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Enfermería Intensiva Metodología enfermera aplicada a una paciente mediante intervencionismo estruct...
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Vol. 34. Núm. 2.
Páginas 109-110 (Abril - Junio 2023)
Vol. 34. Núm. 2.
Páginas 109-110 (Abril - Junio 2023)
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Metodología enfermera aplicada a una paciente mediante intervencionismo estructural en cardiología
Nursing methodology applied to a patient through structural intervention in cardiology
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A.R. Alconero-Camareroa,
Autor para correspondencia
alconear@unican.es

Autora para correspondencia.
, M.I. Ibáñez-Rementeríab, C. Sarabia-Coboa
a Departamento de Enfermería, Facultad de Enfermería Casa de Salud Valdecilla, Universidad de Cantabria. Grupo IDIVAL, Santander, España
b Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander, España
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M. Parellada-Vendrell, M. Prat-Masana, S. Pérez-Ortega
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Recientemente Parellada-Vendrell et al.1 han publicado un caso clínico en la revista ENFERMERÍA INTENSIVA acerca de un tratamiento en el campo del intervencionismo estructural en cardiología. Felicitamos a los autores por la optimización de los cuidados aplicados a la paciente y la resolución de los mismos. Sin embargo, se indican algunos comentarios relacionados con la metodología utilizada en el mismo que, de no ser aclarados, pueden incurrir en errores en la práctica clínica y en asunción de funciones impropias de nuestra profesión2.

En primer lugar, percibimos cierta confusión en el apartado de la discusión con la contextualización del caso, ya que los autores comentan que hay ciertas intervenciones enfermeras que han sido claves para que la paciente llegue en las mejores condiciones clínicas posibles para el implante valve in valve mitral. En la descripción del caso se explica que la paciente ingresa en la unidad de cuidados cardiológicos agudos tras la implantación y después de ser derivada desde consultas externas por su sintomatología. De hecho, la valoración y el correspondiente plan de cuidados se elaboran postintervención, ya que consideran las complicaciones que se han desarrollado tras el implante; por lo tanto, todo esto lleva a confusión por parte del lector.

En segundo lugar, se desarrolla un plan de cuidados que no corresponde en absoluto a las competencias adquiridas en nuestro día a día, y que no da solución a los problemas que se han detectado2. Los diagnósticos de enfermería (DXE) que identifican los autores1 son erróneos, porque no podemos resolverlos de forma autónoma; se necesita una prescripción médica para pautar una serie de medidas a adoptar y que la enfermera está obligada a llevar a cabo. Un «patrón respiratorio ineficaz» (00032) en que se necesitará oxígeno y ciertos fármacos o la «disminución de la tolerancia a la actividad» (00298) generado por la enfermedad motivo del ingreso no son intervenciones autónomas. Por cierto, la «intolerancia» (00092) que los autores reflejan en el caso, se cambió por el DXE (00298). Por otro lado, no se pueden relacionar los diagnósticos de riesgo con problemas o tratamientos médicos, ya que, si no eliminamos la fuente de riesgo, el problema seguirá existiendo, y nuevamente es el médico quien tiene autonomía para hacerlo. Concretamente, el «riesgo de deterioro de la integridad cutánea» (00047) estaría bien formulado si no se relacionara con la inmovilidad física, que recordemos que la paciente está en reposo absoluto por orden médica y por imposibilidad de realizar cualquier actividad por su enfermedad incapacitante.

Tercero, no se puede considerar un DXE al «patrón del sueño alterado» (00198) en el momento en el que se necesita soporte farmacológico para tratarlo, ya que la enfermera no prescribe ese tipo de tratamientos; por tanto, estamos asumiendo roles no propios a nuestro campo de acción. Todos los juicios clínicos de enfermería identificados por los autores1 son problemas de colaboración.

Por último, creemos oportuno considerar como problema de colaboración tanto el hipotiroidismo como la hipertensión arterial, patologías que sufre la paciente antes de este cuadro agudo y que en este plan de cuidados se obvian por completo, siendo muy relevantes para una buena evolución del proceso.

Para concluir, según NANDA I3, un DXE implica formular un juicio clínico sobre una respuesta humana (ciertamente no se constata valoración alguna sobre el estado anímico de la paciente ante el proceso agudo) y ratifica que las enfermeras en la práctica no pueden utilizar todos los DXE disponibles, si estos se encuentran fuera de los estándares o competencias del país donde están ejerciendo profesionalmente.

Poco nos ayuda seguir avanzando en el desarrollo de modelos, marcos teóricos y metodología si lo básico no lo interiorizamos, llevándonos al intrusismo en roles de otras profesiones.

Bibliografía
[1]
M. Parellada-Vendrell, M. Prat-Masana, S. Pérez-Ortega.
Valve in valve mitral: a propósito de un caso.
[2]
L.J. Carpenito-Moyet.
Planes de cuidados y documentación en enfermería: diagnósticos enfermeros y problemas de colaboración.
2.ª edición, McGraw-Hill Interamericana de España, (2005),
[3]
T. Heather-Herdman, S. Kamitsuru, C. Takao-Lopes.
NANDA Internacional Diagnósticos Enfermeros. Definiciones y Clasificación 2021-2023.
12.ª edición, Elsevier, (2021),
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