Sr. Director:
Albornoz-López et al1 han utilizado con éxito el interferón alfa 2b tópico en colirio como tratamiento de recidiva de una neoplasia conjuntival intraepitelial, sin observar efectos secundarios concomitantes. Sin embargo, recurren a la resección simple cuando la tumoración disminuye de tamaño. Es posible que al continuar el tratamiento hubiera desaparecido también sin necesidad de resección, como se ha demostrado en otros casos según refleja la literatura.
Desde hace tiempo hay consenso en que el diagnóstico de estas neoplasias es clínico mediante su observación en la lámpara de hendidura, por lo que no es estrictamente necesario realizar una biopsia escisional2. No obstante, el tratamiento clásico ha consistido en la resección quirúrgica, modificándose la técnica mediante ampliación de los márgenes de escisión, resección escleral en profundidad y adición de crioterapia en los márgenes, técnica que realizaron en un primer tiempo Albornoz-López el al1. Esta cirugía mutilante conlleva técnicas quirúrgicas de reconstrucción de la superficie ocular, como el uso de injertos de membrana amniótica, tal como realizaron esos autores1. En casos extensos en sentido circunferencial al limbo esclerocorneal, puede ocasionarse insuficiencia limbar por eliminación de las células madre (stem cells) durante la resección, lo que causará una pérdida de la transparencia corneal y, por consiguiente, una disminución de la agudeza visual3. Por estos motivos, la cirugía en un primer tiempo conlleva una elevada morbilidad en estos pacientes. A todo esto se debe añadir que las recidivas ocurren en un 53 % de los casos si los bordes de la resección estaban infiltrados y en un 5 % si estaban libres2.
Para evitar el porcentaje de recidivas, se han empleado tratamientos quimioterápicos tópicos como el 5-fluorouracilo, la mitomicina C y el interferón alfa 2b4. El interferón alfa 2b intralesional, mediante inyección, y tópico, en forma de colirio, se ha utilizado como tratamiento primario y en casos de recidivas5,6. De forma intralesional el tiempo de resolución de la neoplasia parece más corto; sin embargo, las reacciones sistémicas del tipo de mialgias y febrícula son frecuentes6. El interferón alfa 2b en colirio se ha utilizado como tratamiento único inicial en estos tumores con muy satisfactoria respuesta clínica y mínimos efectos adversos en la superficie ocular6-8. También se ha demostrado su utilidad en las recidivas1,6.
Teniendo en cuenta su sensibilidad y la ausencia de efectos adversos severos, creemos que es una alternativa válida para iniciar el tratamiento de estas neoplasias, y se puede reservar la cirugía para los casos en que no haya respuesta. En un estudio reciente, con un seguimiento de 35,6 meses de media, se ha demostrado que no hay diferencia en las tasas de recurrencia al comparar una serie donde sólo se realizó cirugía con otra donde se utilizó el interferón como tratamiento inicial7. Es de destacar que la mayoría de las recidivas ocurren en los primeros 2 años, aunque pueden aparecer con posterioridad6.
En el estudio multicéntrico más reciente, se documenta una recidiva en un total de 28 pacientes durante un seguimiento medio de 42,4 meses8. La concentración utilizada en la mayoría de los estudios es 1.000.000 U/ml5-8, cuatro veces al día. El tiempo de erradicación de la neoplasia es muy variable según la diferentes series5-8. En casos en que no hay respuesta, puede incrementarse la concentración a 3.000.000 U/ml8.
Según los datos de seguridad y eficacia publicados más recientemente6-8, concluimos que, aunque el interferón tiene la indicación de uso compasivo, puede constituir un tratamiento de primera elección en estas neoplasias y no sólo en casos de recidivas. Si se tiene en cuenta el coste de la cirugía y el injerto de membrana amniótica más los riesgos de recidiva y de insuficiencia limbar, resulta mucho más barato el uso de esta terapia tópica en colirio.
Un estudio realizado en Estados Unidos concluye que el coste aproximado del tratamiento es de 300 dólares9. El coste medio en nuestro medio sería de unos 50 euros por mes6. En nuestra experiencia3,5, el tratamiento ha durado entre 60 y 75 días, por lo que el coste total sería de 100-150 euros. Teniendo en cuenta que también es efectivo en neoplasias muy extensas3, donde una resección resulta prácticamente imposible, resulta un tratamiento coste-efectivo, por lo que nos podemos inclinar por esta modalidad terapéutica. También debe reseñarse su utilidad en pacientes que, por la enfermedad que sea, resulta difícil o imposible una intervención quirúrgica por los riesgos de la anestesia, aunque sea local, o debido a su estado mental. Albornoz-lópez et al1 concluyen que es una buena alternativa en el tratamiento de casos recidivantes, aunque por su elevado coste se debe utilizar en casos seleccionados. Aunque estamos de acuerdo con estas conclusiones1, parece que, según los resultados más actuales6-8, éstas no serán tan restrictivas en un futuro.