Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD) is the most frequent hepatic disease globally. NAFLD patients are at an increased risk of both liver and cardiovascular morbidity and mortality, as well as all-cause death. NAFLD prevalence is rapidly increasing worldwide and, thus, there is an urgent need for health policies to tackle its development and complications. Currently, since there is no drug therapy officially indicated for this disease, lifestyle interventions remain the first-line therapeutic option.
In the present narrative review, we discuss the effects of certain dietary patterns on NAFLD incidence and progression. The Mediterranean diet is regarded as the diet of choice for the prevention/treatment of NAFLD and its complications, based on the available evidence. Other plant-based dietary patterns (poor in saturated fat, refined carbohydrates, red and processed meats) are also beneficial [i.e., Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) and vegetarian/vegan diets], whereas more data are needed to establish the role of ketogenic, intermittent fasting and paleo diets in NAFLD.
Nevertheless, there is no “one-size-fits-all” dietary intervention for NAFLD management. Clinicians should discuss with their patients and define the diet that each individual prefers and is able to implement in his/her daily life.
La enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la enfermedad hepática más frecuente a nivel global. Los pacientes de EHGNA tienen un riesgo incrementado de morbilidad y mortalidad hepática y cardiovascular, y muerte por cualquier causa. La prevalencia de EHGNA se está incrementando rápidamente a nivel mundial, y por tanto existe una necesidad urgente de políticas sanitarias para afrontar su desarrollo y complicaciones. Actualmente, dado que no existe ninguna terapia farmacológica indicada de manera oficial para esta enfermedad, las intervenciones sobre el estilo de vida siguen siendo la opción terapéutica de primera línea.
En la revisión de la narrativa actual debatimos los efectos de ciertos patrones alimentarios en la incidencia y progresión de EHGNA. La dieta mediterránea se considera la dieta de elección para la prevención/tratamiento de EHGNA y sus complicaciones, sobre la base de la evidencia disponible. Otros patrones alimentarios basados en plantas (bajos en grasas saturadas, hidratos de carbono refinados, carnes rojas y procesadas) son también beneficiosos —es decir, DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension [Enfoques alimentarios para detener la hipertensión]) y dietas vegetarianas/veganas—, aunque se necesitan más datos para establecer el papel de las dietas cetogénicas, de ayuno intermitente y paleo en la EHGNA.
Sin embargo, no existe una intervención alimentaria «universal» para el manejo de EHGNA. Los clínicos deberán debatir con sus pacientes y definir la dieta que prefiera cada individuo, y que este pueda introducir en su vida diaria.
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