TY - JOUR T1 - Contribuciones de la electrovectocardiografía mexicana JO - Archivos de Cardiología de México T2 - AU - de Micheli,Alfredo AU - Iturralde-Torres,Pedro SN - 14059940 M3 - 10.1016/j.acmx.2014.10.004 DO - 10.1016/j.acmx.2014.10.004 UR - https://www.elsevier.es/es-revista-archivos-cardiologia-mexico-293-articulo-contribuciones-electrovectocardiografia-mexicana-S1405994014001724 AB - Se relatan las etapas principales del largo camino que llevó a la estructuración de la electrovectocardiografía moderna a partir de las bases establecidas por Willem Einthoven (1860-1927), catedrático de fisiología en la Universidad de Leyden (Holanda), quien presentó su electrocardiógrafo de cuerda en 1901, tiempo en que se llegó a asentarse la electrovectocardiografía mexicana gracias a los desvelos del Dr. Demetrio Sodi Pallares, discípulo de F.N. Wilson en Ann Arbor. El Dr. Sodi creó la Escuela Mexicana, la cual tuvo primacía en dicho campo y fue reconocida internacionalmente durante algunas décadas. Tal hecho se debe al enfoque racional y no empírico de la exploración eléctrica del corazón, gracias a la aplicación del procedimiento galileano de carácter inductivodeductivo. Allí fue posible llegar a través del estudio de los procesos de despolarización y repolarización miocárdicas, en condiciones normales y con bloqueo de rama, realizado por el Dr. Gustavo A. Medrano y sus colaboradores. En la década de 1950, se estudiaron las manifestaciones electrovectocardiográficas del infarto miocárdico no complicado y complicado por trastornos del ritmo y de la conducción, así como de los bloqueos proximales o tronculares y distales o periféricos. Los discípulos actuales de dicha Escuela se ocupan ahora de problemas de arritmología cardiaca con resultados muy prometedores. ER -