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Vol. 16. Núm. 10.
Páginas 46-55 (Noviembre 2002)
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AF y educación sanitaria. La perspectiva del farmacéutico
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Inmaculada Lebrón Cansinoa
a Farmacéutica comunitaria.
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Este artículo es un resumen del trabajo desarrollado por la autora en el marco de sus estudios de doctorado sobre Atención Farmacéutica. Constituye la constatación práctica de las necesidades de información y educación para la salud de los pacientes que acuden a la oficina de farmacia, unas necesidades a las que el farmacéutico comunitario puede dar perfecta respuesta.
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El farmacéutico ha pasado de ser un mero dispensador de medicamentos ya elaborados y envasados en los laboratorios, a ser una figura de crucial importancia para conseguir los objetivos de salud de los pacientes. Esta importancia radica en que es ahora cuando el farmacéutico ejerce como el experto en medicamentos que es, llevando a cabo el seguimiento de los tratamientos farmacológicos, realizando labores de farmacovigilancia, cooperando con el equipo de Atención Primaria, trabajando en promoción de salud y prevención de enfermedades y ejerciendo como educador sanitario.

Es ahora cuando la Atención Farmacéutica se hace imprescindible para poder llevar a cabo una correcta e íntegra práctica profesional farmacéutica. Además, la legislación coloca al farmacéutico comunitario dentro del marco territorial de la Atención Primaria, que es donde se encuentran ubicadas las oficinas de farmacia como establecimientos sanitarios.

La tendencia de la farmacia actual hacia el uso racional del medicamento, la integración del farmacéutico comunitario en la cadena de la asistencia sanitaria y la demanda por parte de la sociedad de un servicio de calidad y garantía para la salud de la población justifican que nos planteemos esta nueva visión de la profesión farmacéutica.

 

INTRODUCCIÓN

La Atención Farmacéutica ha pasado por diversas concepciones y definiciones diferentes desde su nacimiento hasta hoy. El documento de Consenso sobre Atención Farmacéutica1 la define como «la participación activa del farmacéutico para la asistencia al paciente en la dispensación y seguimiento de un tratamiento farmacoterapéutico, cooperando así con el médico y otros profesionales sanitarios a fin de conseguir resultados que mejoren la calidad de vida del paciente. También conlleva la implicación del farmacéutico en actividades que proporcionen buena salud y prevengan enfermedades. Asimismo, recoge las actuaciones propias del farmacéutico para el ejercicio de una correcta asistencia a sus pacientes: indicación de medicamentos que no requieren prescripción médica, prevención de la enfermedad, educación sanitaria, farmacovigilancia, seguimiento farmacoterapéutico personalizado y todas aquellas otras que se relacionan con el uso racional del medicamento».

Como indica Herrera Carranza2, «el objetivo esencial de los sistemas sanitarios modernos consiste en proporcionar una asistencia integral al paciente con la máxima calidad posible y, por consiguiente, es imprescindible la coordinación de todos los profesionales implicados. El farmacéutico comunitario es uno de ellos y, hasta ahora, ha tenido poca o nula comunicación con el resto. La participación activa de los farmacéuticos comunitarios en la garantía de la efectividad de los tratamientos farmacológicos exige conocer las características de un tratamiento determinado y en un paciente concreto en su globalidad, es decir, en sentido general, el conocimiento de las estrategias terapéuticas y los protocolos de prescripción. El tratamiento farmacológico puede estar acompañado de una serie de medidas higiénicas y sanitarias (régimen de alimentación, ejercicios físicos, limitaciones de ciertos hábitos sociales, etc.) que, lógicamente, deben ser tenidos en cuenta por los farmacéuticos».

Para que el farmacéutico sea capaz de ofrecer un servicio de calidad a sus clientes, desde la perspectiva de la Atención Farmacéutica, es necesario que se produzca una modificación tanto de actitudes como de aptitudes. El programa Dáder de Seguimiento Farmacoterapéutico3 ha demostrado ser un punto de partida importante para iniciar a farmacéuticos comunitarios en la práctica diaria del seguimiento farmacoterapéutico4,5, y junto con el Manual de Procedimientos en Atención Farmacéutica6 constituye un punto de apoyo imprescindible para comenzar a implantar esta modalidad de ejercicio que caracteriza la nueva concepción de la profesión farmacéutica.

De acuerdo con Linda Strand7, «el origen de la Atención Farmacéutica es identificar lo que desea el paciente y trabajar para conseguirlo». En el ejercicio diario de la profesión se percibe la necesidad de una educación para la salud en un elevado número de pacientes que desean mejorar su calidad de vida. El profesional sanitario responsable, conocedor de sus deberes, no puede incumplir las normas, y aún menos ignorar las necesidades de la comunidad para la que trabaja.

Podemos considerar que la identificación y resolución de esas dificultades no derivadas de la farmacoterapia, pero que impiden el éxito de la misma, se puede conseguir mediante la educación para la salud. El objetivo del proyecto que se ha sintetizado en el presente artículo es poner de manifiesto la importante labor que realiza el farmacéutico comunitario en esta materia, desde su práctica como profesional sanitario integrado en el sistema de la Atención Primaria.

 

Los objetivos planteados son:

­ Conocer cuáles son las necesidades y carencias de nuestros pacientes.

­ Conseguir que los pacientes se adhieran a un programa de enseñanza-aprendizaje.

­ Efectuar el seguimiento del paciente a lo largo del proceso educativo.

­ Evaluar el proceso educativo.

 

MATERIAL Y MÉTODO

Se ha estudiado a los pacientes que han sido casos prácticos en el Curso de «Experto Universitario en Materias de Orientación Clínica para una Atención Farmacéutica Integral», impartido por la firma Lumentia bajo la dirección del Dr. Joaquín Herrera Carranza, profesor de Galénica de la Facultad de la Universidad de Sevilla. El número total ascendió a 27.

La metodología es la propuesta en el citado curso:  

­ El primer objetivo se consigue mediante un a acercamiento al paciente, ofreciéndole la posibilidad de una atención personalizada que nos permita obtener un mayor grado de comunicación y confianza con él.

­ El segundo objetivo se pone en marcha cuando se le propone al paciente que puede adherirse a un programa de educación para la salud. Cuando el paciente decida libre y voluntariamente integrarse y participar de forma activa en el programa, el objetivo se habrá cumplido. Citamos al individuo para un día y una hora determinada.

­ El tercer objetivo se alcanza incluyendo a cada paciente que decida pertenecer a nuestro estudio en el grupo que más se ajuste a su estado de salud y a sus necesidades prioritarias. El seguimiento del paciente se realizará mediante la siguiente secuencia de actuaciones:

 

a) Primera entrevista:  

­ Rellenar la ficha del paciente.

­ Cumplimentar un cuestionario.

­ Dejar que el paciente nos cuente lo que le preocupa de su enfermedad o del tratamiento. También debemos obtener información sobre los hábitos higiénico-dietéticos del individuo.

b) Reflexión, en ausencia del paciente, para definir las propuestas con las que vamos a trabajar. Plantear una estrategia para obtener los objetivos marcados.

c) Segunda entrevista:  

­ Acordar con el paciente las propuestas planteadas para que adquiera el compromiso de cumplirlas.

­ Poner en marcha la estrategia que nos permitirá conseguir nuestros objetivos.

El último objetivo se consigue mediante un proceso continuo que se va realizando a medida que se van obteniendo los resultados. La evaluación se centra sobre los tres elementos que configuran el proceso educativo (cognitivo, sensitivo o afectivo y conativo o intencional).

 

RESULTADOS

Los resultados obtenidos en cifras, a través de las respuestas de los pacientes, se reflejan en las figuras y tablas de este trabajo, desglosados por patologías:  

­ La figura 1 hace referencia a los casos detectados de diabetes, con sus factores de riesgo modificables: obesidad, hábitos nocivos de alimentación, otros hábitos nocivos y valores de glucemia en ayunas.

Fig. 1. Datos sobre pacientes que padecen diabetes

­ La figura 2 alude a los casos detectados de asma, clasificados según la magnitud de la enfermedad.

Fig. 2. Datos sobre pacientes que padecen asma

­ La figura 3 se refiere a los casos detectados de hipertensión arterial, con los factores de riesgo asociados (obesidad, diabetes, dislipemias, sexo masculino, posmenopausia y antecedente familiar; hábitos nocivos como consumo de alcohol y tabaco, sedentarismo y consumo de sal) y los valores de tensión actuales.

Fig. 3. Datos sobre pacientes que padecen hipertensión arterial

­ La figura 4 hace referencia a los casos detectados de dislipemias, con los factores de riesgo asociados (hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, diabetes y sedentarismo) y los hábitos dietéticos.

Fig. 4. Datos sobre pacientes que padecen dislipemias

­ La figura 5 alude a los casos detectados de cardiopatía isquémica, con los factores de riesgo asociados (arteriosclerosis, tabaquismo, colesterol elevado, diabetes, hipertensión arterial, antecedentes familiares y obesidad), así como los hábitos de vida.

Fig. 5. Datos sobre pacientes afectados de cardiopatía isquémica

­ La figura 6 se refiere a los casos detectados de diarrea, analizando conocimientos y actitudes de los pacientes en relación con dicha afección.

Fig. 6. Datos sobre pacientes afectados de diarrea

­ La tabla I recoge los datos obtenidos sobre los hábitos de los pacientes que padecen acné.

­ La tabla II refleja los datos relativos a los hábitos de los pacientes que padecen psoriasis.

DISCUSIÓN

Son tres las claves que nos han inducido a la realización de este trabajo:  

­ Una considerable falta de información/formación en materia de educación para la salud en los pacientes que visitan diariamente nuestra oficina de farmacia.

­ Una demanda cada vez mayor, por parte del paciente, de un servicio especializado, personalizado y de calidad.

­ Gran disponibilidad de los pacientes para colaborar en el proyecto.

 

El material que contiene el Curso de «Experto Universitario en Materias de Orientación Clínica para una Atención Farmacéutica Integral» nos ha permitido adiestrarnos en técnicas de comunicación con el paciente y con el equipo de Atención Primaria, además de hacer un amplio recorrido por la Atención Farmacéutica:  

­ Dispensación responsable: interpretación de la prescripción, información al paciente sobre su medicación e intervención (cuando sea necesaria).

­ Atención al grado de cumplimiento de la medicación.

­ Detección, resolución y prevención de PRM reales y/o potenciales.

­ Farmacovigilancia.

­ Educación para la salud: normas y consejos.

 

En el estudio, como se ha señalado, han participado un total de 27 pacientes. Es importante destacar que todos aquéllos quienes les fue planteada la posibilidad de colaborar en un proyecto educativo para beneficio de su salud aceptaron sin dudarlo. La inclusión de los pacientes en el estudio se hizo de forma progresiva, por lo que el seguimiento se pudo realizar con bastante comodidad.

En pacientes con enfermedades crónicas tales como diabetes, asma, hipertensión arterial, dislipemias y cardiopatía isquémica se observa que, en un elevado número de casos, presentan otras enfermedades crónicas diferentes de forma concomitante con la patología que nos ocupa en ese momento. Este hecho conlleva que existan muchos pacientes sometidos a politerapia, con el consiguiente riesgo de verse aumentada la posibilidad de aparición de PRM.

En un importante número de casos se observa cómo permanecen hábitos nocivos para el estado de salud específico del paciente concreto. Tal es el caso de pacientes que, siendo diabéticos, hipertensos o que han sufrido un episodio de cardiopatía isquémica siguen consumiendo tabaco, son sedentarios y toman alcohol con cierta frecuencia. Son pacientes sobre los que hay que incidir en cuanto a la modificación de estas conductas tan contraproducentes para su actual estado de salud.

Hemos encontrado diabéticos e hipertensos mal controlados y que no siguen ningún plan higiénico-dietético prescrito y asmáticos que no realizan autocontrol, que desconocen los factores desencadenantes para evitarlos y que carecen de un plan prescrito con el que atajar posibles ataques.

Encontramos un caso de incumplimiento terapéutico en tratamiento con antihipertensivos. El paciente en cuestión sufrió un accidente cerebrovascular: ¿pudo haberse evitado haciendo el seguimiento del tratamiento y educando al paciente?

Hay casos de automedicación que conducen a interacciones farmacológicas de consecuencias negativas para el paciente. Asimismo, hemos captado una profunda falta de información en materia de alimentación/nutrición entre nuestros pacientes, así como de los beneficios que aporta para la salud la práctica de ejercicio físico moderado y adecuado a las necesidades de cada individuo.

 

CONCLUSIONES

Las principales conclusiones extraídas del trabajo desarrollado son las siguientes:  

­ Existe una notable falta de información/formación en materia de educación para la salud en los pacientes que visitan diariamente nuestra oficina de farmacia.

­ Hay una demanda cada vez mayor, por parte del paciente, de un servicio especializado, personalizado y de calidad.

­ Es muy gratificante comprobar la disponibilidad de los pacientes para colaborar en el proyecto que les presentamos.

­ Hemos podido comprobar que existen pacientes que, aun teniendo prescrito un tratamiento farmacológico necesario para abordar su problema de salud, que está siendo seguro y está siendo usado a las dosis terapéuticas indicadas, registran fallos en la efectividad de dicha medicación.

­ A lo largo del estudio se observa en un considerable número de casos que el fracaso terapéutico se produce por falta de modificación en los hábitos higiénico-dietéticos y sociales, así como por no corregir los factores de riesgo modificables aun cuando éstos son evidentes en el paciente.

­ Es especialmente llamativa la carencia de educación nutricional para la salud en todos los pacientes estudiados. Siendo éste un aspecto que se extiende a todos las patologías analizadas en el estudio, la educación se hace necesaria de forma generalizada para la población a la que atendemos.

­ Somos sólo un eslabón de la cadena que constituye la Atención Primaria, pero no por ello somos menos necesarios para lograr los objetivos de salud de los pacientes. Tenemos un amplio y atractivo abanico de posibilidades para trabajar por mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad.

 

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

Armando PA, Semería N, Tellado ML, Solá N. Programa Dáder en Argentina: Resultados del primer trimestre de actividades. Pharm Care Esp 2001;3:196-203.

Herrera Carranza J. Integración de la Atención Farmacéutica en la Asistencia Sanitaria. I Congreso Universitario de Atención Farmacéutica. Sevilla, 8-10 de marzo de 2001.

Martínez Romero F, Fernández-Llimós F, Gastelurrutia MA, Parres M, Faus MJ. Programa Dáder de Seguimiento del Tratamiento Farmacológico. Ars Pharmaceutica 2001;42: 53-65.

Strand LM. Pharmaceutical Care facing the new millenium. I Congreso Universitario de Atención Farmacéutica. Sevilla, 8-10 de marzo de 2001.

VV.AA. Consenso sobra Atención Farmacéutica. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid: Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, 2002.

VV.AA. Manual de Procedimientos en Atención Farmacéutica. Madrid: Fundación Pharmaceutical Care España, 1999.

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