Objetivo docente: Describir los hallazgos y signos radiológicos diagnósticos de esta patología, que podemos identificar mediante radiografía simple, TC y RM. Definir las alteraciones fisiopatológicas y biomecánicas secundarias, que son el origen de las alteraciones radiológicas. Revisar el manejo terapéutico de esta entidad.

Revisión del tema: Las coaliciones tarsales (CT) constituyen una entidad infrecuente, caracterizada por la formación de uniones aberrantes entre dos o más huesos del tarso que se clasifican en óseas y no óseas. Las técnicas de imagen son fundamentales para su diagnóstico. Aunque en su mayoría, se reconocen fácilmente mediante radiología convencional, en ocasiones el diagnóstico puede ser complicado, especialmente en CT subastragalinas, debido al solapamiento óseo y a la oblicuidad de la coalición, sobre todo en CT no óseas. Existen algunos signos indirectos que pueden ayudar al radiólogo a sugerir su existencia, como el “signo de la nariz de oso hormiguero” en la coalición calcáneo-navicular y el “signo de la C” en la talo-calcánea, entre otros. La TC y RM se utilizan para diagnosticar o confirmar la existencia de CT no óseas, valorar complicaciones y patología asociada así como planificar el tratamiento quirúrgico. El tratamiento depende de la localización y extensión de la CT, la severidad de los síntomas y la presencia de cambios degenerativos.

Conclusiones: Aunque la mayoría de CT se identifican mediante radiología simple, es muy importante para el radiólogo conocer e identificar los signos indirectos que pueden ayudarle en el diagnóstico. Así mismo, también debe reconocer los principales hallazgos en TC y RM así como patología asociada y complicaciones.