El dengue, una enfermedad viral endémica y epidémica transmitida por mosquitos Aedes aegypti, se destaca como la arbovirosis más significativa a nivel mundial en términos de morbilidad. Estos mosquitos han desarrollado adaptaciones para sobrevivir en entornos urbanos y suburbanos, estableciendo una estrecha convivencia con los seres humanos en zonas cada vez más densamente pobladas. Su capacidad de adaptación se manifiesta principalmente en zonas de alta temperatura y en temporada de lluvias, cuando se reproducen en aguas estancadas1.
El origen o resurgimiento del dengue se atribuye a la combinación de diversos factores determinantes que facilitan la presencia del mosquito vector en el entorno. Entre estos factores se incluyen cambios en los patrones de precipitación por el cambio climático, limitaciones en los programas de control de vectores, disponibilidad limitada de agua para el consumo, crecimiento demográfico y urbanización rápida, gestión inadecuada de residuos, escasez de personal de salud y desplazamientos de población de una región a otra2,3.
El artículo «Rapid diagnostic tests for dengue would reduce hospitalizations, healthcare costs and antibiotic prescriptions in Spain: A cost-effectiveness analysis»4 plantea que la introducción del diagnóstico rápido del dengue permitiría una identificación más rápida y precisa de los casos, lo que facilitaría un tratamiento oportuno y específico. Esta rapidez facilita intervenciones locales inmediatas, reduciendo la probabilidad de brotes. Además, evita tratamientos innecesarios al diferenciar el dengue de enfermedades similares, contribuyendo así al control de la transmisión del virus. La detección temprana también impulsa la promoción de medidas preventivas en la comunidad, fortaleciendo la salud pública y fomentando prácticas preventivas. Esta medida no solo contribuiría a aliviar la carga hospitalaria, sino que también podría tener un impacto positivo en la eficiencia del sistema de salud al optimizar los recursos y mejorar la atención a los pacientes afectados por esta enfermedad5,6.
Por ello, considero que es crucial fortalecer la atención en el primer nivel de salud, reservando los hospitales para los casos más graves de dengue; lamentablemente, estos niveles han sido descuidados por años y aún más en el contexto de la pandemia de la COVID-197.
En ese sentido, se propone la implementación de estrategias y políticas educativas respaldadas tanto por los gobiernos como por los medios de comunicación en regiones tropicales endémicas8. Este enfoque debe iniciarse desde las primeras etapas escolares, permitiendo que los niños adquieran conocimientos y difundan información desde una edad temprana. En estas etapas iniciales, se pueden utilizar herramientas educativas lúdicas como historias y dibujos que representen imágenes con los síntomas del dengue. En el nivel primario, podrían incorporarse actividades como sopa de letras, crucigramas relacionados con la enfermedad. Para el nivel secundario, se sugiere la realización de capacitaciones, charlas de orientación, prácticas de campo y dramatizaciones con situaciones inventadas. Finalmente, en el nivel superior, las intervenciones deben orientarse a fortalecer los conocimientos de los estudiantes, haciendo hincapié en la sensibilización sobre la importancia de la prevención primaria9,10.
En este sentido, la promoción de la salud, como función clave de la salud pública, genera un impacto innegable al fomentar la perspectiva de abordar problemas de manera integral, involucrando de manera conjunta e integrada a la población.
En resumen, el problema de la epidemia de dengue es complejo, no solo por su magnitud, sino también por los diversos elementos que deben tenerse en cuenta para su control. Estos elementos son cambiantes debido a políticas excluyentes y cambios en aspectos sociales, económicos, e incluso, culturales.
Consideraciones éticasEl consentimiento informado no fue requerido, debido a que la información fue recolectada a partir de fuentes secundarias.
FinanciaciónNo existen fuentes de financiación públicas ni privadas.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.



