La causa más frecuente de dolor lumbar es una lesión en los músculos de la espalda. Excepcionalmente, un problema grave en la columna, como una infección o un tumor, puede causar dolor lumbar.
Al levantar algo pesado, practicar deporte o, incluso, al salir de un coche, se pueden sobrecargar o lesionar los músculos de la espalda. Una mala postura, estar sentado durante mucho tiempo y el sobrepeso también puede sobrecargar la espalda. La depresión, la ansiedad, el estrés y la tensión pueden aumentar el riesgo de dolor lumbar.
El dolor puede ser crónico (estar presente la mayor parte del tiempo) o agudo (sobrevenir de repente).
¿Cómo va a tratar el médico el dolor lumbar?El médico le hará un examen físico y le formulará preguntas sobre su historia clínica y el dolor. Dele tanta información como sea posible sobre este dolor, incluyendo cualquier lesión que haya tenido.
Si el médico cree que su dolor lumbar está causado por una distensión o una lesión muscular, le aconsejará que no realice grandes esfuerzos durante unos días, evite las actividades extenuantes y no levante objetos pesados. El médico le puede recomendar que tome un analgésico, como ácido acetilsalicílico, paracetamol o ibuprofeno, para aliviar el dolor. El uso de una manta eléctrica también puede ayudarle a aliviar el dolor lumbar.
Cuando se sienta mejor, el médico le enseñará ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos que mantienen la espalda. Entre las actividades recomendadas pueden encontrarse natación, paseos u otros ejercicios aeróbicos de bajo impacto. Evite las actividades que impliquen torsión o flexión. Si el dolor se prolonga de 4 a 6 semanas, el médico puede indicar que se realicen pruebas o recomendarle que acuda a un fisioterapeuta.
Muy pocas personas con dolor lumbar tienen un problema grave que necesite una intervención quirúrgica para su resolución. Sin embargo, si su médico cree que el dolor puede estar causado por una lesión nerviosa, tumor, infección, cálculos renales o un problema óseo, probablemente deberá realizar una o más de las siguientes pruebas en un hospital o centro de radiología:
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Una radiografía.
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Una tomografía computarizada.
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Una resonancia magnética.
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Una gammagrafía ósea.
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Levante peso de forma inteligente. Cuando coja cualquier objeto grande, sosténgalo cerca de su cuerpo, mantenga la espalda recta y los pies separados, y flexione las rodillas. Levántelo usando las piernas, no la espalda. No tuerza ni extienda el cuerpo mientras se esté levantando.
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Haga ejercicio con regularidad. Pregunte a su médico sobre un plan de ejercicios que sea adecuado para usted. Permanecer activo y mantener la espalda y los músculos abdominales en forma le ayudará a conservar la espalda fuerte.
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No se encorve. Mantenga la espalda recta cuando está sentado y de pie.
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Controle su peso. El exceso de peso puede lesionar su espalda. Su médico comentará con usted cuál sería el peso saludable para su estructura corporal.
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Tómese un descanso. En el trabajo, utilice una silla con apoyo lumbar o utilice un cojín en la zona lumbar. Cambie de postura con frecuencia y haga descansos frecuentes si tiene que permanecer sentado o de pie durante largos períodos.■