El presente trabajo ha sido comunicado previamente en el 52 Congreso de la SEFH celebrado en Tenerife ref. Vol. 31. N° ext. 1.2007 Pág. 62. n.°comunicación 1194.
Sr. Director:
Los inicios de la farmacocinética clínica se sitúan a mediados de los sesenta; sin embargo, es más tarde, en la década de los setenta, cuando emerge como una nueva disciplina clínica1. Desde entonces, cada vez son más los hospitales españoles que disponen de farmacocinética clínica entre su cartera de servicios, hasta convertirse hoy en una de las actividades asistenciales más importantes del farmacéutico hospitalario. Se considera, además, una de las áreas que más ha facilitado la incorporación del farmacéutico al equipo asistencial, lo que ha supuesto una reorientación de nuestra profesión dirigida cada vez más a la atención farmacéutica.
Numerosos estudios han justificado la aplicación clínica de esta disciplina tanto en términos de beneficio para el paciente como de costo efectividad1-5.Unido a esto la importancia que está adquiriendo en los últimos años la atención farmacéutica al paciente ingresado, nos planteamos realizar un análisis de la situación funcional y de recursos de la farmacocinética clínica en la comunidad de Castilla y León. Para ello nos centramos en los fármacos que hemos considerado los más monitorizados en nuestros hospitales: antibióticos, antiepilépticos y digoxina.
El trabajo consistió en una encuesta realizada al personal facultativo de farmacia y/o de análisis clínicos de los 14 hospitales públicos de Castilla y León. La encuesta recoge, en primer lugar, información general de cada centro, como número de camas, área de salud que cubre, y población a la que atiende. Acontinuación, se les pregunta si disponen de alguna sección/unidad encargada específicamente de la farmacocinética clínica, quién realiza la monitorización de fármacos, si esta labor la realiza el servicio de farmacia o análisis clínicos, y los fármacos que determinan. Por último, se les pregunta si se emite algún tipo de informe o recomendación y quién es el responsable de éstos.
Responden a la encuesta los 14 hospitales públicos de la comunidad, que suponen 7.433 camas, para atender una población de 2.523.000 habitantes. Los resultados muestran que se realizan determinaciones analíticas de al menos uno de los fármacos en los 14 centros y monitorización farmacocinética con seguimiento e interpretación de resultados en cuatro (2.866 camas y 1.039.818 habitantes); tres por parte de servicios de Farmacia y uno de Farmacología. De estos cuatro hospitales, en tres se monitorizan antibióticos, antiepilépticos y digoxina, y en el cuarto, antiepilépticos y digoxina. Se realizan determinaciones analíticas sin monitorización farmacocinética de digoxina en diez hospitales, de antiepilépticos en siete y de antibióticos en cinco. El único fármaco que se determina en todos los hospitales es la digoxina.
En nuestro estudio se observó cómo en diez de los catorce hospitales no se realizaba interpretación de los resultados, lo que se considera indispensable para garantizar el éxito en la monitorización de fármacos. Esta falta de seguimiento y de interpretación por profesionales con formación en farmacocinética clínica puede dar lugar a errores en la toma de decisiones.
Estos servicios no sólo cumplen una importante función de asistencia sanitaria. Se ha observado que los hospitales que disponen de un área de farmacocinética mantienen una comunicación continua con el personal médico y de enfermería, lo que ha facilitado la integración del farmacéutico en el equipo de trabajo asistencial6,7.
En resumen, se observa una escasez importante de recursos estructurales y funcionales en los hospitales de Castilla y León. Esto supone que cerca de un 60% de la población (1.600.000 habitantes) no tiene acceso a un servicio de farmacocinética clínica.
Teniendo en cuenta la tendencia que está adquiriendo la farmacia hospitalaria, orientada cada vez más hacia la farmacia clínica, y el beneficio que supone disponer de estos servicios en nuestros hospitales, sería oportuno incidir en la necesidad de un esfuerzo por parte de todos para impulsar su desarrollo definitivo. Debemos tener en cuenta, además, que la farmacocinética no es una disciplina exclusiva de la farmacia hospitalaria, por lo que no debemos perder la oportunidad de realizar esta labor en los hospitales que aún no disponen de este servicio.