Indicaciones terapéuticas
Cicatrizante, hidratante, emoliente, laxante, antiiflamatorio, inmunomodulador... Son numerosas las indicaciones terapéuticas que se asocian desde antiguo al áloe. En este artículo, tras la descripción botánica de la planta y de sus acciones farmacológicas, se revisan una por una esas indicaciones, atendiendo a la bibliografía que las sustenta.
Para la Farmacopea Española (tercera edición), el denominado áloe de Barbados es el zumo concentrado y desecado de la hoja de Aloe barbadensis Miller, (Aloe vera L.), mientras que el de El Cabo proviene de diversas especies del género Aloe, principalmente del Aloe ferox Miller y de sus híbridos1. Los áloes proporcionan también un gel reputado como cicatrizante, utilizado en la industria cosmética2.
Las plantas del género Aloe han sido utilizadas desde la antigüedad en la medicina tradicional de varios países (Grecia, Egipto, India, México, Japón y China). La medicina china fue la primera en usar el áloe y se refería a él como la «planta de la inmortalidad». Posteriormente, Dioscórides la describió por sus propiedades medicinales y cosméticas. El zumo de Aloe vera y sus efectos están ya descritos en el Papiro de Ebers (1.500 a.C.), habiéndose utilizado especialmente en quemaduras, cicatrización de heridas y diversas afecciones de la piel por sus propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras.
Descripción botánica
El género Aloe pertenece a la familia botánica Liliaceae y comprende más de 360 especies que crecen en regiones cálidas, desérticas, semiáridas de las regiones tropicales y subtropicales, siendo originaria de África oriental y meridional. La creciente demanda de productos cosméticos y medicinales de A. barbadensis ha originado un aumento de los zonas de cultivo. En España esta especie se cultiva en Baleares, Canarias y Andalucía.
Aloe vera es una planta perenne, de porte más o menos arborescente, con una raíz fibrosa gruesa con tronco de 2-5 m (A. ferox), o 30-50 cm (A. vera), con hojas en una roseta densa, en la parte apical del tronco, gruesas y carnosas, anchas en la base, de más o menos longitud, dependiendo de la especie, alargadas, de color verde en ambas caras y con dientes espinosos en los márgenes. La mayor parte del año presenta flores rojas (áloe de El Cabo, véase la imagen de apertura y la fig. 1 de este artículo) o amarillas (áloe de Barbados), que crecen en un racimo largo sobre un escapo floral erguido, formado desde el centro de las hojas basales. El escapo floral puede crecer hasta una altura de 60 cm. El fruto es una cápsula triangular que contiene numerosas semillas. La parte medicinal son las hojas.
Figura 1. Flores rojas de áloe de El Cabo
En la actualidad, únicamente dos especies tienen interés comercial por sus aplicaciones terapéuticas, son las oficinales, Aloe ferox Miller (o A. capensis), conocido como áloe de El Cabo, que se cultiva en África, y Aloe barbadensis Miller, (o A. vera L.), originario de Barbados y cultivado en distintos lugares de América. A partir de estas especies se obtienen dos productos de interés: el áloe o acíbar y el gel de áloe.
El zumo de áloes es un exudado que se encuentra en las células pericíclicas de las hojas y fluye espontáneamente de las hojas frescas cortadas de Aloe barbadensis Miller o de Aloe ferox Miller, posteriormente se concentra por ebullición y constituye el producto sólido comercial llamado «acíbar». Se presenta en forma de masas de coloración marrón oscura o negruzca (acíbar de las Barbados), con reflejos verdosos (acíbar de El Cabo), sabor amargo y olor característico desagradable.
El gel de áloe vera se obtiene exclusivamente de la pulpa de las hojas de A. barbadensis, después de eliminar los tejidos más externos de la hoja. Está constituido por el mucílago obtenido del parénquima del centro de la hoja de A. barbadensis Miller. Es un zumo pegajoso, transparente e insípido3.
Acción farmacológica
La actividad laxante del acíbar reside en su contenido en derivados antracénicos, más o menos intensa según la dosis. Tras la administración oral, los derivados 1,8-dihidroxiantracénicos son precursores que no se absorben en el intestino, siendo las glicosidasas de la flora intestinal las encargadas de metabolizar los O-glicósidos en un metabolito activo, aloe-emodín-9-antrona, que actúa específicamente en el del colon, en las terminaciones nerviosas de la membrana intestinal. Por un lado, modifica la motilidad del intestino grueso estimulando el peristaltismo, lo cual se traduce en una aceleración del tránsito a través del colon. También actúa estimulando la secreción mucosa y de líquido hacia la luz intestinal, al mismo tiempo que inhibe la reabsorción de agua y electrolitos en el intestino grueso5.
El gel de áloe posee acción cicatrizante de heridas, antiinflamatoria, inmunomoduladora y antiviral3. Todas estas propiedades se atribuyen al resultado de la acción sinérgica de los diversos constituyentes del gel. Debido a su contenido en mucílagos, posee propiedades hidratantes y emolientes, por lo que en la actualidad hay gran cantidad de productos cosméticos que lo incorporan en su composición.
Las propiedades antiinflamatorias del gel de áloe han sido demostradas en distintos modelos experimentales de inflamación tales como edemas inducidos por distintos agentes irritantes (aceite de crotón, etc.)6-9, habiéndose identificado cromonas10 y esteroles11 como principios activos responsables de esta actividad.
Diversos estudios han descrito el acemanano y, más recientemente, el aloérido como los principales compuestos con acción inmunomoduladora del gel de áloe. El acemanano estimula la formación de macrófagos y leucocitos, activa la fagocitosis e induce la síntesis de óxido nítrico por macrófagos12, 13. El aloérido también produce activación de macrófagos14.
El extracto del gel de áloe en administración oral (dosis de 300 mg/kg/día) ha sido evaluado en modelos experimentales de diabetes mellitus en ratas 15-17, observándose tanto disminución de los niveles séricos de glucosa, colesterol, triglicéridos, ácidos grasos y lipoproteínas de baja densidad (LDL), como aumento de las lipoproteínas de alta densidad (HDL). Vogler y Ernst18 describen ensayos clínicos controlados por placebo en los que se ha evaluado la eficacia clínica del gel de áloe, exento de aloínas y administrado por vía oral, en pacientes con diabetes mellitus e hiperlipemias, sugiriendo su uso como tratamiento coadyuvante en estos pacientes.
Más recientemente, se ha evaluado su eficacia y seguridad clínica en el tratamiento de la colitis ulcerativa, observándose una respuesta clínica satisfactoria19.
Composición química
Tanto el acíbar como el gel se obtienen a partir de las hojas frescas, pero son productos que presentan una composición química y actividad farmacológica muy diferentes.Los principales constituyentes activos del acíbar (15-40%) son derivados hidroxiantracénicos. Son los C-glucósidos en C-10 del aloe-emodol antrona: aloínas A y B (aloína = barbaloína), 5-hidroxialoína A (característica de A. ferox) y aloinósidos A y B (derivados ramnosilados sobre el hidroximetilo en C-3). De una fracción resinosa del zumo se han aislado también glucosil-cromonas (aloerresinas A, B, C)2 (fig. 2). El gel de áloe contiene mayoritariamente agua (94%) y polisacáridos mucilaginosos, que incluyen glucomananos, glucogalactomananos, galactoglucoarabinomananos, arabinogalactanos y mananos acetilados. Entre ellos, sobresalen como componentes activos importantes el acemanano, mezcla de polisacáridos complejos de tipo β-(1-4)-manano O-acetilados, y el aloérido, polisacárido de elevado peso molecular constituido por glucosa, galactosa, manosa y arabinosa3. Otros componentes minoritarios identificados en el gel de áloe que también pueden contribuir a su acción farmacológica son: aminoácidos, glicoproteínas, saponinas, esteroles, ácidos y sales orgánicas, vitaminas y una gran variedad de oligoelementos (hierro, fósforo, magnesio, etc.)4.
Figura 2. Fórmulas estructurales del acíbar
Contraindicaciones
El acíbar está contraindicado en embarazo por la existencia de riesgo genotóxico de los derivados antracénicos, en la lactancia y en niños menores de 10 años. En casos de dolor abdominal de origen desconocido, obstrucción de las vías biliares, obstrucción intestinal, trastornos intestinales con inflamación aguda (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa) también se halla contraindicado. No debe administrarse concomitantemente con heterósidos cardiotónicos y fármacos antiarrítmicos. Tampoco en casos de alergia conocida a plantas de la familia de las liliáceas.
Efectos adversos
El acíbar puede producir ocasionalmente espasmos abdominales y dolor en pacientes con colon irritable. Debido a su contenido en derivados hidroxiantracénicos, puede aparecer coloración roja en la orina (dependiente del pH). En el caso del gel de áloe, no existen prácticamente referencias sobre sus efectos adversos. Ocasionalmente, se ha descrito algún caso de dermatitis o reacción alérgica24,25.
Precauciones
El acíbar no debe utilizarse, sin supervisión médica, en períodos superiores a 2 semanas. Tanto el acíbar como la aloína, a dosis elevadas, pueden producir un intenso efecto emetocatártico, con diarreas sanguinolentas, cólicos intestinales, pérdida de líquidos y electrolitos. El desequilibrio electrolítico (principalmente hipopotasemia) puede producir alteraciones cardíacas y neuromusculares, agravadas por la administración concomitante de fármacos diuréticos tiazídicos, corticoides o heterósidos cardiotonicos3.
Los derivados antraquinónicos pueden tener un efecto genotóxico especialmente peligroso durante el primer trimestre del embarazo. Su uso crónico también puede provocar albuminuria y hematuria.
Posología
El polvo de acíbar y los extractos acuoso e hidroalcohólico de áloe se utilizan por vía oral en formas de administración líquida o sólida. Según las recomendaciones de la ESCOP, los adultos y los niños mayores de 10 años podrán tomar preparados equivalentes a 10-30 mg de derivados hidroxiantracénicos, calculados como barbaloína, administrados una vez al día por la noche. En ancianos, se deberá administrar la misma dosis que en adultos. No se recomienda administrarlo en niños menores de 10 años.
El gel de áloe se utiliza por vía tópica recién obtenido o en preparados con 10-70% de gel fresco. *
INDICACIONES TERAPÉUTICAS
El acíbar está indicado por vía oral en casos de estreñimiento ocasional y en tratamientos de corta duración3.
Las indicaciones terapéuticas del gel de áloe se basan en los resultados de las investigaciones farmacológicas realizadas. Los preparados con gel de áloe vienen siendo utilizados por vía tanto oral como tópica. Por vía tópica se emplean, fundamentalmente, en el tratamiento de heridas, quemaduras, irritaciones e inflamaciones de la piel.
En medicina popular se ha utilizado también en el tratamiento de eccemas, psoriasis y herpes genital, aunque su eficacia clínica no ha podido ser demostrada20, 21.
Tampoco se ha demostrado su eficacia terapéutica en los ensayos clínicos realizados sobre prevención y tratamiento de las afecciones de la piel producidas por radioterapia 22,23.
Por vía oral puede ser útil como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes e hiperlipemias18.