Hip fractures in the elderly is a health problem of first magnitude, with an incidence which is increasing exponentially. The surgery of these fractures, despite progress in recent years in terms of surgical and anesthetic techniques, the widespread use of thromboprophylaxis and better medical cares, remains a high risk procedure in terms of morbidity and mortality.
La fractura de cadera en el anciano constituye un problema sanitario de primera magnitud, con una incidencia en crecimiento exponencial. La cirugía de estas fracturas, a pesar de los avances de los últimos años en cuanto a las técnicas quirúrgicas y anestésicas, a la generalización de la profilaxis tromboembólica y a unos mejores cuidados médicos, continúa siendo un procedimiento de alto riesgo en cuanto a morbilidad y mortalidad