Consejo de administración. Sí, usted puede

Las ENFERMERAS EN LOS COMITÉS DE COALICIÓN (ECCo) definen un consejo como un órgano de toma de decisiones con influencia estratégica para mejorar la salud de las comunidades en todo el país¹. Esta definición engloba los consejos de administración, los gobiernos corporativos, los consejos consultivos, los consejos de las instituciones sin ánimo de lucro y los consejos de gobernanza, con responsabilidad fiduciaria o estratégica.

Para las enfermeras, implicarse en un comité de dirección puede representar un proceso intimidatorio. A medida que más profesionales entran en el mundo de la enfermería, la implicación en los consejos y en la política deja de ser una expectativa rutinaria. Las enfermeras tienden a centrarse en su trabajo de atención directa a los pacientes. Pero en el cambiante entorno sanitario, la enfermería debe desplegar todas sus facetas; de hecho, la enfermera que se implica en un consejo se está comprometiendo aún más con la defensa de los derechos de los pacientes². Las enfermeras tienen una amplia gama de habilidades que las hacen especialmente preparadas para comprometerse en el trabajo de un comité de dirección. Este artículo presenta las competencias principales que las enfermeras aportan a estos comités y el modo de implicarse en este importante trabajo.

Asumir el reto

El informe The Future of Nursing: Leading Change, Advancing Health reta a las enfermeras a incorporarse en los consejos de administración³. Las recomendaciones actualizadas animan a las enfermeras a participar en el rediseño de los sistemas de prestación de cuidados y los sistemas de retribución, y destaca la necesidad de que las enfermeras aspiren a ocupar puestos en los consejos de administración^3,4.

Aunque muchas enfermeras tienen cargos de importancia en el sistema sanitario, con frecuencia no pueden o no quieren sentarse en los niveles más altos del liderazgo organizacional, como el consejo de administración⁵. En una encuesta realizada en 2010 por la American Hospital Association, las enfermeras ocupaban solo un 6% de los puestos de los consejos de administración y los gobiernos corporativos de las empresas sanitarias⁶. Como resultado de esta mínima representación, la Campaña para la Acción creó un programa específico para incrementar hasta 10 000, el número de enfermeras en los consejos de administración hasta el año 2020⁷.

Ya es hora de reconocer que las competencias profesionales y de colaboración de las enfermeras las posicionan en el lugar idóneo para ejercer con éxito en los órganos de dirección.

Tres habilidades transferibles

Tres de las habilidades características de las enfermeras son: los procesos, la comunicación y la delegación. Las enfermeras asistenciales utilizan estas habilidades diariamente; se convierten en una segunda piel para muchas enfermeras. Lo importante es que cada una de ellas puede ser fácilmente transferida al resto del equipo directivo.

• Proceso enfermero. Rose y Nies identifican las habilidades de toma de decisiones de expertos entre las competencias esenciales del liderazgo⁸. De hecho, el proceso enfermero proporciona un marco para cualquier proceso de toma de decisiones a gran escala o cualquier cambio organizacional. El proceso enfermero habitualmente definido para aplicarse a la atención directa a los pacientes –valoración, diagnóstico (análisis), planificación (incluyendo objetivos y criterios de resultados), implementación y evaluación– es también eficaz cuando se aplica a los problemas que se plantean en un consejo de administración.

En primer lugar, sea que el comité dirige una agencia de rescate de animales o un gran sistema sanitario, cada problema debe ser examinado en profundidad. Los miembros del consejo deben reunir todas las pruebas necesarias (en otras palabras, hacer una valoración), con el fin de tomar decisiones informadas. A continuación, el consejo debe escudriñar y cuestionarse los hallazgos para asegurar que las decisiones se fundamentan en evidencias (análisis). Después de recoger y considerar toda la información, los consejos deben presentar su plan a los gestores de la organización. La implementación de estas decisiones recaerá sobre la gerencia y el equipo directivo. El consejo continuará monitorizando los resultados para su evaluación.

Cualquier enfermera es capaz de seguir estos pasos cuando se somete un tema a la consideración del consejo de administración.

Este proceso permite a la enfermera analizar y presentar hechos y recomendaciones de forma profesional y con la suficiente autoridad. La información resultante puede tener un valor incalculable al formular la planificación para avanzar en la misión y los objetivos de la organización.

• Comunicación. La segunda habilidad útil que las enfermeras demuestran de forma habitual es la comunicación eficaz, que implica la capacidad de practicar la escucha activa y proporcionar ánimo y empatía. Las enfermeras están muy formadas en técnicas de comunicación verbal y no verbal. El despliegue de estas habilidades en la mesa del consejo o durante sus actividades ofrece oportunidades para facilitar el entendimiento y la colaboración durante los debates sobre asuntos clave. La idea de nutrir y desarrollar cohesión en el seno del consejo (otra competencia esencial del liderazgo) es prioritaria en la comunicación eficaz⁸.

Al observar la comunicación no verbal entre los miembros del consejo, las enfermeras pueden abordar con mayor delicadeza las preocupaciones y expectativas de cada miembro.

Las claves no verbales pueden alertar a la enfermera de que sus colegas miembros del consejo son sensibles a un tema concreto. Las enfermeras que empatizan están bien posicionadas para evitar posibles confrontaciones.

Además de sus habilidades de comunicación no verbal, las enfermeras practican constantemente sus habilidades de comunicación cuando trabajan con los pacientes, familiares y otros profesionales de la salud. Las mismas técnicas de comunicación que facilitan el cuidado a los pacientes pueden, cuando se aplican en un consejo, facilitar también la implicación de sus miembros. Las enfermeras que emplean sus habilidades comunicativas en el abordaje de situaciones difíciles o estresantes con los pacientes o con sus compañeros de trabajo tienen un buen fundamento para gestionar oposiciones y resistencias en el seno del consejo, a la vez que mantienen el foco en el avance de la misión y los objetivos de la organización.

• Delegación. Con frecuencia, los consejos forman subcomités y citan a sus representantes para abordar tareas a gran escala y designar responsabilidades; ello implica una planificación global y un cronograma de consecución.

Las enfermeras saben que la claridad y la concreción en la asignación facilitan la buena gestión. Una delegación efectiva también implica un seguimiento y evaluación adecuados. Por ejemplo, como enfermera asistencial debe confirmar la ejecución completa de una tarea delegada al técnico en cuidados auxiliares de enfermería. Del mismo modo, el consejo debe asegurarse de que el gerente y su equipo cumple con las actividades delegadas de forma efectiva. Aunque la delegación puede resultar todo un reto, las enfermeras tienen experiencias diarias en este sentido y habilidades suficientes para un correcto seguimiento.

Consideraciones sobre la selección del consejo

Los servicios a un consejo por parte de enfermeras no se limitan a los de las organizaciones sanitarias. Pueden englobar distintos niveles de responsabilidad en áreas diferentes. Una enfermera puede ser miembro de un consejo local como el United Way, los servicios de protección a la infancia, la agencia sobre el envejecimiento, los servicios de protección de animales, las Girl Scouts, los Boy Scouts, entre otros. Con frecuencia, expresar el interés de formar parte de un consejo local o bien en el trabajo del consejo para iniciar el proceso es un paso recomendable, o bien, algún miembro del consejo puede invitarla a formar parte. Dar a conocer su entusiasmo en las actividades de trabajo en red o durante los eventos sociales es una buena manera de empezar.

Las enfermeras también pueden y deberían considerar seriamente buscar puestos en los ayuntamientos, como comisionadas locales, o en los consejos escolares.

Este tipo de organizaciones cívicas requieren con frecuencia de personas que puedan llevar a cabo una campaña con el fin de ser elegidas como miembros del consejo. Las enfermeras interesadas deben contrastar con la organización los intereses para comprender el proceso específico de elección.

Además, las enfermeras deberían considerar los puestos en los consejos de las organizaciones sin ánimo de lucro y en las organizaciones profesionales de enfermería a nivel nacional, como la American Nurses Association. En las organizaciones profesionales, los puestos de las comisiones suelen designarse por elección. Los interesados presentan una carta de expresión de interés que es evaluada y posteriormente, la organización toma una decisión. Otros roles profesionales, como los de los consejos de presidencia o comités de dirección, generalmente están formados por miembros electos de la organización.

Las enfermeras aportan mucho conocimiento y experiencia a los consejos, avanzando en la cultura de la salud para las comunidades. La pericia que las enfermeras aportan a cada mesa incluye la defensa de los derechos de los pacientes, la calidad y la confianza. Cada uno de estos valores es importante para la consecución de resultados positivos que cubra las necesidades y expectativas de los órganos de la institución. Todos y cada uno de los órganos de decisión con influencia estratégica pueden beneficiarse de personas con gran sentido común, capaces de proporcionar y gestionar adecuadamente la calidad y la seguridad del sistema sanitario. Por lo que es conveniente que ¡aproveche cualquier oportunidad!

Todos y cada uno de los órganos de decisión con influencia estratégica pueden beneficiarse de personas con gran sentido común, capaces de proporcionar y gestionar adecuadamente la calidad y la seguridad del sistema sanitario.

Recursos

Implicarse puede resultar estresante pero también todo un reto. Las enfermeras pueden beneficiarse de distintos recursos al prepararse para las reuniones del consejo. Los ECCo, que incluyen actualmente al menos 21 organizaciones profesionales enfermeras, fueron creados con este fin⁹. El objetivo de los ECCo es “mejorar la salud de las comunidades y de la nación con servicios enfermeros en los consejos y otros órganos de decisión”⁹. Los ECCo son recursos que ayudan a las enfermeras a sentirse más seguras en el proceso y a identificar las distintas oportunidades de incorporación a un consejo. Además de este grupo nacional, las organizaciones regionales y locales también suelen ofrecer recursos para facilitar el proceso. De igual modo, la mayoría de facultades de enfermería y otras ciencias de la salud disponen de mentores que pueden apoyar y dar soporte a las enfermeras que buscan este tipo de puesto.

Servir y proteger

Las habilidades que las enfermeras utilizan de forma habitual en la prestación competente de cuidados a los pacientes son transferibles de forma natural a las actividades de un consejo de administración. Estas habilidades colocan en una posición estratégica a la enfermera para abordar de forma efectiva y constructiva las necesidades de salud y fomentar la creación de cultura de salud para la comunidad. No importa el tipo de órgano en el que la enfermera se incorpore, su compromiso con la calidad, la defensa de los derechos de los pacientes y su integridad son elementos esenciales para la consecución de la misión y visión de cualquier consejo de administración. ■