Faecal immunochemical tests for haemoglobin (FIT) in the assessment of patients with lower abdominal symptoms: current controversies

Abstract

Faecal immunochemical tests for haemoglobin (FIT), as an adjunct to clinical information, assist in the triage of patients presenting in primary care with lower abdominal symptoms. Controversy remains regarding whether and which qualitative and quantitative FIT can be used, which groups of patients would benefit most from FIT, whether FIT should be done in primary and/or secondary care, and how FIT should be incorporated into diagnostic pathways. Controversy also exists as to the optimum cut-off used for referral for colonoscopy. A single sample of faeces may be sufficient. Reporting of results requires consideration. FIT provide a good rule in test for colorectal cancer and a good rule out test for significant bowel disease, but robust safety-netting is required for patients with negative results and ongoing symptoms. Risk scoring models have been developed, but their value is unclear as yet. Further evaluation of these topics is required to inform good practice.

Resumen

Las pruebas inmunoquímicas fecales (PIF) para determinar la hemoglobina, como pruebas complementarias de la información clínica, ayudan a la selección de pacientes que acuden a Atención Primaria con síntomas abdominales inferiores. Sin embargo, continúa la polémica sobre si utilizar PIF y, en ese caso, si utilizar PIF cualitativas o cuantitativas, qué grupos de pacientes se beneficiarían más de las PIF, si las PIF deben realizarse en Atención Primaria o en el especialista, y cómo las PIF deben incorporarse a los protocolos de diagnóstico. También hay polémica sobre el valor de corte óptimo utilizado para la derivación a colonoscopia. Una sola muestra de heces puede ser suficiente. La notificación de los resultados exige análisis. Las PIF son un buen principio en la prueba del cáncer colorrectal y una buena prueba para descartar una enfermedad intestinal importante, pero se necesita una red de protección sólida para los pacientes con resultados negativos y síntomas continuos. Se han elaborado modelos de puntuación de riesgo, pero su valor aún no está claro. Se requiere una evaluación adicional de estos temas para lograr una buena práctica.