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Vol. 4. Núm. 2.
Páginas 1595-1611 (Agosto 2014)
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Aproximación Psicométrica al Uso de los Q-Sorts en Contextos de Educación Inicial
Psychometric Evaluation of the Q-Sorts in Early Education Contexts
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Fernando Salinas Quiroz
,1
Autor para correspondencia
fsalinas@upn.mx

Teléfono. 63808579, Dirección. Calzada al Desierto de los Leones 5021-5. Col. Tetelpan. Del. Álvaro Obregón, CP. 01700, México, D.F.
, Francisco Morales Carmona**, Luz María Cruz Martínez***, Germán Posada****, Olga Alicia Carbonell*****
* Universidad Nacional Autónoma de México y Universidad Pedagógica Nacional
** Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” y Universidad Nacional Autónoma de México
*** Universidad Nacional Autónoma de México
**** Purdue University
***** Pontificia Universidad Javeriana; Colombia
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Tablas (6)
Tabla 1. Análisis factorial del QSA.
Tabla 2. Definición de los factores del QSA.
Tabla 3. Análisis factorial del QSCCSP
Tabla 4. Definición de los factores del QSCCSP
Tabla 5. Comparación de los factores del QSA
Tabla 6. Comparación de los factores del QSCCSP
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Resumen

La sensibilidad del cuidador se refiere a la pronta y adecuada lectura, interpretación y respuesta a las señales del infante que promueve la construcción de vínculos de apego. La crianza actual incluye, además de la díada mamá-infante, a cuidadores secundarios profesionales (CSP) en centros de educación inicial (CEI). El AQS (Waters, 1995) evalúa las conductas de base segura que el infante despliega con su cuidador; el MBQS (Pederson & Moran, 1995) la sensibilidad del adulto. Se observaron 34 diadas CSP-infante en CEI de prestación indirecta del IMSS con el apoyo del AQS y el MBQS para explorar la configuración factorial de los constructos planteados por la teoría del apego para cuidadores primarios -sensibilidad y conductas de base segura- (Bowlby 1969, 1973; Ainsworth & Wittig, 1969; Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978) con CSP en CEI. Se identificó que el Q-Sort del apego adaptado (QSA) explica un 52.99% de la varianza (α=.69) y se diferencia del AQS en la Inconsistencia en el vínculo con la CSP. Para la sensibilidad, el QSCCSP (Q-Sort del Comportamiento del CSP) explicó el 45.35% de la varianza (α=.91) reduciendo el número de factores del MBQS y disminuyendo la especificidad de los mismos.

Palabras clave:
Cuidador secundario
AQS
MBQS
Apego
Sensibilidad
Abstract

As more women enter the workforce either as half or full time, it is now the norm in many societies for children to be placed in childcare before their first birthday. Because most of these children spend at least eight hours in childcare, we need to assess the quality of the service supplied by professional secondary caregivers (PSC). Maternal sensitivity is defined as mother’s ability to perceive and respond promptly and accurately to the child’s signals (Bowlby, 1969; Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978). The AQS (Waters, 1995) consists of 90 items describing attachment relevant infant behavior; the MBQS (Pederson & Moran, 1995) consists of 90 items describing maternal behavior. 34 child-PSC dyads were assessed in Mexican Social Security Child Care centers with the AQS and MBQS, to explore the factorial structure of sensitivity and secure base behaviors in Child Care facilities. The Child Care-adapted version of the AQS explains 52.99% of the variance (α=.69) and underlines the inconsistency of the relationship. The Professional Secondary Caregiver Q-Sort (PSCQS) explains the 45.35% of the variance (α=.91) with few and less specific factors than those previously reported in the MBSQ.

Key words:
Secondary caregiver
AQS
MBQS
Attachment
Sensitivity
Texto completo

En las sociedades postindustriales la norma es que las mujeres se incorporen a la fuerza laboral, así la mayoría de los infantes ingresan a Centros de Educación Inicial (CEI) antes de su primer año de vida (Brooker, 2008; Neuman, 2001). En 2010 en México había 10’528 322 infantes menores de 5 de años y para 2012 siete de cada diez mujeres trabajaban o estaban buscando trabajo (INEGI, 2010; INEGI-STPS, 2012).

La formación de vínculos de apego con múltiples cuidadores ha sido poco estudiada; la investigación en Latinoamérica se ha enfocado en las díadas infante-mamá (e.g.Posada et al., 1999; Posada et al., 2002) y en la influencia de la sensibilidad de la madre y los arreglos ambientales (e.g. Plata & Alzate, 2006). La evidencia sobre la transmisión intergeneracional del apego apoya el modelo jerárquico, esto es, que la madre es la figura de apego principal y que otros cuidadores pueden ser considerados como figuras de apego secundarias (e.g. Bowlby, 1984 en van IJzendoorn, Sagi & Lambermon, 1992; Sagi-Schwartz & Aviezer, 2005), por lo que vale la pena estudiar a las distintas figuras.

Apego y Fenómeno de la Base Segura

El apego es un vínculo afectivo infante-cuidador relativamente perdurable, en el que el otro es importante como un individuo único y no intercambiable con el que se quiere mantener cierta cercanía. Dicho vínculo se manifiesta a través de un sistema organizado de conductas cuyo fin es el mantenimiento de la proximidad entre el individuo y una o varias personas afectivamente cercanas a éste, concebidas como más sabias y fuertes (Ainsworth, 1989), creando un sistema de regulación diádica del estrés. Se trata de un lazo irremplazable –específico y discriminativo– que se construye a través de las interacciones de la díada. Una figura de apego es aquella persona que brinda al infante una base de seguridad en situaciones de hambre, incomodidad, tensión o peligro (Ainsworth, 1967; Ainsworth, Bell & Staton, 1974; Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978; Ainsworth & Bowlby, 1991; Bowlby, 1973, 1988; Waters & Cummings, 2000).

Investigaciones recientes han reportado que la relación de base segura infante-agente educativo en CEI, permite que el infante transforme al adulto en un recurso para explorar el aula (Oren, 2007) y pueda enfocar toda su atención y energía en el aprendizaje (Pianta, 1999; Howes & Richie, 2002). Debido a que los agentes educativos pueden convertirse en figuras de apego, serán denominados cuidadores secundarios profesionales (CSP).

Una base segura protectora ofrece una variedad de oportunidades de aprendizaje bajo supervisión; interacciones exploratorias con objetos y personas que alcanzan sus niveles óptimos con el apoyo de la figura de apego (Seifer & Schiller, 1995). El apego seguro infante-CSP se asocia con las actitudes del infante hacia sí mismo; con la percepción sobre su propia competencia; logros en el lenguaje; habilidades cognitivas y atencionales, y; valoración sobre su sociabilidad (Peisner-Feinberg & Burchinal, 1997; Peisner-Feinberg, et al., 1999).

La observación naturalística de las conductas de base segura es la referencia para las mediciones de apego (e.g. Ainsworth, et al., 1978; Waters, Kondo-Ikemura, Posada & Richters, 1991). La Situación Extraña (SE) es el procedimiento experimental prototipo para evaluar en el laboratorio la calidad del apego cuidador-infante a partir de los doce meses de edad (Ainsworth & Witting, 1969; Ainsworth et al., 1978).

En la actualidad, uno de los instrumentos de evaluación del fenómeno de la base segura más utilizados es el Q-Sort del apego, QSA (Waters, 1995), instrumento que permite calificar las observaciones naturales de las conductas de seguridad y exploración del infante en relación con su cuidador (Waters & Deane, 1985). No niega el poder clasificatorio de la SE, sin embargo, propone una evaluación naturalística más adecuada para investigaciones en CEI, debido a que no exige la videograbación de las interacciones, ni ambientes controlados. Existe evidencia acerca de la consistencia entre el QSA y las clasificaciones propuestas por la SE (e.g. Vaughn & Waters, 1990; Pederson, et al., 1990). El QSA contiene 90 reactivos y cada uno provee un título y una descripción específica de la conducta a observar en el infante.

Sensibilidad

Mary Ainsworth (1973) planteó el constructo de sensibilidad materna para referirse a la habilidad de la madre para estar atenta a las señales del infante, interpretarlas correctamente y responder pronta y apropiadamente. Un cuidador sensible centra su atención en las necesidades físicas y emocionales del infante y es capaz de ver las cosas desde su punto de vista. Asimismo, sincroniza las actividades del infante con las propias, negocia ante conflictos y se ajusta a sus estados emocionales, momento evolutivo y particularidades (Ainsworth, 1982; Ainsworth et al., 1978; Bowlby, 1969; Carbonell, Posada, Plata & Méndez, 2005; Emde, 1980; Seifer & Schiller, 1995).

En el contexto de CEI, Pianta y Nimetz (1991) señalaron que para formar relaciones de base segura infante-CSP, la sensibilidad y conductas de cuidado del CSP son fundamentales. La mayoría de los CSP se comporta de maneras características que potencian apegos seguros o inseguros (Sagi, et al., 1985), por lo que los infantes en CEI pueden construir vínculos de apego con sus CSP y ser medidos con herramientas estandarizadas (Barnas & Cummings, 1997; Howes & Hamilton, 1992; Raikes, 1993). CSP sensibles que crean climas positivos tienden a conocer mejor las necesidades académicas de cada infante en lo individual (Helmke & Schrader, 1988). Existe una visión aceptada respecto a que los efectos de la educación inicial provienen de la calidad de la interacción infante-CSPmateriales (Howes & Ritchie, 2002; Pianta, 1999).

La evaluación de la sensibilidad del cuidador ha consistido en observaciones estructuradas y no-estructuradas por períodos cortos de tiempo (Ainsworth, 1973; Atkinson, et al., 2000; De Wolff & van IJzendoorn, 1997; Niever & Becker, 2007). Ainsworth (1973) desarrolló cuatro escalas para evaluar el constructo y consideró los siguientes aspectos: 1) sensibilidad vs. insensibilidad; 2) aceptación vs. rechazo; 3) cooperación vs. interferencia y; 4) accesibilidad vs. ignorar/negligencia.

El Q-Sort del Comportamiento Materno, QSCM, fue diseñado por Pederson y Moran (1995) a partir del constructo de sensibilidad de Ainsworth et al. (1978). Consta de 90 reactivos evaluados por expertos en apego y con experiencia en la observación de la interacción mamá-infante, que describen a un cuidador prototípicamente sensible al interactuar en el hogar con su hijo/a de 12 meses de edad (Pederson et al., 1990).

Estudios con diadas mamá-infante latinoamericanas han obtenido diferentes composiciones factoriales para el QSA y el QSCM (e.g. Posada, Waters, Crowell & Lay, 1995; Posada et al., 1999; Posada et al., 2002), así el propósito de esta investigación es realizar un análisis factorial exploratorio de componentes principales para ambos Q-Sorts adaptados a CSP en CEI.

MétodoObjetivo

Explorar la consistencia interna de los Q-Sorts de Apego y Sensibilidad adaptados a los CSP en CEI.

Instrumentos

Q Sort del Apego, QSA. Se utilizó la versión 3.0 del QSA (AQS –en inglés–, Waters, 1995), cuenta con 90 reactivos, previamente traducida al castellano por Posada et al. en Colombia (1995, 1999, 2002, 2004) y Juárez-Hernández en México (no publicado). A partir de sus traducciones se diseñó una versión con lenguaje adaptado al contexto mexicano y para CSP (e.g. Reactivo 44: “Pide y disfruta que la mamá lo/la alce o lo/la arrime a ella”; se cambió por “El niño pide a la cuidadora y le gusta que lo cargue, abrace o acurruque”); validada por jueces expertos.

Q Sort del Comportamiento del Cuidador Secundario Profesional, QSCCSP. El QSCM tiene 90 reactivos. Se utilizó la versión de Pederson y Moran (MBQS, 1995), la traducción de Posada y equipo (1999, 2002) y la de Juárez-Hernández (no publicado). A partir de ellas se diseñó el QSCCSP, se adaptó el lenguaje al contexto mexicano y se modificó el cuidador (e.g. Reactivo 85: “Se resiste a dejar al/la bebé en manos de una persona diferente a su marido u otro pariente cercano”; se cambió por “No deja al bebé fácilmente con cualquier miembro del personal, prefiere compañeras específicas”). Igual que con el QSA, se utilizó validación por jueces.

Participantes

Se contó con la colaboración voluntaria, anónima, confidencial e informada de díadas CSP-infante de cuatro CEI (guarderías de prestación indirecta del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS). En el caso del CSP, fue requisito que hubiera estudiado para asistente educativo, puericulturista o que tuviera experiencia en CEI. En caso de los infantes, fueron requisitos de inclusión tener de 18 a 36 meses de edad y estar sanos según reportes de los servicios del CEI (salud, vacunación, higiene, nutrición, peso, talla, psicología y trabajo social).

La muestra final estuvo conformada por 34 díadas CSP-infante. La edad de las cuidadoras fluctuó entre los 18 y 42 años (M= 29.26, D.E.= 6.30 años). De ellas 50% son solteras (17), 32.4% casadas (11) y 17.6% en unión libre (6). Respecto a su nivel educativo, el 70.6% (24) son asistentes educativas, el 20.6% (7) puericulturistas y el 8.8% (3) cuenta con alguna carrera adicional a las mencionadas; todas con una experiencia profesional de 1 mes a 20 años (M= 5.62, D.E.=5.07 años). Los infantes de la muestra fueron 17 mujeres (50%) y 17 varones (50%), con edades de 20 a 36 meses (M=27.94, D.E.=5.49 meses). Los miembros de la díada tenían de 1 a 30 meses de conocerse (M=9.71, D.E.= 8.13 meses).

Procedimiento

La aplicación de los instrumentos se realizó en CEI del IMSS el D.F. El equipo de observadores cumplió con los requisitos de confiabilidad para ser certificado al obtener puntajes de ≥.80 en los videos de entrenamiento. En el caso del QSCCSP los índices de confiabilidad inter observador variaron entre .75 y .96 en el entrenamiento. Una vez concluido el entrenamiento en el QSCCSP se procedió con la preparación para el QSA; los índices de confiabilidad inter observador en el entrenamiento variaron de .81 a .96.

Al comenzar el trabajo de campo, fueron entregados y firmados los consentimientos informados correspondientes tanto a CSP, como a padres de familia. La evaluación de cada díada duró una semana y al menos dos observadores estuvieron involucrados: un par de observadores evaluó la sensibilidad del CSP en dos momentos distintos (una visita de hora y media el miércoles a la hora del desayuno y otra de misma duración el jueves en la sala); otro par de observadores independientes evaluó las conductas de base segura del infante con el CSP en dos momentos distintos (dos visitas de hora y media cada una los días lunes y martes; la del lunes durante el desayuno y la del martes en la sala o recreo). Los análisis estadísticos fueron realizados con el programa SPSS 18.00.

ResultadosQ Sort del Apego, QSA

Se realizó un análisis factorial exploratorio de componentes principales con rotación oblicua debido a la correlación entre los reactivos. Se utilizó la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin para ver si la matriz era factorizable, obteniendo una significancia de .01 en la Prueba de esfericidad de Bartlett. En el análisis factorial se conservaron 47 reactivos de los 90 originales que convergieron en 48 interacciones en 6 factores que explican el 52.99% de la varianza, con un alfa de .69 como se observa en la Tabla 1.

Tabla 1.

Análisis factorial del QSA.

   
El niño usa las expresiones faciales de la cuidadora como buen indicador cuando algo parece ser arriesgado o amenazador  .721             
Cuando el niño termina una actividad o deja de jugar con sus juguetes, generalmente encuentra alguna otra cosa que hacer sin tener que volver junto a la cuidadora entre una y otra actividad  −.715             
El niño es independiente de la cuidadora. Prefiere jugar por su cuenta; fácilmente deja a la cuidadora cuando quiere jugar  −.690             
Cuando el niño encuentra algo nuevo con qué jugar, se lo lleva a la cuidadora o se lo muestra a la distancia  .661             
El niño se queda cerca de la cuidadora o regresa a ella más de lo necesario para saber dónde está o qué está haciendo  .640             
Juega brusco con la cuidadora: la golpea, rasguña o muerde durante sus juegos (no necesariamente con la intención de lastimarla)  −.595             
El niño actúa como si esperara que la cuidadora interfiera con sus actividades cuando ella sólo está tratando de ayudarle con algo  −.591             
Cuando la cuidadora no hace inmediatamente lo que el niño quiere, él actúa como si la cuidadora no lo fuera a hacer (se queja, se enoja, se va a hacer otras actividades, etc.)  −.580             
Cuando está aburrido, el niño regresa a la cuidadora en busca de algo que hacer  .568             
Cuando algo enfada o molesta al niño, se queda donde está y llora  −.514             
El niño reconoce cuando la cuidadora está enfadada/preocupada. Se calla o está molesto. Trata de consolarla; le pregunta qué le pasa, etc.  .490             
El niño claramente muestra el patrón de usar a la cuidadora como una base segura a partir de la cual explora. Se aleja a jugar; regresa o juega cerca de ella; se aleja a jugar nuevamente  .466             
El niño fácilmente comparte cosas con la cuidadora o le permite agarrarlas si ella se lo pide  .442             
Cuando la cuidadora le dice al niño que la siga, él lo hace. (No se califica si se niega o se tarda en hacerlo bromeando o como parte de un juego, a menos que sea claramente desobediente)  .439             
Cuando la cuidadora le pide al niño que le dé algo, la obedece (No cuenta cuando se niega de manera juguetona: debe ser completamente desobediente)  .484             
El niño fácilmente se encariña con personas que visitan la sala y son amistosos con él    .914           
Si los visitantes se ríen o aprueban algo que el niño haga, él lo repite una y otra vez    .877           
El niño fácilmente se deja cargar por adultos desconocidos o comparte sus cosas si se las piden    .863           
Si la cuidadora ríe o aprueba algo que el niño ha hecho, él lo repite una y otra vez    .757           
El niño quiere platicar con una persona desconocida, le muestra juguetes, o muestra lo que puede hacer si la cuidadora se lo pide    .736           
Cuando hay visitas en la guardería o en la sala el niño quiere que le presten mucha atención    .635           
La reacción inicial del niño cuando llegan visitas a la sala es ignorarlos o evitarlos, aún si eventualmente se interesa en ellos    −.585           
El niño acepta y disfruta sonidos fuertes o ser lanzado hacia arriba si la cuidadora sonríe o muestra que se supone que se trata de algo divertido      −.725         
Si está cargado en los brazos de la cuidadora, el niño para de llorar o rápidamente se recupera después de haber estado asustado o molesto      .643         
El niño es exigente e impaciente con la cuidadora. Se fastidia o persiste a menos que ella haga en seguida lo que él quiere      .633         
Si la cuidadora lo tranquiliza diciendo: No pasa nada o no te hace daño, el niño se acerca o juega con la cosa que inicialmente lo asustó      .540         
El niño se enoja fácilmente con la cuidadora      −.514         
Cuando la cuidadora entra a la sala, el niño inmediatamente la saluda con una gran sonrisa (le muestra un juguete, hace un gesto o le dice Hola)      .511         
A veces, el niño pide a la cuidadora (o da la impresión) que quiere bajarse de sus brazos y luego se fastidia o quiere que lo cargue enseguida      −.473         
El niño coloca sus brazos alrededor de la cuidadora o le pone la mano en su hombro cuando ella lo carga      −.454         
El niño disfruta relajarse en el regazo de la cuidadora      −.443         
El niño sigue con la mirada a la cuidadora mientras que está jugando en la sala. La llama de vez en cuando; se da cuenta cuando la cuidadora se va de un cuarto a otro. Se da cuenta si la cuidadora cambia de actividades      .351         
Cuando el niño está cerca de la cuidadora y ve algo con lo que quiere jugar, pide quejumbrosamente o trata de jalar a la cuidadora hacia lo que quiere      .459         
El niño pide a la cuidadora y le gusta que lo cargue, abrace o acurruque        .738       
El niño frecuentemente abraza o se acurruca en el cuerpo de la cuidadora, sin pedírselo o invitándolo a hacerlo        .718       
El niño fácilmente ríe y sonríe con muchas personas diferentes        .629       
Cuando el niño se molesta porque la cuidadora lo deja, se queda donde está y llora donde lo dejó. No la sigue        −.423       
Rara vez le pide ayuda a la cuidadora          −.784     
El niño quiere ser el centro de atención para la cuidadora. Si la cuidadora está ocupada o habla con otra persona, él la interrumpe          .717     
Cuando la cuidadora le habla con firmeza o le sube el tono de voz, el niño parece molesto, arrepentido, o avergonzado por haberla molestado          .540     
Al niño le gusta encimarse sobre la cuidadora mientras juega          .538     
Cuando la cuidadora se sienta con otros niños o es afectuosa con ellos, el niño trata de conseguir su afecto          .515     
Cuando gente desconocida visita la guardería, el niño corre hacia la cuidadora con una sonrisa tímida          −.478     
Si la cuidadora se aleja, el niño la sigue y continúa su juego en el área donde ella se encuentra. El niño no tiene que ser llamado o llevado; no deja de jugar, ni se molesta            −.613   
Cuando el niño está contento, suele permanecer así todo el tiempo            .594   
El niño es alegre y juguetón la mayor parte del tiempo            .560   
El niño se ríe cuando la cuidadora bromea con él            .452   
15  11  47 
Media  73.70  40.47  48.83  22.69  21.92  27.94  238.13 
D.E.  12.68  12.74  6.99  2.4  5.10  4.15  19.68 
Alpha  .872  .90  .63  .57  .63  .65  .69 
% Varianza  15.51  10.61  8.23  6.61  6.30  5.70  52.99 
% Varianza Acumulada  15.51  26.12  34.36  40.97  47.28  52.99   

A partir del análisis factorial se procedió con la definición de cada factor de acuerdo a la consonancia teórica de los reactivos agrupados como se observa en la Tabla 2.

Tabla 2.

Definición de los factores del QSA.

  Factor  Definición  Ejemplos 
Interacciones armoniosas y búsqueda de proximidad con la CSP  Uso habilidoso de la CSP como base segura en tiempos y contextos distintos, así como la confianza en su disponibilidad y responsividad, lo que favorece el balance entre la búsqueda de proximidad y la exploración.  e.g. El niño claramente muestra el patrón de usar a la cuidadora como una base segura a partir de la cual explora. Se aleja a jugar, regresa o juega cerca de ella, se aleja a jugar nuevamente. 
Disposición y respuestas emocionales positivas a extraños  Habilidad del infante para interactuar, compartir y disfrutar las interacciones con los observadores, en ocasiones, fomentado por la CSP.  e.g. El niño quiere platicar con una persona desconocida, le muestra juguetes, o muestra lo que puede hacer si la cuidadora se lo pide. 
Inconsistencia en el vínculo con la CSP  Falta de estabilidad en el uso de la CSP como base segura, así como la confianza- desconfianza en la disponibilidad y responsividad del cuidador.  e.g. El niño es exigente e impaciente con la cuidadora. Se fastidia o persiste a menos que ella haga en seguida lo que él quiere. 
Contacto físico con la CSP  Disfrute y búsqueda de la cercanía física con la CSP y del intercambio con personas diferentes a ella.  e.g. El niño pide a la cuidadora y le gusta que lo cargue, abrace o acurruque. 
Necesidad de atención de la CSP  Estrategias comportamentales que utiliza el infante para conseguir la atención de la CSP cuando esta interactúa con otros.  e.g. Cuando la cuidadora se sienta con otros niños o es afectuosa con ellos, el niño trata de conseguir su afecto. 
Estados emocionales positivos  Permanencia en el ánimo y afectos positivos del infante independiente de la proximidad física con la cuidadora.  e.g. Cuando el niño está contento, suele permanecer así todo el tiempo. 
Q Sort del Comportamiento del Cuidador Secundario Profesional, QSCCSP

Se realizó un análisis factorial exploratorio de componentes principales con rotación oblicua debido a la correlación entre los reactivos. Se utilizó la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin para ver si la matriz era factorizable, obteniendo una significancia de .01 en la Prueba de esfericidad de Bartlett. En el análisis factorial se conservaron 49 reactivos de los 90 originales que convergieron en 16 interacciones en 3 factores que explican el 45.35% de la varianza con un α=.91 como se observa en la Tabla 3.

Tabla 3.

Análisis factorial del QSCCSP

   
Las respuestas a las comunicaciones del bebé son inconsistentes e impredecibles  −.867       
Frecuentemente parece fuera de tono y no nota la molestia ni las llamadas de atención del bebé  −.838       
Monitorea y responde al bebé aun cuando se involucre en cualquier otra actividad como atender a otros niños o mantener una conversación con un visitante  .824       
Nota o se da cuenta cuando el bebé sonríe y vocaliza  .816       
Es animada en las interacciones sociales con el bebé  .811       
Parece estar atenta del bebé aun cuando esté atendiendo al resto del grupo  .809       
La respuesta es tan retardada, que el bebé no puede conectar la respuesta con la acción que la inició  −.795       
Responde consistentemente a las señales del bebé  .792       
Cuando está en la sala, es accesible al bebé  .769       
Se ubica de tal forma que puede pueda percibir las señales del bebé  .760       
Afecto plano cuando interactúa con el bebé  −.726       
Tiene un estado de ánimo predominantemente positivo acerca del bebé  .717       
Interpreta correctamente las señales del bebé como se evidencia por las respuestas de éste  .712       
Con su actitud, parece sufrir mucho con sus responsabilidades de cuidadora  −.658       
Frecuentemente interfiere con la actividad apropiada que el bebé realiza  −.621       
Preocupada por la entrevista, parece ignorar al bebé.  −.611       
Busca interacciones frente a frente  .603       
Respeta al infante como un individuo  .582       
Parece resentir las señales de molestia o demandas de atención del bebé  −.578       
Organiza el ambiente considerando las necesidades del bebé y las suyas también (balance)  .563       
Muy atenta al pañal sucio, parece cambiar el pañal tan pronto hay señal de necesitarlo  .557       
Muestra afecto acariciando al bebé  .556       
Cuando habla del bebé los comentarios son generalmente positivos  .546       
Cuando el bebé está molesto, es capaz de identificar rápida y adecuadamente la causa  .543       
Se burla del bebé más allá de lo que el bebé lo disfruta  −.540       
Besa la cabeza del bebé como su mejor manera de expresarle afecto  .410       
Baja su ritmo, espera la respuesta del bebé cuando interactúan frente a frente  .365       
Juega con el bebé juegos como el de esconder y mostrar la cara, tortillitas, juegos de manos, etc.  .361       
Fastidia al bebé    −.651     
Responde inmediatamente al llanto y quejidos    −.651     
Muy preocupada porque el bebé esté bien vestido y atractivo en todo momento    .616     
Hace señales al bebé y espera su respuesta al alimentarlo    .525     
Idealiza al bebé, no reconoce aspectos negativos    .500     
Alienta la interacción del bebé con un visitante; por ejemplo, invita al visitante a cargar al bebé; se asegura de presentarle al visitante    .484     
Nota cuando el bebé está molesto, llora o se queja    −.477     
Proporciona refrigerios nutritivos    .475     
Frecuentemente repite palabras cuidadosa y lentamente al bebé como si le enseñara el significado o nombrando la actividad u objeto      .744   
Rara vez le habla directamente al bebé      −.741   
Repite una serie de interacciones en búsqueda del mejor método para satisfacer al bebé, con frecuencia lo intenta por ensayo-error      .689   
Crea un entorno interesante      .661   
Frecuentemente lleva un juguete u otro objeto dentro del alcance del bebé e intenta interesarlo en ello      .657   
Se deleita con el bebé      .657   
Sólo responde a señales que son frecuentes, prolongadas o intensas del bebé      −.634   
Elogia al bebé      .619   
Señala e identifica cosas interesantes en el entorno del bebé      .609   
Las interacciones son apropiadamente vigorosas y excitantes a juzgar por las respuestas del bebé      .528   
Proporciona juguetes apropiados a la edad del bebé      .528   
Cuando lo carga o le hace cosquillas al bebé, como una forma típica de interacción, el bebé se acurruca      .415   
Está consciente de que sus estados de ánimo afectan al bebé      −.354   
28  13  49 
Media  187.88  40.47  76.75  305.10 
D.E.  24.96  6.59  14.97  35–42 
Alpha  .924  .716  .873  .917 
% Varianza  28.53  8.72  8.09  45.35 
% Varianza Acumulada  28.53  37.26  45.35   

A partir las agrupaciones factoriales, se definió cada factor de acuerdo a la concordancia teórica de los reactivos que incluían, lo cual se detalla en la Tabla 4.

Tabla 4.

Definición de los factores del QSCCSP

  Factor  Definición  Ejemplos 
Comportamiento Sensible  Estado de ánimo positivo, habilidad y accesibilidad de la CSP que le permiten estar atenta a las señales del infante, interpretarlas correctamente y responder de manera consistente, respetuosa y organizada.  e.g. Monitorea y responde al bebé aun cuando se involucre en cualquier otra actividad como atender a otros niños o mantener una conversación con un visitante. 
Rigidez y lineamientos Institucionales  Comportamientos poco sensibles de la CSP que probablemente responden a directivas del CEI.  e.g. Muy preocupada porque el bebé esté bien vestido y atractivo en todo momento. 
Promoción del aprendizaje  La CSP propicia experiencias educativas que favorecen, desarrollan y enriquecen las capacidades de los infantes.  e.g. Frecuentemente repite palabras cuidadosa y lentamente al bebé como si le enseñara el significado o nombrando la actividad u objeto. 
Discusión

Los resultados en cada uno de los Q-Sorts indican una consistencia interna sólida en ellos que permite aplicarlos en CEI con las modificaciones correspondientes al tipo de cuidador para los propósitos de este estudio (de cuidador primario a CSP).

La versión adaptada del QSA para CEI conservó 47 reactivos y arrojó seis factores: 1) Interacciones armoniosas y búsqueda de proximidad con la CSP (n=15), que hace alusión a la sensibilidad de la CSP a las necesidades del infante, así como a la habilidad de éste para utilizarla como base segura, construir vínculos de apego y ser medidos con herramientas estandarizadas (Barnas & Cummings, 1997; Howes & Hamilton, 1992; Raikes, 1993); 2) Disposición y respuestas emocionales positivas a extraños (n=7), factor relacionado al disfrute interactivo con los observadores; 3) Inconsistencia en el vínculo con la CSP (n=11), se refiere a la inestabilidad en el uso de la CSP como base de seguridad, esto como posible reflejo de una historia de interferencias en la relación con otros cuidadores y/o como apoyo al modelo jerárquico; 4) Contacto físico con la CSP (n=4); 5) Necesidad de atención de la CSP (n=6) agrupa reactivos que reflejan cómo los infantes buscan ser el foco de atención para ésta, y; 6) Estados emocionales positivos (n=4), factor que secunda la hipótesis de que los infantes tratan a las CSP como una categoría de relaciones de apego alternativas, pues mantienen su buen ánimo y afectos positivos independientemente de la proximidad física con una CSP en particular (Howes & Hamilton, 1992).

En la Tabla 5 se observa la comparación entre los factores de la escala original y los encontrados en ésta investigación. Sólo dos factores del QSA adaptado a CEI son elementos que se separan de la configuración original, debido a que la institución y sus normas influyen en la formación del vínculo CSP-infante. Independientemente de que los infantes puedan establecer relaciones de base segura con sus CSP, cuentan con vínculos de apego con sus cuidadores principales que se representan mentalmente y guían su comportamiento con las CSP, mostrándose en ocasiones inconsistentes.

Tabla 5.

Comparación de los factores del QSA

QSA 3.0 (Posada, Waters, Crowell & Lay, 1995QSA (Salinas-Quiroz, 2014) 
Calidez de las interacciones Placer en el contacto físico con la madre  Interacciones armoniosas y búsqueda de proximidad con la CSP 
Interacción con otros adultos  Disposición y respuestas emocionales positivas extraños Inconsistencia en el vínculo con la CSP 
Búsqueda de proximidad con la madre  Contacto físico con la CSP Necesidad de atención de la CSP Estados emocionales positivos 

En el caso del QSCCSP, tras el análisis factorial exploratorio 49 reactivos se conservaron con un nivel de confiabilidad muy alto (α=.91). Tres factores explicaron el 45.35% de la varianza: 1) Comportamiento sensible (n=28), se refiere a la consistencia en las respuestas de la CSP y a su disponibilidad, correcta interpretación y respuesta adecuada a las demandas de los infantes, por lo que las CSP pueden ser considerados figuras de apego al proveer cuidado físico y emocional de manera continua, haciendo una inversión emocional en los infantes (Howes, Hamilton & Althusen en Howes 1999); 2) Rigidez y lineamientos institucionales (n=8), hace alusión a la demora y a la no respuesta a las necesidades de los infantes, lo cual puede deberse a que creen que respondiendo de manera expedita los “malcriarán”; que tienen otros infantes que atender, y; que “deben aprender a esperar”. También contiene prácticas institucionales que fomentan la higiene, nutrición y sociabilización, y; 3) Promoción del aprendizaje (n=13), pone en evidencia cómo las CSP cumplen con su función de ser agentes educativas y promotoras del desarrollo infantil, convirtiéndose en un recurso para que los infantes exploren el aula (Oren, 2007) y puedan enfocar toda su atención y energía en el aprendizaje (Pianta, 1999; Howes & Richie, 2002).

En la Tabla 6, se comparan las dos versiones de los Q-Sorts del comportamiento del cuidador; se encuentra congruencia teórica con investigaciones previas.

Tabla 6.

Comparación de los factores del QSCCSP

QSCM (Posada et al., 1999; Posada et al., 2002QSCCSP (Salinas-Quiroz, 2014) 
Respuesta sensible  Comportamiento Sensible 
Accesibilidad   
Aceptación del Infante   
Activa-animada  Promoción del aprendizaje 
Crea un ambiente interesante   
Interferencia  Rigidez y lineamientos Institucionales 
Preocupación por apariencia física   

La consistencia teórica observada en ambos Q-Sorts adaptados, indica que la interacción CSP-infante se caracteriza por comportamiento sensible por parte del adulto y conductas de base segura del infante, sin embargo, se diferencian de la diada madre-infante, por lo cual futuras investigaciones deben de proporcionar indicadores específicos de dicha relación, más que sólo trasladar las variables del vínculo cuidador primario-infante. Es importante considerar a los lineamientos específicos planteados por los CEI, ya que impactan en la construcción del vínculo de apego CSP-infante. Otros cuidadores secundarios fuera de ambientes institucionales (e.g. abuelas, tíos, vecinos), deberán ser explorados bajo la misma óptica.

Una limitante de la investigación fue el tamaño de la muestra, lo cual impide hacer una generalización de estos hallazgos a todas las relaciones con los CSP en CEI. Futuras investigaciones podrían considerar muestras estratificadas de diferentes tipos de CSP; tipos de CEI, y; locaciones geográficas. No sería necesario trabajar con muestras grandes (e.g. N≥80), pues una selección adecuada de las díadas con equivalencias en los criterios de inclusión, permite homogeneidad entre los grupos y posibilita la interpretación de conclusiones generales y particulares.

La situación económica y social actual en las sociedades postindustriales hace que las madres salgan a trabajar y que requieran compartir el cuidado de sus hijas/os con otras personas no familiares, por lo cual resulta necesario investigar el impacto que tienen los cuidadores secundarios profesionales, no sólo en la formación de vínculos de apego, sino en el desarrollo de las niñas y los niños.

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Copyright © 2014. Universidad Nacional Autónoma de México
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