Objetivos: Averiguar la cantidad de información sanitaria de nuestros pacientes (consultas externas con otras especialidades) que nos pasa desapercibida debido a la falta de conexión entre los actúales sistemas informáticos de Atención Primaria (AP) y Atención Hospitalaria (AH), siendo necesario realizar un seguimiento activo de la misma. Conocer los porcentajes de derivación a las distintas especialidades hospitalarias que realizamos; incluso percatarnos de los puntos débiles en nuestra formación como médicos de Familia.

Metodología: Se ha realizado un estudio observacional transversal; analizándose descriptivamente mediante la distribución de frecuencias absolutas y relativas en porcentaje, las siguientes variables: origen de las derivaciones a cada especialidad hospitalaria (si dicha derivación fue solicitada por AP o AH y especialidad a la que se realiza dicha derivación.

Resultados: De enero-2015 a julio-2017 se analizaron 7.860 consultas, siendo el originario de su petición en un 71,38% AH y 28,83% AP. La consulta externa de la especialidad más derivada fue traumatología seguida de ginecología, oftalmología. Estando en último lugar nefrología, neurofisiología y neurocirugía. En este período recibimos en AP 20.440 consultas (33 consultas/día de media), siendo la tasa de derivación media de nuestro cupo 10,48%.

Conclusiones: Tal como indican los datos, nuestro porcentaje de derivación se encuentra dentro del 10-20% que se aconseja, siendo similar al que aparece en múltiples estudios; al igual que las especialidades a las que se realizaron más derivaciones: traumatología, ginecología, oftalmología. Podemos concluir que más del 70% de la información sanitaria de nuestro cupo nos hubiese pasado desapercibida, por lo que es primordial contar con sistemas informáticos adecuados que nos permitan conocer y relacionar todas las patologías de nuestros pacientes, con el fin de “ir por delante del paciente”, sabiendo cómo concluyó aquello que se derivó desde AP, para poder asumir un papel de orientador sobre nuestros pacientes. En definitiva, siempre se ha ido a remolque del paciente, basándonos en la información, normalmente verbal, que ellos nos proporcionaban y que nosotros incorporábamos a su historia clínica. Con HCEs interrelacionadas y conectadas, la información se depositaría automáticamente y AP conocería asuntos de los que el paciente muchas veces no informa porque cree que lo sabemos.

Palabras clave: Derivación de pacientes. Atención Primaria. Atención Hospitalaria.