“Advertir los peligros de la PCA en pacientes postoperatorios” (Control del dolor, April 2015, ed. original) es un artículo muy explicativo para aquellas enfermeras que trabajan con enfermos postoperados que reciben analgesia controlada por el paciente (PCA).
Nosotros también sufrimos un desafortunado incidente en la administración de una PCA en la unidad médico-quirúrgica en la que trabajo. Aunque las enfermeras explicaron a la familia que no se debía administrar la PCA en modo proxy, lo hicieron. Interrumpimos la administración de PCA, se administró naloxona y el paciente se recuperó sin complicaciones. Las enfermeras preguntaron a los familiares por qué habían activado la administración de la PCA para el paciente. Respondieron que pensaban que le dolía “más de lo que decía”.
La administración de PCA en modo proxy es muy peligrosa. El equipo de enfermería debe vigilar de forma regular a los pacientes con PCA y evaluar con frecuencia su nivel de sedación. Dos enfermeras deberían comprobar de forma independiente la prescripción, la identificación del paciente, el fármaco y la dosis, los controles de la bomba de PCA, la conexión del equipo antes de su uso, cada turno, y en cada cambio de programación1.
Sugeriría que las enfermeras entreguen folletos informativos de educación sanitaria a los pacientes y sus familias, y soliciten firmar que han comprendido la información sobre la PCA.
Las enfermeras deben continuar reforzando la información verbal sobre las instrucciones de uso de la PCA por parte del paciente y la familia.