¿LE SUENA FAMILIAR? Ha estado trabajando como enfermera en un concurrido centro médico-quirúrgico durante 5 años. Su supervisora le ha pedido que haga de mentora de una enfermera que acaba de empezar a trabajar en su centro. La nueva empleada tiene 2 años de experiencia en el sector, pero no ha trabajado nunca en un centro médico-quirúrgico. Usted decide aceptar este reto profesional, pero no tiene claro por dónde empezar.
Ejercer de mentora de enfermeras nuevas en su unidad puede representar un reto. En este artículo le proporcionamos estrategias que mejorarán el proceso y le acompañarán durante su crecimiento y el de la enfermera que se va a especializar bajo su tutela. Tutorizar a enfermeras recién graduadas, por el contrario, se escapa de los objetivos de este artículo.
Empiece con confianzaRecuerde que si le han pedido ser mentora, significa que es una enfermera respetada con una competencia y unas capacidades clínicas contrastadas. Esta responsabilidad puede ser una buena forma de mejorar sus propias capacidades clínicas, ampliar las posibilidades de subir puestos en el escalafón laboral y aprender valiosas técnicas de formadora y mentora.
Piense en todos las enfermeras de las que tanto ha aprendido; ahora es su turno para devolver el favor ejerciendo de recurso para su centro y profesión. A continuación se describen algunos procedimientos que podrían serle de ayuda en su nueva y apasionante función como mentora de enfermería (para obtener más información, véase el cuadro Recursos para mentores de enfermeras tituladas).
Siente las basesPídale a su centro que le facilite:
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Guías o normas actuales y fundamentadas para mentores y aprendices creadas por un comité de mentores o un consejo similar responsable de formular y aplicar dichos documentos (si en su centro no hay ningún comité de este tipo, tiene una oportunidad ideal para promover su creación y participar activamente en él). Las expectativas de actuación de los mentores de enfermería clínica deben estar bien definidas.
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Programación de reuniones regulares de formación de los mentores con enfermeras supervisoras o educadoras de la unidad. Los puntos del orden del día de dichas reuniones pueden incluir los requisitos legales y reglamentarios para la seguridad del paciente y la calidad asistencial, las competencias de docencia, preparación y aprendizaje, los formularios y documentos de los aprendices y los mentores y las estrategias de comunicación1.
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Un programa científico-estadístico de orientación para enfermeras bien elaborado y completo con plazos previstos2.
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Un programa de formación para el mentor bien elaborado y completo o clases y cursos externos para ayudarle a aprender las funciones de la enfermera clínica mentora.
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Aaron CS. The positive impact of preceptors on recruitment and retention of RNs in long-term care. J Gerontol Nurs. 2011;37(4):48-54.
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Hatfield B. Polar shift: from expert to novice in 30seconds. J Emerg Nurs. 2011;37(5):510-511.
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Thekdi P, Wilson BL, Xu Y. Recruitment and retention report. Understanding post-hire transitional challenges of foreign-educated nurses. Nurs Manage. 2011;42(9):8-14.
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Weeks SK, Scherer E, Green SR, Davis CL, Wadewitz DS, Farmer JT. Way finding: precepting refresher nurses. Nurse Leader. 2012;10(5):54-56.
Lo primero que puede hacer antes de asumir el papel de mentora es aprender todo lo que pueda sobre la función de las enfermeras clínicas mentoras. Puede encontrar información en textos de calidad y cursos o programas en línea, que son gratis o tienen un precio muy bajo. Busque bibliografía y lea artículos con revisión científica externa sobre mentores o estrategias de docencia para adultos en revistas y publicaciones periódicas; muchos de ellos son excelentes. Documente estas actividades para mostrarlas a su supervisora.
Además, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
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Contacte con enfermeras clínicas que ejercen de mentoras en la actualidad, o han ejercido en el pasado en su centro, y pídales sugerencias y consejos.
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Consulte las leyes de ejercicio de la enfermería de su país y las normas de los colegios de enfermería para obtener información y directrices relacionadas con la función de enfermera clínica mentora. Revise específicamente los aspectos legales de la delegación de funciones en enfermeras sin experiencia.
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Estudie atentamente las orientaciones y procedimientos de su centro sobre la tutela de enfermeras nuevas en el servicio y conozca los criterios que se utilizarán para evaluar a su aprendiza, para saber cuándo y cómo se evaluará, cómo debe proceder si los resultados de las evaluaciones no son los esperados y cómo se deben comprobar las competencias para cada habilidad o tarea.
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Revise las funciones y obligaciones de su propio trabajo, le ayudará a organizar y especificar los pasos a seguir para enseñar y preparar a esta persona.
Durante la vivencia como enfermera clínica mentora querrá forjar una relación profesional con la persona que está bajo su tutela, que debe basarse en el respeto y el aprecio mutuos y en la comunicación continua. Fomente y nutra la relación mentor-aprendiz, porque tener una relación profesional permitirá que la experiencia sea más eficiente, eficaz y positiva para ambas partes3. Crear un ambiente propicio para el aprendizaje y la enseñanza es compatible con la teoría de aprendizaje de los adultos y refuerza mucho esta relación; además:
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Sea exigente consigo misma. Siga criterios de práctica fundamentados, no la filosofía de “siempre lo hemos hecho así”.
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Comparta con frecuencia sus expectativas con la enfermera aprendiz, así como las funciones y obligaciones de su trabajo. Oriente a la enfermera nueva en la unidad y coméntele las características distintivas de su centro, como la cultura de enfermería que rige2.
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Asista a las reuniones entre la enfermera mentora y la aprendiza y participe activamente.
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Lleve a cabo evaluaciones continuas en persona de los procesos y resultados para valorar las capacidades de la enfermera para ocuparse de situaciones asistenciales cada vez más complicadas.
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Documente objetivamente sus observaciones y sus estrategias de enseñanza, de asesoramiento y de facilitación.
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Valide las competencias de la enfermera aprendiz siguiendo las directrices y formularios definidos por su centro y comparándolas con las funciones del trabajo que tiene que hacer en la unidad.
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Ponga en práctica estrategias de docencia y aprendizaje compatibles con la teoría de aprendizaje del adulto4,5. Emplee técnicas de docencia centradas en el aprendiz, aprenda primero todo lo que pueda sobre la forma de aprender, las necesidades y las expectativas de su tutelada; debe ser un proceso continuo. Aplique un estilo de formación participativo, práctico, resolutivo y dándole un papel activo a la aprendiz, en vez de un estilo para un aprendiz pasivo. Los adultos aprenden mejor y retienen más los conceptos importantes cuando participan activamente en el proceso de formación4,5.
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Reúnase con la enfermera aprendiz antes y después de cada turno de forma continua. Hasta las sesiones de enseñanza y aprendizaje cortas le ayudarán a mantener una comunicación directa entre las dos y sus actividades como mentora organizadas. Recuerde que la clave es ofrecer comentarios constructivos, así que haga observaciones específicas, positivas, puntuales y sinceras.
Es primordial que sea clara y específica durante el proceso de aprendizaje/docencia. Haga preguntas de respuesta abierta: por ejemplo, antes de ejecutar una tarea complicada, pregunte “¿Qué procedimiento seguiría para llevar a cabo esta tarea?”, y al terminar pregúntele: “¿Qué se hizo bien? ¿Qué haría de diferente manera si tuviera la oportunidad? ¿Cómo consiguió salvaguardar el bienestar y la seguridad del paciente?”. Si surge algún problema, la aprendiz deberá completar una autoevaluación escrita en la que explique la situación y usted tendrá que pedir la opinión de su supervisora y de otras enfermeras que trabajen con la aprendiz6.
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Haga evaluaciones formales orales y por escrito de su enfermera aprendiz cuando sea necesario, pero no menos de dos: una evaluación a la mitad de la formación y otra al final. Pida a la enfermera aprendiz que se haga una autoevaluación escrita antes de las reuniones formales siguiendo los criterios establecidos y los parámetros de ejecución del trabajo.
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Informe a la cadena de mando, con inclusión de los informes relacionados con incidencias o problemas.
Hacer de mentora de una enfermera nueva puede mejorar sus propias capacidades clínicas y ampliar sus posibilidades de subir puestos en el escalafón laboral.
Misión cumplidaCuando la relación formal entre mentora y aprendiz haya finalizado, reflexione y evalúe todo el proceso. Analice sus competencias como mentora y las contribuciones importantes que ha hecho. Siga asistiendo a las reuniones de mentora, únase a todos los comité de normas o procedimientos pertinentes y comparta con estos grupos y con su supervisora lo que hizo bien, lo que se podría haber mejorado (especialmente si es necesaria alguna modificación que afecte a todo el centro, como por ejemplo nuevos protocolos o documentación) y por qué. Continúe aprendiendo y creciendo como enfermera clínica mentora participando en cursos y clases regladas de formación de mentores.
Es importante que valore el crecimiento personal que ha logrado antes de su nuevo encargo de mentora y que se sienta orgullosa del trabajo bien hecho. ■
La autora declara no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionados con este artículo.