Hace unos días, revisando artículos que guardo para leer con tranquilidad, topé con uno que me ha hecho reflexionar sobre el
futuro de nuestra profesión. Se trata de un texto de Ángela Bernardo, licenciada en Biotecnología y Máster en Industria Farmacéutica y Biotecnológica, que habla sobre la información que se genera en el mundo (diariamente se crean 2,5 quintillones de bytes de datos) y el ADN, y la capacidad de este último de almacenar información. En este artículo se especula que en el futuro esta información generada mundialmente, el big data, se pueda almacenar dentro del ADN bacteriano.
La capacidad de retención de datos, superior a los 100 años, la energía utilizada y la densidad de datos que pueda almacenar son algunas de las características en las que esta molécula podría ser mejor que cualquiera de los sistemas convencionales actuales para almacenar datos (los llamados superordenadores).
A raíz de esta lectura y enlazándola con el hecho del reciente descubrimiento de la secuencia del genoma humano y las posibilidades que esto proporciona en el ámbito de la salud, me ha llevado a preguntarme qué será de nuestra profesión y cómo la ejercerán las generaciones futuras cuando la farmacogenómica, herramienta principal de las nuevas ciencias genómicas, y su predecesora, la farmacogenética, determinarán la manera en que una persona responderá a la administración de un fármaco. Es decir, un mismo fármaco no actuará de la misma manera en un individuo que en otro y, por tanto, el tratamiento de las enfermedades dependerá de muchos factores. Por consiguiente, los medicamentos se fabricarán en función de las características genéticas de la persona que va a recibirlo.
Sin duda, la formación de las nuevas generaciones de farmacéuticos tendrá que estar enfocada a estas nuevas necesidades y la tecnología que se desarrolle en este sentido les permitirá trabajar de manera muy distinta a la actual, pero sin duda con el mismo fin último: el cuidado y la conservación de la salud de los individuos. Una nueva era que, con toda seguridad, deparará a buen seguro satisfacción personal y profesional.