Sr. Director:
El 40% de la población carcelaria padece alguna enfermedad mental. Aunque no hay relación entre enfermedad mental y delito, sí se ha observado que los delitos más violentos están cometidos por sujetos con algún tipo de trastorno mental1. En 1998 un estudio realizado por Singleton et al reveló que la concurrencia de trastornos mentales es frecuente en las prisiones, donde 9 de cada 10 presos presentaba algún tipo de alteración en su estado mental2.
Para conocer la realidad del uso de medicamentos surgen los estudios de utilización de medicamentos (EUM), que tienen como objetivo la mejora de la terapéutica farmacológica en el ámbito asistencial. Para llevarlos a cabo, son precisos unos indicadores adecuados que permitan realizar comparaciones de los resultados en el ámbito nacional e internacional. La dosis diaria definida (DDD) supuso un importante avance en la determinación de la unidad técnica ideal para el establecimiento de datos comparativos entre medicamentos, ya que su valor procura corresponderse con la dosis media diaria de mantenimiento en adultos de un medicamento para su indicación principal, por una vía de administración determinada, y normalmente se expresa en gramos de principio activo3-5. En este estudio se estableció como objetivo analizar la utilización de psicofármacos en la prisión de Zuera, respecto a población no carcelaria (Huesca), en el primer semestre de 2006.
Otros objetivos fueron establecer qué grupos terapéuticos se utilizaban más en el centro penitenciario (CP) de Zuera, frente a la población no carcelaria de Huesca, y conocer cuáles son los grupos terapéuticos con mayor diferencia de uso entre estas 2 poblaciones.
Se realizó un estudio observacional, retrospectivo y comparativo de consumo, analizando las diferencias cuantitativas del consumo de psicofármacos durante el primer semestre de 2006, entre los internos del CP de Zuera y la población no carcelaria perteneciente a la Seguridad Social (SS) de la provincia de Huesca.
Se estudiaron los fármacos incluidos en el subgrupo terapéutico N03A: antiepilépticos; N04A: antiparkinsonianos; N05A: antipsicóticos; N05B: ansiolíticos; N05C: hipnóticos y sedantes; y N06A: antidepresivos, según la clasificación adoptada por el Ministerio de Sanidad6 que sigue la ATC (Anatomical Therapeutical Classification). Se excluyeron los psicofármacos no incluidos en la guía farmacoterapéutica del CP, los no administrados por vía oral y las presentaciones que contenían asociaciones de psicofármacos.
Los datos de consumo de cada especialidad farmacéutica dentro de la prisión se obtuvieron de las prescripciones médicas, a través del SANIT, base de datos propia de instituciones penitenciarias, y la información correspondiente al consumo de la población no carcelaria se obtuvo a partir de los datos de facturación de las recetas oficiales del Sistema Nacional de Salud dispensadas por las oficinas de farmacia, que presenta todos los meses el Colegio de Farmacéuticos de Huesca.
Todos los datos recopilados, de cada principio activo, se expresaron en dosis/habitante/día (DHD), que se corresponde a la dosis diaria definida (DDD) propuesta por la OMS, por 1.000 habitantes y día.
Las limitaciones encontradas se debieron a la existencia de diferentes indicaciones para un mismo psicofármaco, tener pacientes drogodependientes en programas con metadona y no conocer el cumplimiento real del tratamiento; en el caso de la población no carcelaria, la utilización de medicamentos sin receta. Otra limitación es que la DDD es una unidad técnica de medida que no necesariamente refleja la dosis diaria consumida, aunque se aproxima, y que los EUM carecen de validez externa, al ser estudios empíricos de la utilización de medicamentos en un referente temporal y espacial definido, y por esto ni resultados ni recomendaciones pueden ser generalmente extrapolados a otros entornos, ni generalizados como leyes empíricas universales.
El principal resultado obtenido es que el 67% de la población (1.476 personas) del CP de Zuera utiliza psicofármacos. El consumo recogido en esta población carcelaria, de estos grupos terapéuticos, representa justo el doble (2,018 veces) de utilización que la población no carcelaria de Huesca en el período del estudio (tabla 1).
Consumo comparativo de psicofármacos en prisión versus población no carcelaria
Grupo | Prisión (DHD) | Huesca (DHD) | Comparación |
N03 | 46,54435673 | 30,25373048 | 1,53846695 |
N04 | 1,010645466 | 14,33934 | 0,070480612 |
N05A | 51,39019461 | 24,8336273 | 2,069379313 |
N05B | 328,0356795 | 83,38276562 | 3,934094499 |
N05C | 85,47799787 | 51,64939444 | 1,654966119 |
N06A | 164,316916 | 130,9000449 | 1,255285405 |
Total | 676,7757902 | 335,3589028 | 2,018064183 |
DHD: Dosis Habitante Día.
La población penitenciaria muestra importantes diferencias respecto al resto de la población, que podría explicarse por distintos motivos:
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Los enfermos politoxicómanos demandan más medicación.
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La ratio médico/habitante es superior en prisión.
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Largos periodos de encarcelamiento pueden llevar a depresión, crisis de angustia y demás trastornos del ánimo que precisan tratamiento.
Los estudios de utilización de medicamentos realizados en prisiones permiten describir las cantidades de los psicofármacos prescritos, lo cual es útil como sistema de alerta para detectar desviaciones entre distintos tipos de población (prisión y no carcelaria), así como en diferentes áreas de salud o centros penitenciarios.
En futuros estudios, sería interesante comparar estos datos con otras poblaciones, penitenciaria o no, e incluso realizar un estudio multicéntrico en todas las prisiones de España comparándola con la población no carcelaria.