibrados. Estaba deprimida.

­ La afectada abusaba de laxantes. Casi murió.

Las personas con bulimia, en general, tienen un peso que se halla dentro del rango normal para su edad y altura, debido a que la purga u otro comportamiento compensatorio sigue a los episodios de atracones de comer. Sin embargo, temen ganar peso, desean perder peso y se sienten muy descontentas con sus cuerpos.

Las pacientes bulímicas pueden presentar serios problemas de salud por el vómito repetido, que provoca trastornos del aparato digestivo y la incapacidad del organismo para absorber los nutrientes esenciales. Pueden presentar desequilibrio de los electrólitos (sodio-potasio) y deshidratación.

La meta fundamental del tratamiento de la bulimia es reducir o eliminar los atracones de comida y las purgas. Con este fin se utilizan la rehabilitación alimentaria, la intervención psicosocial y las estrategias de tratamiento con medicamentos. Entre las metas específicas de estas estrategias están el establecimiento de un patrón de comidas regulares sin atiborrarse, la mejora de las actitudes relacionadas con el desorden al comer, el estímulo del ejercicio sano pero no excesivo, y la resolución de condiciones que ocurren simultáneamente tales, como trastornos del humor o ansiedad.

Se han comunicado como eficaces: la psicoterapia individual, la psicoterapia de grupo que utiliza un acercamiento cognoscitivo al comportamiento (evidencia fuerte; efecto beneficioso moderado) y la terapia familiar o marital. Las medicaciones psicotrópicas, sobre todo los antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, han demostrado sus beneficios para las personas con bulimia, particularmente aquellas con síntomas significativos de depresión o ansiedad, o las que no han respondido adecuadamente al tratamiento psicosocial solo.

Estas medicaciones también pueden ayudar a prevenir recaídas. Numerosos estudios han demostrado un papel claro de los antidepresivos en el tratamiento de la bulimia nerviosa (evidencia considerable = clasificada entre moderada y fuerte; algún efecto beneficioso). Hay también bases sobre la utilidad de medicación y psicoterapia combinada.

 

**Sitios web de referencia para (1) y (2)

­ Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación: http://www.nutricion.org/

­ ADANER: http://www.adaner.org

­ Associació Contra l´Anorèxia i la Bulímia: http://www.acab.org

 

Buscar eating disorders en la ventana de Search. Vienen, en general, en inglés:

­ National Institute of Mental Health:

http://www.nimh.nih.gov

­ Academy for Eating Disorders:

http://www.aedweb.org

­ Weight-Control Information Network:

http://www.niddk.nih.gov

­ Eating Disorders Awareness and Prevention, Inc.:

http://www.nationaleatingdisorders.org

­ Harvard Eating Disorders Center: www.hedc.org

­ Eating Disorders Association: www.edauk.com  

 

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