La desamortización se convirtió en uno de los temas «de moda» en España en las décadas de 1960 y, sobre todo, de 1970. Basta consultar los repertorios bibliográficos publicados por Germán Rueda. Tomás y Valiente (1986, 779-798) realizó unas atinadas reflexiones sobre los peligros que acechaban a los estudiosos del tema. Uno de ellos era el localismo excesivo y la brevedad del periodo analizado. La dimensión que consideraba preferible era la provincia y el proceso temporal completo, sin perder de vista el contexto nacional. Este es el enfoque por el que ha optado el autor del libro, aunque circunscrito al espacio forestal de la provincia de Soria.
Amador Marín, por su lugar de nacimiento, Tardelcuende (Soria), su formación, ingeniero de montes, y su profesión actual, técnico de la Asociación Forestal de Soria, era natural que se dedicara a investigar un tema del que es buen conocedor y a cuyas fuentes ha tenido acceso como participante entre 2010 y 2013 en el Proyecto Montes de Socios. Su trabajo se centra en la desamortización de Mendizábal y Madoz, ya que como indica (p. 289) no ha encontrado ventas significativas de montes anteriores a 1836. Un tema insuficientemente investigado en la provincia de Soria.
Ha realizado una exhaustiva consulta de documentos en archivos públicos y privados sorianos, como el Provincial, el Registro de la Propiedad y el Archivo de la Asociación Forestal. Ha consultado los boletines oficiales de venta y otros fondos en la Biblioteca Pública de Soria y una extensa bibliografía. Los protocolos notariales y el registro de la propiedad le han permitido conocer la evolución dominical de los montes vendidos, los compradores finales y valorar el proceso desamortizador como germen de gran parte de las figuras de propiedad forestal colectiva en la provincia y la concordancia entre los títulos acreditativos de la propiedad y sus formas reales de tenencia.
El trabajo consta de una introducción y, aunque no enumerados, 7 capítulos, un epílogo que contiene las conclusiones y 5 anexos. En el primer capítulo expone los objetivos, las fuentes y la metodología empleada. En los 3 siguientes se ocupa de la desamortización de Mendizábal-Espartero y de la de Madoz. La segunda es la que mayor impacto tuvo en la provincia porque gran parte de los terrenos forestales pertenecían a los ayuntamientos y a las comunidades de villa y tierra, en cambio, pocos eran propiedad del clero. Para el autor la historia de la desamortización forestal es la historia de sus excepciones. Ambas cosas van íntimamente ligadas. Por ello, las analiza conjuntamente, abordando la legislación promulgada al respecto, la confección de los distintos catálogos de montes y las solicitudes cursadas por los ayuntamientos para exceptuar de la venta dehesas boyales y terrenos de aprovechamiento común.
En lo referente a la desamortización propiamente dicha, cuantifica la superficie subastada y su pertenencia previa, los usos forestales de las fincas subastadas y realiza un análisis cronológico y geográfico. Expone los resultados en el capítulo 4. Tiene en cuenta el motivo de las escasas ventas realizadas en la parte meridional de la provincia en el capítulo 5, que no es otro que la pertenencia de gran parte de los terrenos forestales al duque de Medinaceli y la defensa que este ejerció de su patrimonio. Indaga en las distintas vías de resistencia de los vecinos a la desamortización y en las políticas restrictivas impuestas por la Administración en el aprovechamiento de los montes excluidos de la enajenación en el capítulo 6.
El autor se ocupa de las repercusiones de la desamortización sobre las formas de propiedad privada actual en el capítulo 7. Ello le lleva a indagar en los compradores. Encuentra que son escasas en esta provincia las compras realizadas por una sola persona que permanecieran en la misma familia y, en cambio, frecuentes las sociedades de compradores integradas por los moradores humildes de los pueblos. Estos, carentes de recursos económicos para comprar de manera individual, se asociaban para rematar las fincas forestales, de manera directa o a través de intermediarios, y para hacer frente conjunta y solidariamente a los pagos. Con el transcurso del tiempo se inició un proceso de modificación o conservación del régimen de propiedad inicial de la tierra, que el autor describe, y se originó un abanico de formas colectivas de tenencia o de acceso al aprovechamiento de los montes que han dado lugar a una separación de la realidad registral y la posesoria.
Amador Marín cuantifica el alcance geográfico de los montes de socios en la provincia de Soria pese a su dificultad, dado que muchas de las transacciones de estos bienes después de la desamortización no se reflejaron en el registro de la propiedad ni en los protocolos notariales. Señala los diversos problemas a los que se han enfrentado estas propiedades forestales y las posibles soluciones.
En definitiva, estamos ante un libro de interés por lo que sigue:
- 1)
El autor realiza un pormenorizado análisis de la legislación.
- 2)
Se ha centrado en una provincia que contaba y cuenta actualmente, tras la desamortización, con una importante riqueza forestal.
- 3)
Ha optado por el largo plazo, al entender la desamortización como un proceso dinámico, lo que le ha llevado a analizar la evolución de las fincas vendidas hasta la actualidad.
- 4)
Ha contribuido a desmontar algunos tópicos, como el binomio desamortización-deforestación, aunque poco estudiado, y la escasa presencia de campesinos entre los compradores de fincas desamortizadas.
- 5)
El aporte gráfico y la cartografía que incluye.
Hay cuestiones que faltan, que el autor señala, como el análisis de los intermediarios —que tuvieron un papel importante en la desamortización de Soria—, el precio de tasación y remate de las fincas subastadas —que resulta extraño, dado que consta en los expedientes de desamortización consultados—, la desamortización de fincas rústicas labrantías y urbanas y la redención de censos en esta provincia. Añadiría también el aprovechamiento de los montes antes de la desamortización, la cuantía de la tierra adquirida por personas individuales y por las sociedades de compradores, un análisis socioeconómico de los compradores y las consecuencias de la desamortización en ámbitos distintos al de la propiedad. Dado el conocimiento del autor de los diversos catálogos de montes, podría haber realizado una aproximación a la superficie de terrenos forestales hacia medidos del siglo XIX en la provincia de Soria según el procedimiento seguido por López Estudillo (1992, pp. 65-100) para Andalucía y por Iriarte Goñi (1992, pp. 175-216) para Navarra. Así podríamos conocer el porcentaje de los desamortizados con respecto a la superficie total que comprendían los terrenos forestales.