Challenges and perspectives of the double burden of malnutrition in Latin America

Abstract

Nutrition is a key factor in the development of non-communicable chronic diseases (NCCDs), especially cardiovascular diseases (CVD) and their risk factors. The “double burden of malnutrition” (DBM) is the coexistence of undernutrition and overnutrition in the same population across the life-course. In Latin America, the transition from a predominantly underweight to an overweight and obese population has increased more rapidly than in other regions in the world.

Undernutrition and the micronutrient deficiencies particularly iron, zinc, and vitamins A and D, present high heterogeneity in Latin American countries, and are currently considered important public health problems. In this region, NCCDs account for 50% of the disability-adjusted life-years, led by CVD. The most prevalent cardiovascular risk factors are overweight, obesity, hypertension, dyslipidemia and type 2 diabetes mellitus. Because of the cost of treatment and the potential years of life lost due to premature death, CVD is known to affect the poorest segments of the population, affecting communities, and governments. More than 80% of CVD deaths occur in low- and middle-income countries. The persistence of damage in some cells due to undernutrition may explain certain findings regarding the increase in NCCD. These aspects together with epigenetic changes have highlighted the importance of a lifelong approach to nutritional policy development.

Reducing DBM requires major societal interventions in public health and nutrition to achieve holistic change that can be sustained over the long term and spread throughout the global food system. The implementation of effective state policies of double impact actions should influence both sides of the burden and be considered an urgent priority, considering country-specific inequalities and socio-demographic differences in the Latin American region, using diverse and multidisciplinary strategies.

Resumen

La nutrición es un factor clave en el desarrollo de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), especialmente las enfermedades cardiovasculares (ECV) y sus factores de riesgo. La “doble carga de la malnutrición” (DCM) es la coexistencia de desnutrición por defecto y por exceso de nutrientes en la misma población a lo largo del curso de vida. En América Latina, la transición de una población predominantemente desnutrida a otra con sobrepeso y obesidad ha aumentado más rápidamente que en otras regiones del mundo.

La desnutrición y las deficiencias de micronutrientes, especialmente de hierro, zinc y vitaminas A y D, presentan una gran heterogeneidad en los países latinoamericanos y se consideran actualmente importantes problemas de salud pública. En esta región, las ECNT representan el 50% de los años de vida ajustados por discapacidad, encabezados por las ECV. Los factores de riesgo cardiovasculares más prevalentes son el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes mellitus tipo 2. Debido al coste del tratamiento y a los años de vida potencialmente perdidos debido a la muerte prematura, se sabe que las ECV afectan a los segmentos más pobres de la población, implicando a las comunidades y a los gobiernos. Más del 80% de las muertes por ECV se producen en países de ingresos bajos y medios. La persistencia del daño en algunas células debido a la desnutrición puede explicar ciertos hallazgos relacionados con el aumento de las ECNT. Estos aspectos, junto con los cambios epigenéticos, han puesto de manifiesto la importancia de un enfoque permanente en el desarrollo de políticas nutricionales.

La reducción de la DCM requiere importantes intervenciones sociales en materia de salud pública y nutrición para lograr un cambio holístico que pueda mantenerse a largo plazo y extenderse a todo el sistema alimentario mundial. La implementación de políticas estatales efectivas de acciones de doble impacto debe influir en ambos lados de la carga y ser considerada una prioridad urgente, teniendo en cuenta las desigualdades específicas de cada país y las diferencias sociodemográficas en la región latinoamericana, utilizando estrategias diversas y multidisciplinarias.